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Manchester City destrozó el sueño de Fluminense y es campeón del mundo: así le fue a Jhon Arias
Desde el minuto 1 ya se había inclinado la balanza en la final del Mundial de Clubes.
Manchester City cumplió con las expectativas y se coronó campeón del Mundial de Clubes en una final que empezó a ganar desde los 40 segundos, gracias al gol tempranero del argentino Julián Álvarez.
Más se demoró el ‘show’ previo protagonizado por el DJ David Guetta, que el primer tanto en subir al marcador. A pesar de la arenga que fue televisada en directo por las cámaras de la Fifa, el equipo brasileño saltó con otro ritmo al campo de juego y se vio encerrado desde el arranque del compromiso.
El señalado por ese gol de camerino fue Marcelo, justamente el de más experiencia en este tipo de partidos. Luego de un rechace desafortunado al centro del campo, la pelota le cayó al defensor Nathan Aké, quien remató de media distancia y estrelló el balón en el vertical derecho del arco de Fluminense.
Pero la fortuna no les sonrió a los brasileños a pesar de salvarse en primera instancia. La pelota de Aké rebotó hacia el frente y le cayó a Álvarez, que se dobló las rodillas y dejó que la pelota le impactara en el pecho para, de esa forma, mandarla al fondo de la red.
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Con el 1-0 en el marcador, el City manejó los hilos del partido a su antojo. Ni siquiera las escapadas de Jhon Arias, que volvió a ser lo más peligroso del ‘Flu’, logró inquietar la portería defendida por Ederson.
Los dirigidos por Pep Guardiola empezaron entonces a aplicar el segundo punto del plan: tomar la pelota y pasearla por todo el campo hasta encontrar el espacio que les permitiera marcar el segundo.
Tras un dominio inconmensurable, Manchester City marcó de nuevo de la manera menos sospechada. Al minuto 27′, Rodri se inventó un pase quirúrgico para habilitar a Phil Foden dentro del área con espacio para definir a puerta.
El delantero inglés, canterano de los citizens, prefirió buscar un pase más al segundo palo y lo que terminó encontrando fue el desvío desafortunado de Nino, que descolocó a su portero y puso en contra el 2-0 en el marcador.
Manchester City, campeón del Mundial de Clubes
Luego del descanso, Fernando Diniz, técnico del elenco brasileño, se la jugó por el resultado y mandó a la cancha a Kennedy, que había sido el héroe de la final de la Copa Libertadores frente a Boca Juniors.
La idea era aprovechar los espacios que generaba Arias y ganar la espalda de la defensa con Kennedy y Germán Cano libres para rematar. Aunque el plan se cumplió por momentos, fueron pocas las oportunidades de gol que tuvo Fluminense y, en cambio, mucho el esfuerzo por tratar de robarles el balón a sus rivales.
Desesperado por el empate, el equipo suramericano dejó espacios en el fondo y sufrió el tercero sobre los 72 minutos. Esta vez fue Julián Álvarez el que se vistió de asistidor para mandar un balón cruzado dentro del área y habilitar a Foden para que solo la tuviera que empujar en el segundo palo.
Ya sin nada que perder, Fluminense salió al frente buscando el gol del honor, que, desafortunadamente, nunca llegó. Lo que sí pasó fue el cuarto de la noche, otra vez obra de Álvarez, que recibió al borde del área, enganchó y remató cruzado decretando el 4-0 final.
Manchester City transitó sin sobresaltos hasta el pitazo final que lo coronó como campeón del mundo por primera vez en su historia, cuarta en el palmarés de Guardiola, al que se le sigue llenando la vitrina de títulos con solo la tarea pendiente de tener una experiencia a nivel de selecciones.
Producto de la maravillosa temporada pasada, el City sumó la Premier League, la Champions, la FA Cup y ahora el Mundial de Clubes, corona que desde la próxima edición pasará a tener más partidos y más equipos participantes.