Economía

Aranceles: a la espera de las negociaciones con EE. UU., las perspectivas de crecimiento de Colombia se podrían afectar a la baja. ¿Por qué?

Después de un inicio de año con un dinamismo notable en materia económica, para Corficolombiana este impulso se verá contrarrestado por el impacto del contexto internacional y la incertidumbre comercial.

15 de abril de 2025, 10:47 a. m.
minería, petroleo, comercio agricultura Doland Trump Gustavo Petro
El incremento de aranceles que anunció Doland Trump podría afectar el crecimiento de la economía colombiana. El Gobierno de Gustavo Petro ya abrió la puerta para una negociación con la Casa Blanca. | Foto: AP / Adobe Stock

La tormenta comercial que desató el presidente Donald Trump con el incremento de aranceles, provocó una ola de incertidumbre y zozobra en torno al futuro de las relaciones comerciales, pero más especialmente del comportamiento del crecimiento global y las amenazas de una posible recesión.

Aunque la Casa Blanca anunció una pausa de 90 días en la aplicación del incremento de los aranceles, y los dejó a todos en un mínimo de 10 %, a la espera de las negociaciones que se adelanten con los diferentes países. En esta nueva etapa de la guerra comercial, quedó por fuera China, único país que respondió también con incrementos a las determinaciones que se tomaron desde Washington.

Una escalada de aranceles se vive entre los dos gigantes de la economía mundial: China aumentó los aranceles de productos estadounidenses a su país en 125%, en tanto que Washington los trepó a 145%, en un conflicto comercial que no da tregua. | Foto: Redacción de El País

La respuesta del dragón chino fue retaliatoria contra la Casa Blanca y se dio una escalada arancelaria que llevó a Pekín a aumentar los aranceles de productos estadounidenses a su país en 125 %, en tanto que Washington los trepó a 145 %, en un conflicto comercial que no da tregua.

¿En qué queda Colombia en este contexto? Por una parte, ante la expectativa de la negociación en materia de aranceles, una vez radicada la comunicación del Gobierno de Colombia ante Estados Unidos para comenzar un proceso de diálogo y negociación tendiente a reducir o eliminar los aranceles del 10 % para las exportaciones del país.

Según la presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, tanto las órdenes ejecutivas como las declaraciones del presidente Donald Trump han dejado claro que los aranceles buscan abrir una puerta a la negociación.

“Colombia parte de unas ventajas que es importante resaltar. Primero, tenemos un acuerdo comercial vigente que ha demostrado ser beneficioso para ambos países. Segundo, Estados Unidos tiene un superávit comercial con Colombia. Tercero, nuestra oferta exportadora es complementaria, no sustituye los productos estadounidenses, lo que significa que no representamos una amenaza para su producción local”, dijo Lacouture.

Pero también describió lo que en comercio se llaman “los temas claves irritantes”: “Con Estados Unidos se han planteado más de 10 puntos pendientes y seguramente serán puntos de partida para priorizar en los procesos que se requieren, que logren que Colombia entre a una negociación. Se incluyen temas como la certificación de autopartes, el impuesto ad valorem, a la importación de leche en polvo, el cumplimiento de compromisos en propiedad intelectual, la lucha contra la falsificación de productos y el impuesto por presencia económica significativa entre otros.

Los avances concretos en estos puntos serán determinantes para que Colombia pueda entrar en una negociación que le permita excluir o reducir ese arancel del 10 %, dijo y llamó a un trabajo “mancomunado entre el sector público y el sector privado. Esta es la mejor estrategia para defender el acceso preferencial al mercado estadounidense y proteger el empleo de la inversión en Colombia”.

La presidenta de AmCham, Maria Claudia Lacoututre, llamó a un trabajo “mancomunado entre el sector público y el sector privado. Esta es la mejor estrategia para defender el acceso preferencial al mercado estadounidense y proteger el empleo de la inversión en Colombia”.

Sin embargo, mientras se surten estos procesos la incertidumbre está a la orden del día y los distintos analistas ya empiezan a revisar sus proyecciones para el resto del año y lo que puede pasar con los distintos sectores productivos.

Corficolombiana, en su más reciente informe, señaló que hasta hace una semana proyectaba un crecimiento de 2,6 % para la economía colombiana en 2025, en un contexto de recuperación gradual. En ese escenario, anticipaba que todas las grandes ramas de la actividad económica presentarían una variación positiva, a excepción de minas y canteras. Destacaba especialmente la recuperación de sectores estratégicos como la industria manufacturera, que revertiría dos años consecutivos de caídas para crecer un 1,8 %. Por su parte, comercio mostraría un repunte significativo, al pasar de un modesto crecimiento del 1,4 % en el año anterior (y de caer 3,6 % en 2023) a un 4,6 %, consolidándose como el sector de mayor crecimiento económico en 2025. Finalmente, tras mostrar el mayor registro en 2024 (8,1 %), el sector agropecuario crecería más que el PIB en 2025 (3,5 %).

