ECONOMÍA
¿Es el comienzo del fin de las aeronaves gigantes?
A la crisis en el transporte aéreo que trajo consigo el coronavirus, se suma el cambio cultural con el aislamiento. A los aviones grandes, en los que debe volar mucha gente para que valga la pena el costo de operación, no se les medirán muchos turistas.
El coronavirus cambió todo, pero los retos son mayores para las actividades como las del transporte aéreo, en las que el desarrollo tecnólogico había apuntando a diseñar y producir aeronaves gigantes. Pero todo indica que estas ya no tendrán cabida en medio de un panorama que exige distancia social y reducción de aglomeraciones.
Las aeronaves tipo Boeing 747 irrumpieron en los años 70 y el Airbus A380 llegó en 2007, causando sorpresa a los espectadores por su enorme tamaño y capacidad. Pero ahora, su fin puede estar más cerca de lo previsto.
De hecho, durante esta semana se conoció la noticia de que, en Chicago, el jefe de Boeing, Dave Calhoun, habló con sus empleados y les comunicó la decisión de detener la producción del icónico 747.
Según el portal de noticias DW, se trata de un “un capítulo final de rápido desenlace para los dos tipos de aviones más grandes del mundo”, cuyo agónico momento está siendo acelerado por la crisis del nuevo coronavirus, teniendo en cuenta que ya venía la preocupación por la ineficiencia de las aeronaves gigantes, que no lograban el equilibrio necesario entre el costo beneficio.
Despedida dolorosa
En Colombia, de acuerdo con información suministrada por la Iata, gremio que representa a las empresas del transporte aéreo, no viene ningún avión A380, en parte porque la infraestructura aeroportuaria no da para ello.
Pero en el resto del mundo, para muchas personas la despedida de las aeronaves gigantes sería dolorosa. Por ejemplo, DW cita el caso de los australianos, que tenían lágrimas en los ojos cuando recientemente fueron testigos del último despegue de una nave de Qantas, un Boeing 747, en el aeropuerto de Sídney.
Para los australianos, estas aeronaves son parte de un recuerdo afectuoso, pues antes del comienzo de la era 747, la mayoría de viajeros solo podían llegar al mundo exterior en barco, según declaraciones obtenidas por DW.
Una de las aerolíneas australianas más populares, Qantas, tenía un total de 77 jumbos con el logo del canguro en la cola. El fin de la era de las aeronaves gigantes se dio con vueltas de honor sobre la Ópera de Sídney.
Casi en simultáneo, British Airways anunció sorpresivamente en Gran Bretaña el inmediato fin del Boeing 747, que en realidad estaba previsto para 2024. Con esto quedaba claro: "La intempestiva decisión marca el final de 50 años de reinado del jumbo jet", según el diario ‘Financial Times‘, citado por DW.
¿Quedarán para museo?
Entre los británicos, no hubo tiempo para despedidas, pues la mayoría de los últimos 31 aviones Boeing 747 en esa zona ya están estacionados en España, donde serán desmontados.
Antes de British Airways, su competidor local Virgin Atlantic ya había retirado sus jumbos, tal como lo hizo también en primavera la holandesa KLM.
En el caso de Lufthansa, queda ahora como el mayor operador del mundo del 747 con sus 30 jumbos.
Así las cosas, la covid-19 acelera el fin de las aeronaves gigantes. En la peor de las crisis para el transporte aéreo en sus más de 100 años de historia, de la cual no saldrán sino hasta el 2024, según calcula la Iata, ya se habían vuelto algo costoso de operar antes de la pandemia. Ahora, con mayor razón, cuando probablemente se quedará para siempre la idea de no estar metido en un avión con tanta gente, las aeronaves gigantes están en camino de quedar como piezas de museo.