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Estas son las sanciones económicas que se imponen en el Giro de Italia 2025
Los oficiales anuncian, por medio de un comunicado de prensa, las violaciones a las normas de la competencia.
El Giro de Italia, una de las tres grandes vueltas del ciclismo mundial junto al Tour de Francia y la Vuelta a España, es una competencia de alta exigencia no solo física, sino también reglamentaria.
En su edición 2025, la organización ha mantenido un estricto sistema de sanciones económicas destinado a garantizar el cumplimiento de las normas técnicas, deportivas y éticas por parte de los corredores y sus equipos.
Por medio de su portal web se pueden conocer las sanciones a las violaciones del reglamento.
Las sanciones económicas impuestas durante el Giro pueden derivarse de múltiples infracciones. Algunas de las más comunes incluyen el comportamiento antideportivo, el uso indebido del mobiliario urbano, el desecho inadecuado de residuos, y las irregularidades en los puntos de avituallamiento.
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Por ejemplo, lanzar bidones fuera de las zonas designadas puede implicar multas que oscilan entre los 200 y 500 euros, dependiendo de la gravedad y la reincidencia.
Otra fuente frecuente de penalización económica son las infracciones técnicas. Esto incluye el uso de bicicletas que no cumplen con las regulaciones de la UCI, como dimensiones incorrectas, accesorios prohibidos o fallas en los dispositivos electrónicos de control.
Estas infracciones pueden derivar en sanciones de hasta 1,000 euros, además de posibles penalizaciones deportivas como la pérdida de tiempo o incluso la descalificación.
En cuanto a la conducta del pelotón, el Giro de Italia 2025 ha sido especialmente estricto en lo que respecta a los sprints intermedios y las llegadas masivas.
Los movimientos peligrosos, cambios de línea sin causa justificada o el bloqueo intencionado a otros corredores pueden conllevar sanciones económicas de 500 a 1,200 euros, sumadas a penalizaciones de tiempo o pérdida de posiciones en la etapa. La seguridad de los corredores es una prioridad, y los comisarios están facultados para aplicar sanciones de forma inmediata.
Los directores de equipo tampoco están exentos. El mal comportamiento desde los vehículos de asistencia, las instrucciones inapropiadas por radio o la interferencia en el desarrollo de la carrera también son motivo de sanción económica, con multas que pueden alcanzar los 2,000 euros.
Además, en casos graves, pueden perder temporalmente la acreditación para seguir la carrera desde los coches. Un capítulo aparte merecen las violaciones al reglamento antidopaje y los controles médicos.
Aunque las sanciones por dopaje son principalmente deportivas (exclusión, suspensión, pérdida de resultados), también implican multas económicas que, en casos extremos, pueden superar los 10,000 euros. La organización del Giro trabaja en conjunto con la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje para mantener la integridad del deporte.