Sin embargo, ahora el panorama empieza a ensombrecerse y el impacto está por determinarse. Pero ya hay un anticipo de lo que vendría: el nuevo escenario generó que la probabilidad de una recesión en Estados Unidos haya aumentado desde el 40 % a 60 %, según J.P. Morgan, ubicando los tesoros en el punto más bajo desde el último trimestre del año anterior.

El impacto del menor dinamismo económico mundial comenzará a reflejarse en el desempeño de la economía colombiana, dado su nivel de apertura y dependencia con los mercados internacionales, explica Corficolombiana. Y la descripción del contexto es clara: la desaceleración del comercio global, en un entorno de mayores barreras comerciales y menor demanda externa, podría poner freno a la recuperación de varios sectores de la economía, especialmente aquellos con alta vocación exportadora o con altos encadenamientos productivos.

A partir de un análisis de indicadores de dependencia al comercio internacional y de interrelación económica, la entidad identificó que los sectores que se verían más afectados en un escenario de creciente incertidumbre global serían minas y canteras, industria, comercio y agropecuario, que en conjunto representan el 40% de la economía nacional.

“El sector de minas y canteras presenta el mayor grado de orientación exportadora dentro de la economía colombiana, dado el peso de las exportaciones sobre su producción. Por su parte, tanto la industria manufacturera como el sector agropecuario se destacan por tener una alta representatividad tanto en exportaciones como en la utilización de bienes importados dentro de sus procesos productivos. Sectores como el comercio y la construcción, aunque cuentan con una baja vocación exportadora, tienen una participación significativa de las importaciones dentro de sus actividades. Finalmente, los sectores de servicios muestran una participación marginal en los flujos de comercio internacional, reflejando su carácter mayoritariamente doméstico y no transable”, asegura el estudio.

Cesar Pabón
César Pabón, director de Estudios Económicos de Corficolombiana, señaló que el impulso que traía la economía en los primeros meses de este año, se ve contrarrestado por el impacto del contexto internacional, que probablemente tendrá efectos más directos sobre la economía en el segundo semestre. "Nuestro sesgo es bajista, aunque estamos a la espera de una confirmación". Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO / SEMANA

Los sectores más integrados a las cadenas globales de valor o con altos encadenamientos productivos serán más susceptibles a los choques externos, mientras que aquellos con una orientación más doméstica y menores encadenamientos podrían mostrar una mayor resiliencia relativa, advierte el informe.

“Los sectores de minas y canteras, industria, comercio y agropecuario serían los más afectados en este escenario. Este punto es particularmente relevante, ya que el primero —minas y canteras— es el único sector que, incluso sin un choque externo, ya se proyectaba con una contracción en 2025. Por su parte, la industria manufacturera venía mostrando señales de recuperación tras dos años consecutivos de resultados negativos, mientras que el comercio, tras una caída en 2023 y un bajo crecimiento en 2024, estaba proyectado como el sector más dinámico en 2025. Finalmente, aunque se esperaba una desaceleración en 2025 (de 8,1 % en 2024 a 3,5 % en 2025), se estimaba que el sector agropecuario creciera más que el PIB”, agrega el análisis.

Es decir, explica Corficolombiana, la mayor incertidumbre global tendería a frenar el ritmo de la demanda internacional por bienes colombianos, afectando principalmente a los sectores orientados a la exportación. Adicionalmente, este entorno de alta volatilidad se traduce en una mayor depreciación del peso colombiano, lo que encarecería las importaciones en moneda local. “En consecuencia, los sectores que dependen en mayor medida de insumos, bienes de capital o servicios importados enfrentarían un aumento en sus costos de producción, con posibles efectos negativos sobre la inversión”, asegura el estudio.

La incertidumbre derivada de la política comercial del presidente Trump podría afectar el desempeño económico de Colombia principalmente a través de dos canales: un menor crecimiento de la economía mundial y un aumento en la tasa de cambio. GETTY.

¿Qué va a pasar, entonces, con el crecimiento de la economía en Colombia? “Puedo advertir que el año comenzó con un dinamismo notable, mucho mayor al que anticipábamos. Sin embargo, este impulso se ve contrarrestado por el impacto del contexto internacional, que probablemente tendrá efectos más directos sobre la economía en el segundo semestre. Nuestro sesgo es bajista, aunque estamos a la espera de una confirmación. En cualquier caso, la proyección aún se mantiene en 2,6 %”, señaló César Pabón, director de estudios económicos de Corficolombiana,

En conclusión, la incertidumbre derivada de la política comercial del presidente Trump podría afectar el desempeño económico de Colombia principalmente a través de dos canales: un menor crecimiento de la economía mundial y un aumento en la tasa de cambio. El impacto sobre los distintos sectores dependerá, en gran medida, de su grado de exposición directa al comercio internacional, así como de su nivel de interrelación con otras actividades económicas.