EL PASADO NO PERDONA
El pasado no perdona: Cuando Bedoya se declaró inocente de los sobornos que ahora confiesa
En junio de 2015, el expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol fue tajante a la hora de desmentir haber recibido sobornos. Ahora, ante la justicia estadounidense admitió haber aceptado coimas durante ocho años.
“Todo se recibe por encima de la mesa” eso fue lo que dijo Luis Bedoya en una rueda de prensa en junio de 2015 en la que negó haber estado involucrado en el escándalo de corrupción de la Fifa, que en esa época apenas empezaba pero que como una bola de nieve ha ido arrastrando a los principales dirigentes de este ente, incluyendo el expresidente Joseph Blatter, y casi medio centenar de jerarcas y empresarios asociados al mundo del fútbol.
El escándalo empezó cuando se filtró una declaración de Alejandro Burzaco, un empresario de medios deportivos argentinos, quien confesó que había pagado sobornos a varios dirigentes de Suramérica, incluyendo Bedoya, para la adjudicación de contratos de televisión de varios torneos como la Copa Libertadores y la Copa América.
Pero esta solo era la punta del iceberg y la investigación que arrancó en 2015 ha evidenciado más de 200 millones de dólares de pagos en sobornos a funcionarios de la Fifa, incluye 92 cargos por distintos delitos.
El contrato de la Copa América fue asignado a Datisa, un consorcio conformado por Traffic Sports USA, Torneos y Competencias y Full Play, que según las pesquisas de los investigadores estadounidenses pagó más de 100 millones a los dirigentes del fútbol suramericano para asegurar los derechos de televisión de este evento en 2015, 2019 y 2023 su edición del Centenario en 2016.
Ante las acusaciones, el entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol presentó una tajante defensa negando haber recibido soborno alguno. “Es fundamental decir que la Federación no ha recibido un peso ni de la firma Datisa, ni de Traffic, ni de Torneos y Competencias, firmas de las que ni el presidente, ni el comité ejecutivo hemos recibido el dinero que se alude en esas comunicaciones”, explicó.
Pero Ken Bensinger, un reportero estadounidense que ha seguido de cerca el Fifagate, reportó que el expresidente de la FCF confesó que en 2008 se conformó un grupo de seis países para, a cambio de coimas, manipular las decisiones de la Conmebol. A través de Mariano Jinkis, conoció el plan de torcer el contrato de los derechos de la Copa América Centenario, celebrada el año pasado, a favor de la empresa paraguaya Full Play.
Esta no era la primera vez que el uruguayo Jinkis estaba asociado al fútbol colombiano pues había sido el responsable de gestionar varios partidos amistosos de la Selección Colombia. “Hoy Full Play es parte del debate. Cuando hemos negociado partidos con Full Play no es porque sea nueva, llevamos más de 10 años de relaciones con esa empresa. Esa relación está dedicada exclusivamente a los partidos amistosos”, complementó.
Lo que no había dicho era que con el empresario uruguayo también se negoció un soborno destinado a asegurar los derechos de las ya mencionadas Copas América “que podría ser de un millón de dólares, un millón para cada presidente, pagado en dos cuotas de USD 500,000", testificó Bedoya ante la Corte, según el relato de Bensinger.
El entramado de sobornos en los que está involucrado Jinkis no para ahí y llega a tener trascendencia en el campeonato deportivo más importante del mundo, el Mundial de Fútbol. De acuerdo a la confesión de Bedoya, este empresario también fue el puente para que Qatar obtuviera la sede el Mundial de 2022.
Según Bedoya, Jinkis les presentó a un emisario de la televisión qatari -sin identificar- que "quería saber si Suramérica estaba dispuesta a apoyarlos" como anfitriones del Mundial 2022 "y si teníamos la posibilidad de dar ese voto para ellos". A cambio podían recibir entre 10 y 15 millones de dólares para repartir entre seis federaciones de Suramérica. Sin embargo, según la versión del colombiano, esos sobornos no se materializaron porque el votó por Estados Unidos.
Otra de los disimulos de Bedoya en la rueda de prensa en la que abogó por la transparencia de su gestión en la Federación tuvo que ver con los contratos de los derechos de la Copa Libertadores entre Conmebol y Full Play.
En 2015 dijo que todo el dinero ingresaba directamente a la Federación. “Los únicos pagos que recibimos son de Conmebol. Todos los pagos que hace la Conmebol por la Copa Libertadores y la Sudamericana pasan por la Federación y después al club en su totalidad. No recibo ningún tipo de dinero a título personal”, explicó.
Lo que contrasta con su revelación de que los sobornos, que aceptó de 2007 a 2015, eran recibidos a través de una compañía creada por Full Play en Uruguay llamada Flemick, que posteriormente se utilizó para abrir una cuenta en el Banco Hapoalim en Miami.
El dirigente sorprendió al decir que su esposa no sabía de la existencia de esta cuenta y de sus negocios turbios. Cuando la abogada de Juan Ángel Naaput expresidente de Conmebol le preguntó si "confiaba más en Burga, Napout, y Chiriboga que a su propia mujer?". "Por supuesto," dijo Bedoya. "En este tema sí." "Y si hubieras muerto, habría millones de dólares en una cuenta Suiza y ella no sabría nada?", indagó la jurista, "Correcto", respondió el colombiano.
La confesión de Bedoya también tuvo un capítulo sobre el contrato de patrocinio de la indumentaria de la Selección. Según el exdirectivo, un oficial anónimo de Nike se reunió con él en un restaurante y le ofreció un "pago personal" a cambio de elegir a la compañía como patrocinadora oficial de la selección colombiana de fútbol en 2010. Aunque sorprendió que no recordó quién lo hizo ni de cuánto era el monto del ofrecimiento.
Pero si se regresa al 2015, el presidente dijo lo siguiente al respecto de los contratos de la Selección Nacional: “Todo se hace por encima de la mesa. Esas negociaciones no tienen intermediaciones que estén generando ingresos para ningún miembro ni de la Federación ni del Comité Ejecutivo ni de sus empleados. Con esto quería dar la tranquilidad y claridad que merece el país y merece nuestro deporte”.
Lo que sí era verdad de sus declaraciones es que iba a colaborar con la Justicia como lo ha hecho en los Estados Unidos con la idea de negociar una sentencia. "Estamos a disposición de autoridades colombianas o extranjeras para dar toda la ayuda necesaria para el esclarecimiento de estas circunstancias".
Bedoya, de 57 años, fue inhabilitado de por vida por la cámara de decisión del Comité de Ética de la Fifa, está pendiente de su condena. Otro tema que sigue pendiente es una demanda de la Fifa para que Bedoya restituya USD 517.843 por los dineros desviados en sobornos.