DEPORTES
Juez admitió tutela que busca declarar nula la liquidación del Cúcuta Deportivo
Si la decisión es favorable, este podría ser el salvavidas del equipo de fútbol.
En la primera semana de noviembre, la Superintendencia de Sociedades dio a conocer que el equipo Cúcuta Deportivo perdería su reconocimiento deportivo y que entraba en liquidación. Sin embargo, este lunes se conoció que la admisión por parte del Juzgado Tercero de Familia de Oralidad de Cúcuta de una acción de tutela, interpuesta por Édgar Cortés, exmagistrado, en representación de Iván Abreo y Ricardo León Carvajal, con el objetivo de que se declare nulo el proceso, podría salvar al equipo.
El diario La Opinión, de Cúcuta, reveló que la aceptación de la tutela, presentada por accionistas, entre otras cosas “le solicita a la SuperSociedades información sobre el estado del proceso de liquidación, y a Fernando Jaramillo y la Asamblea de la Dimayor, información sobre la afiliación del Cúcuta”.
En conversación con SEMANA Noticias, el penalista Francisco Bernate explicó que la orden de liquidar el equipo es una decisión que nada tiene que ver con el deporte. “Solamente pueden hacer aquellos actos tendientes a desaparecer”, dijo Bernate para explicar cómo funciona un proceso de liquidación. También añadió que “alguien dijo que ponía 1.500 millones de pesos para la liquidación, pero en ese proceso hay unos acreedores que está ahí por su plata”, más allá de todo lo emotivo que representa el Cúcuta para sus seguidores.
Entonces, “con dicha tutela el objetivo es que la Superintendencia obligue a esos acreedores a recibir la plata, pero pare el proceso de liquidación del Cúcuta como sociedad y recupere ese reconocimiento deportivo que perdió para que vuelva a jugar”, explicó el abogado.
Tendencias
Sin embargo, Bernate señaló que considera que no hay posibilidad de que la acción de tutela prospere, porque es difícil que los acreedores acepten menos dinero del que les deben.
“El juez no va a resolver si alguien tiene o no la razón, sino si los derechos fundamentales del Cúcuta Deportivo como empresa se están viendo afectados por el hecho de que los acreedores no hayan recibido esos 1.500 millones de pesos”, explicó.
“Aquí la alternativa no está en aferrarse a un proceso que está cada vez más complicado, sino en ser creativos”, sostuvo Bernate y para él no tiene sentido generar ilusión a tantas personas que admiran al equipo, cuando esta tutela no tiene una verdadera cabida.
Cabe recordar que la Superintendencia de Sociedades, dentro del proceso de reorganización que adelanta, según estableció el Juez del Concurso de la entidad, decretó la liquidación judicial de la sociedad. Según la entidad, debido al incumplimiento y a la falta de subsanación de las obligaciones del acuerdo de reorganización.
Las deudas que llevaron a este club a acogerse a la ley de insolvencia estaban relacionadas con pagos atrasados al Sistema de Seguridad Social, deudas con la DIAN y acreencias con la Alcaldía de Cúcuta y con el Instituto de Recreación y Deporte de la capital nortesantandereana. Estas dos últimas fueron precisamente las obligaciones en las que enfatizó la SuperSociedades. En el caso de la Alcaldía, la deuda rondaría los 540 millones de pesos, mientras que la obligación con el Instituto asciende a 910 millones de pesos.
De acuerdo con lo establecido por la SuperSociedades, “con el inicio del proceso de liquidación judicial, el liquidador que sea designado por la Superintendencia de Sociedades asumirá la representación legal de la deudora y deberá actualizar el inventario de activos y pasivos de la sociedad para adelantar todas las gestiones para el pago de los acreedores con cargo a los bienes existentes”.
El acuerdo de reorganización al que se sometió el club empezó en 2013. Para ese entonces, la sociedad tenía acreencias vencidas –a más de 90 días– por 14.101 millones de pesos, cifra que si hoy todavía suena astronómica, en ese entonces lo era aún mas.
Desde ese momento, hace 7 años, acogerse a la Ley de Insolvencia implicaba buscar soluciones a las dificultades financieras, pues someterse a un proceso de reorganización en la SuperSociedades da tregua para que los acreedores esperen por el pago de las obligaciones. Mientras tanto, el club continuaba en actividad, intentando normalizar sus relaciones comerciales y crediticias.
El problema fueron los reiterados incumplimientos. En octubre, por ejemplo, el Ministerio del Deporte también habló de incumplimientos laborales. Y, finalmente, la SuperSociedades no aceptó más aplazamientos.