Población

Casi uno de cada cinco colombianos vive solo. ¿Esto qué significa para el país?

Cada vez más personas deciden vivir sin compañía, una tendencia global, pero que implica grandes desafíos en términos sociales y demográficos. Un reto adicional para la oferta de vivienda.

Laura  Charry

Laura Charry

Editora Central

8 de marzo de 2025, 4:00 a. m.
En Colombia son más los hombres que viven solos que las mujeres que optan por esa opción. Esta tendencia tiene una mayor demanda de viviendas individuales en un país donde no hay suficientes techos.
En Colombia son más los hombres que viven solos que las mujeres que optan por esa opción. Esta tendencia tiene una mayor demanda de viviendas individuales en un país donde no hay suficientes techos. | Foto: Srdjan - stock.adobe.com

En medio de la polémica entre el Distrito y la nación por unas normas ambientales que dejó la exministra Susana Muhamad antes de salir de su cargo, que pondrían en entredicho la construcción de nuevas viviendas en la sabana de Bogotá, ha crecido la preocupación por un silencioso cambio demográfico que está experimentando el país y que se vería muy afectado por la mencionada disputa.

Se trata del creciente número de colombianos que viven solos, aumentando la demanda de vivienda y conformando lo que técnicamente se denomina como hogares unipersonales. Las cifras más recientes del Dane muestran que 3,4 millones de personas no comparten su techo con nadie. Ellos representan el 19 por ciento de los 18,7 millones de hogares que tiene el país, pero en 2005 eran el 11,2 por ciento. Las proyecciones indican que en 2035 los hogares unipersonales pueden llegar a ser el 23 por ciento del total.

Los hogares unipersonales cada vez representan un porcentaje más alto del total de hogares del país. | Foto: karrastock - stock.adobe.com

Esto impacta la natalidad, ya que, aun cuando dentro de este grupo se encuentran divorciados que se separan de sus hijos y exparejas, o quienes han quedado viudos, una parte significativa de quienes viven solos optan por no tener hijos. Valoran la libertad que les ofrece su estilo de vida independiente.

A diferencia de países como Estados Unidos, donde los hijos suelen dejar el hogar temprano para ir a estudiar y, desde entonces, vivir de forma independiente (los hogares unipersonales representan allí el 28 por ciento del total), en Colombia tardan más en salir del hotel mamá. Esto ocurre generalmente cuando ya cuentan con ingresos suficientes, lo que lleva a muchos a establecerse solos desde que se separan de sus padres.

CAMILO HERRERA Fundador de Raddar
Camilo Herrera, fundador de Raddar | Foto: cortesía

El problema de vivir solo es que no es eficiente desde el punto de vista económico al no tener la posibilidad de poder compartir los gastos”, explica Camilo Herrera, fundador de la firma Raddar y experto en temas de consumo. En su concepto, la creciente cantidad de gente que vive sola requiere un cambio en la mentalidad de las empresas, que deberán vender cada vez más presentaciones individuales de sus productos.

Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, dice que el hecho de que ya casi uno de cada cinco hogares sea habitado por una sola persona se traduce en cambios en la oferta de vivienda, así como en su diseño, que se reduce en términos de áreas, pues se necesita menos espacio individual y más zonas comunes. Asimismo, este grupo busca viviendas en zonas claves de las ciudades (por ejemplo, muy cerca del transporte masivo) y no en las afueras. “El resultado es que las áreas cercanas a los 36 metros cuadrados ya representan un 14 por ciento de nuestra oferta y hace unos cinco años eran apenas el 5 por ciento, una prueba de la gran incidencia de este cambio demográfico en el mercado inmobiliario”, explica el dirigente gremial. Añade que en su más reciente estudio de demanda encontraron que, de los visitantes a las salas de ventas en Bogotá, 12 por ciento eran hogares unipersonales, mientras que en Cundinamarca esa cifra era de 5 por ciento, en parte porque allí hay áreas más grandes.

piedad urdinolaDirectora del Dane
Piedad Urdinola, directora del Dane | Foto: guillermo torres-semana

Piedad Urdinola, directora del Dane, ratifica que los hogares unipersonales son una tendencia internacional asociada al proceso de transición demográfica, en el que se ha evidenciado la creación de múltiples organizaciones familiares. Señala que en el país hay más hombres que mujeres viviendo sin compañía.

“La reducción del tamaño de los hogares se ha intensificado en las últimas décadas junto con un significativo incremento en la edad media de la maternidad, que se asocia a procesos de mayor autonomía sobre la tenencia de los hijos por parte de las mujeres”, dice Urdinola.

| Foto: fuente: Encuesta de calidad de vida del dane

Asimismo, la Encuesta de calidad de vida del Dane (la más reciente es de 2023) muestra que Putumayo es el departamento que tiene la mayor proporción de hogares unipersonales, con 29 por ciento del total, seguido de Amazonas y Cauca.

Caso contrario es el del Atlántico, con apenas el 9,6 por ciento de sus viviendas habitadas por una sola persona. Los otros dos departamentos con menos colombianos viviendo solos son Vaupés y Magdalena.

¿Cómo enfrentar los cambios?

Herrera, de Raddar, opina que más gente viviendo sola (que no es lo mismo que en soledad) tiene muchas aristas, pues provoca problemas de economías de escala, dado que un arriendo o un crédito hipotecario queda a cargo de un solo individuo, lo que requiere un mayor esfuerzo financiero.

Paralelamente, hay oportunidades, pues quienes cuentan con los recursos suficientes para vivir solos también tienen más capacidad para gastar en turismo y entretenimiento. En el ámbito de las políticas públicas, Herrera propone eliminar los procesos en los que la persona debe llevar un acompañante; y en el ámbito médico y legal, definir el tema de las herencias, así como crear líneas de atención emocional para personas que viven solas.

Edwin chirivíGerente de Camacol Bogotá
Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá | Foto: juan carlos sierra-semana

Chiriví agrega que, a futuro, el sector constructor también se debe preparar, pues, si a los hogares unipersonales se suman los que tienen dos personas y mascota, eso ya da 35 por ciento de los hogares del país, lo que implica que cada vez hay más familias sin hijos. “Ahí tenemos un gran desafío en el volumen de construcción de nuevas unidades de vivienda, pero también una discusión importante sobre el tipo de producto inmobiliario que debemos ofrecer a ese creciente grupo de la población”, asegura.

La directora del Dane precisa que más gente viviendo sola es un fenómeno correlacionado con el desarrollo económico del país, el incremento del ingreso per cápita, el grado de industrialización, la flexibilidad en los arreglos familiares, la generación de oportunidades de ascenso social y la concepción sobre la formación de alguna de las tipologías de hogar. No obstante, la predilección por familias menos extensas está condicionada al nivel de ingreso familiar o individual y la estabilidad en los precios de los arriendos residenciales.

Por todo lo anterior, si se frena la expansión de nuevas viviendas en la sabana de Bogotá o en otras ciudades, los precios se encarecerán más, complicando el deseo de muchos de hacer una vida individual.