Maradona
En esta foto de archivo del 10 de octubre de 2009, bajo una lluvia torrencial, el entrenador argentino Diego Maradona mira hacia arriba bajo la lluvia torrencial durante un partido de fútbol de clasificación para la Copa Mundial 2010 contra Perú, en Buenos Aires. Argentina ganó 2-1. El gran futbolista argentino que estuvo entre los mejores jugadores de la historia y que llevó a su país al título de la Copa del Mundo de 1986 antes de luchar más tarde contra el consumo de cocaína y la obesidad, murió de un ataque cardíaco el miércoles 25 de noviembre de 2020 en su casa en Buenos Aires. Aires. Tenía 60 años. Foto: AP / Natacha Pisarenko. | Foto: AP

DEPORTES

“Yo no soy ejemplo para nadie”: Las últimas confesiones de Diego Maradona a un sacerdote

El religioso Gustavo Rubio habló de su relación con el futbolista, a quien conoció en el último año de su vida.

2 de diciembre de 2020

No paran de aparecer personas cercanas a Diego Armando Maradona, que han contado detalles de los últimos días de la vida del futbolista, fallecido hace una semana a los 60 años. El sacerdote Gustavo Rubio habló sobre su relación con el 10, a quien conoció en el último año.

En diálogo con Gustavo Sylvestre, en su programa radial Mañana Sylvestre en Radio 10, el sacerdote Gustavo Rubio habló de sus encuentros con el exfutbolista, a quien conoció cuando empezó a dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata.

“Diego me pidió que lo bendijera a él para lo que fuera a vivir. Me dijo que lo único que quería era paz”, dijo el sacerdote sobre su encuentro con Maradona en septiembre pasado cuando empezó a dirigir al Lobo.

De acuerdo con el relato del religioso, fue el mismo Diego el que pidió contar con la presencia de un sacerdote en el acto de presentación, lo que le causó sorpresa.

Me llamó la atención que Maradona llamara a un cura. Pensé mal, pensé que era para sacar la mufa, y no. Cuando llegamos, lo esperamos un rato, y cuando nos encontramos me llamó mucho la atención que me pidió que lo bendijera a él y al equipo de parte de Dios, pero a él en especial para su vida y lo que viviera de ahí en adelante”, dijo Rubio el medio radial argentino.

Lo que más impactó al sacerdote es que Maradona reconoció que no era una persona ejemplar y aceptó los errores que cometió a lo largo de su vida.

Yo me mandé muchas cagadas en la vida, muchas, y me arrepiento, pero tuve cosas buenas en la vida”, fue lo que le habría dicho Maradona a Rubio, que agregó: “A mí me impresionó que Diego pudiera reconocer las faltas, las macanas que uno se manda, y me dijera: ‘Yo no soy ejemplo para nadie’. Era importante que quisiera reconocer sus límites y su pequeñez”.

Esta no es la primera vez que Maradona aceptaba sus errores. Una de las ocasiones más recordadas fue cuando dejó la frase “la pelota no se mancha”, refiriéndose a que los problemas de su vida personal no podían relacionarse con sus importantes logros en las canchas.

El sacerdote tuvo un obsequio especial para el astro del fútbol. Se trató de un recipiente con aceite, pues según él mismo le contó: “Cuando a su mamá, doña Tota, la vida se le ponía muy dura, iba a la parroquia y el cura le daba ‘el aceite’ para llenarla de fuerza y salir adelante”.

Cada vez que hablaba de ellos lo hacía con mucha admiración, con mucho cariño, se le llenaban los ojos de lágrimas”, dijo Rubio.

“Maradona me contó que su vuelta a la Iglesia estuvo inspirada sobre todo por la vida y fe de su madre, que ella aprendió la fe simple y quería ponerla en práctica”, concluyó el sacerdote.