Conozca el stunt, el deporte extremo que desafía límites físicos y la mente: “Si dudas un segundo, no sale bien”

Más allá de la adrenalina, el stunt es un deporte extremo que desafía los límites físicos y la mente. Se basa en la realización de acrobacias, a menudo peligrosas, con una moto en movimiento y a altas velocidades.

Las películas de acción son ejemplo de esta disciplina: Misión imposible, con Tom Cruise, o James Bond, con Pierce Brosnan o Daniel Craig, son apenas dos de ellas.

Pero detrás de las estrellas de cine que hacen del stunt más visible, hay deportistas dedicados a su práctica, como Javier Arias, que revelan más que la adrenalina y el ‘brillo’ en la pantalla.

Para este creador de contenido, hay una psicología de los deportes extremos que debe verse para demostrar que no solo se trata de valentía y destreza, sino de control mental, toma de decisiones y gestión del miedo.

“El verdadero motor del stunt es la mente", le dice Javier Arias a este medio, al que le agrega que cada maniobra requiere un nivel de concentración absoluta.

Por eso, Arias ha trabajado en el desarrollo de técnicas mentales que le permiten mantener la calma en situaciones de alto riesgo: “El stunt no es solo cuestión de reflejos, es cuestión de claridad mental. Si dudas un segundo, el truco no saldrá bien”, menciona.

Asegura que, a través de ejercicios de visualización, respiración controlada y repetición mental de los movimientos, ha “perfeccionado” su enfoque y evitado errores por nervios o presión.

Para él, el miedo es uno de los mayores desafíos en el stunt y mientras que algunos lo ven como un obstáculo, Arias lo ha convertido en herramienta de aprendizaje: “El miedo no es tu enemigo, es un recordatorio de que lo que estás haciendo tiene consecuencias. Lo importante es aprender a gestionarlo para que no te paralice”.

Su estrategia para enfrentarlo consiste, según cuenta, en dividir cada maniobra en pasos pequeños ejecutados de manera progresiva, lo que reduce la ansiedad y aumenta la confianza en cada intento.

Otro aspecto clave en la “psicología del stunt" es la resiliencia. Arias ha vivido en carne propia los efectos de los fracasos, las caídas y los intentos fallidos. Sin embargo, entiende cada error como una oportunidad de crecimiento.

“Aprender stunt no es solo mejorar la técnica, es aprender a manejar la frustración. Hay días en los que nada sale bien, pero eso no significa que no estés progresando”, relata.

La perseverancia y la capacidad de superar momentos difíciles son tan importantes como la fuerza física o la habilidad sobre la motocicleta.

Además del control mental, Arias enfatiza en la importancia del estado emocional antes de cada sesión de entrenamiento o competencia. Por eso ha desarrollado hábitos que lo ayudan a mantenerse enfocado, como la meditación, el ejercicio fuera de la moto y la alimentación balanceada.

“Si tu mente está dispersa, tu cuerpo lo notará. Antes de subirme a la moto, necesito estar en el mejor estado mental posible”, afirma. Esta preparación le ha permitido mantenerse constante y reducir los riesgos innecesarios.

El impacto de la psicología en el stunt no solo se aplica a los pilotos experimentados, en términos de Arias, sino en quienes están comenzando en la disciplina. Por eso, a través de su contenido digital, Arias comparte consejos para que los nuevos talentos aprendan a gestionar el estrés y construyan una mentalidad fuerte desde el principio.

“Muchos principiantes abandonan porque sienten que no avanzan lo suficientemente rápido. Mi consejo es que se enfoquen en el proceso, no solo en el resultado final”, señala.

Las redes sociales han sido una plataforma clave para difundir este mensaje. Mientras que muchos creadores se enfocan solo en mostrar acrobacias impresionantes, Arias ha utilizado su influencia para hablar sobre el esfuerzo mental que hay detrás de cada truco: “El stunt no es solo espectáculo, es disciplina psicológica. Si no trabajas tu mente, tu cuerpo no podrá ejecutar lo que imaginas”, enfatiza.

En el futuro del stunt, Arias considera que el desarrollo de la mentalidad del piloto es un factor determinante en la profesionalización del deporte y está convencido de que la combinación entre entrenamiento físico y psicológico permitirá que la disciplina evolucione de manera más segura y efectiva. “La técnica se aprende, pero la mente es la que te lleva al siguiente nivel”, concluye.

Para él, el verdadero reto no es solo dominar la moto, sino aprender a dominarse a sí mismo.