Economía
Bank Of America se suma a las voces de preocupación por las cuentas fiscales de Colombia y advierte que los riesgos pueden ser mayores
Aunque el Gobierno ha señalado que habría cumplido la regla fiscal en 2024, para diversos analistas las cuentas no dan.

A principios de febrero, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público advirtió, en su actualización del Plan Financiero, que el déficit del Gobierno Nacional Central en 2024 se ubicó en 6,8% del PIB, 2,6 puntos porcentuales por encima del dato observado en 2023.
La cartera de las finanzas reconoció así las dificultades fiscales, al señalar que este resultado “refleja los importantes retos fiscales, presupuestales y de liquidez que enfrentó el Gobierno tras una caída inédita en el recaudo tributario, lo que afectó el financiamiento del Presupuesto General de la Nación 2024″.
Sin embargo, advirtió que se implementaron una serie de ajustes que incluyeron un recorte presupuestal voluntario sin precedentes de $28,4 billones y “un manejo riguroso” de los recursos de la Tesorería, lo que permitió mitigar el crecimiento del déficit fiscal. “Esta cifra cumple con la Ley de la Regla Fiscal e incorpora una serie de Transacciones de Única Vez (TUV) aprobadas por el CONFIS, las cuales fueron conocidas anticipadamente por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF)”.

Esta afirmación va en contravía de muchos analistas que han manifestado su preocupación por la situación fiscal, incluso en un año preelectoral que tendría la tentación del Gobierno de aumentar el gasto, pero en medio de unas apretadas cuentas e ingresos.
Para 2025, el Gobierno estima que el déficit fiscal se reducirá a 5,1% del PIB, “en pleno cumplimiento de la Regla Fiscal”. El mayor déficit proyectado responde al incremento esperado en el gasto por intereses. El escenario de 2025 también contempla un aplazamiento de gasto primario por $12 billones, dijo el Ministerio de Hacienda, luego de que el Congreso decidiera no debatir la Ley de Financiamiento propuesta por el Gobierno para potenciar la reactivación económica mediante inversión pública. Asimismo, la cartera de las finanzas públicas prevé un crecimiento de los ingresos en línea con la recuperación inercial del recaudo tributario y un mayor recaudo por gestión. La deuda neta se ubicaría en torno al 60,6% del PIB, ligeramente superior al 60,0% estimado para 2024.
Con todo este escenario como base, el Bank Of America se pronunció y advirtió que el plan financiero de 2025 de Colombia trajo malas noticias al mercado en febrero con argumentos sin precedentes (mala suerte y errores de política) para flexibilizar la regla fiscal.
Aunque el ministerio en su informe señaló que se habría cumplido la norma si se consideran ciertas transacciones extraordinarias, para Bank Of America, la regla fiscal está perdiendo su significado.

Para esta institución financiera, Colombia nunca había experimentado una disminución de los ingresos tributarios durante un año con un crecimiento positivo del PIB, por lo que considera este evento altamente atípico como una transacción de única vez. “Nuestra interpretación es que, en otras palabras, la ‘mala suerte’ ahora se considera una transacción de única vez”, señaló el banco, al tiempo que calificó de “subjetivas” las transacciones extraordinarias, y como una excusa para los altos déficits fiscales.
Advirtió que los riesgos fiscales podrían ser peores a los que estaban estimando y señaló que la situación fiscal plantea riesgos al peso y a la inflación que, además podrían representar que no se reduzcan de manera más rápida las tasas de interés, afectando el crecimiento de la economía.
El Gobierno justificó la situación con una caída del impuesto de renta del carbón, una disminución en el impuesto de renta de persona naturales y una sentencia del Consejo de Estado sobre deducciones tributarias.
Criticó también que el mismo gobierno considerara como explicación la decisión en su momento del ministro José Antonio Ocampo de anticipar los ingresos tributarios de 2024 para 2023, afectando los ingresos fiscales de 2024.
La meta del Gobierno de una reducción del déficit de 5,1% del PIB, la considera Bank Of America, como optimista y calcula que se reduzca al 6% desde el 6,8% del año pasado. Eso representaría que el ajuste no sería suficiente.

Ya el Carf había advertido que el balance primario habría cerrado en 2024 alrededor de 21 billones de pesos por debajo de la meta del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).
“El déficit fiscal del gobierno en 2024 habría superado considerablemente la meta establecida en el MFMP. Este resultado estaría relacionado con menores ingresos tributarios y un mayor gasto primario del Gobierno Nacional Central”, agregó la Carf.
Las cuentas son las siguientes, de acuerdo con las estimaciones del Carf: los ingresos tributarios acumulados hasta noviembre estuvieron 10,8 billones de pesos por debajo de lo proyectado en el MFMP, mientras que el gasto primario total del Gobierno Nacional Central durante 2024 se estima en 313,7 billones de pesos, superior al nivel previsto en el MFMP, que había sido de 303,9 billones de pesos.

A juicio del CARF el cumplimiento de la regla fiscal en 2025 y la estabilización de las finanzas públicas requiere un ajuste fiscal adicional de alrededor de 40 billones de pesos, ajuste que se explica por una posible sobreestimación de los ingresos proyectados en el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2025.