Entrevista

Codirectora del Banco de la República, nombrada por Petro, asegura que ningún ministro ha tenido injerencia en sus decisiones

La economista Olga Lucía Acosta habla de lo que viene con los nuevos integrantes de la junta del Emisor, recién elegidos por el presidente.

22 de febrero de 2025, 4:00 a. m.
Olga Lucía Acosta, codirectora del Banco de la República | Foto: juan carlos sierra-semana

SEMANA: Colombia enfrenta un difícil momento fiscal. Pareciera que damos vueltas sobre lo mismo: reformas tributarias, rezago presupuestal. No parece haber cambios. ¿Qué pasa?

OLGA LUCÍA ACOSTA: En el país hay un problema estructural en las finanzas públicas y no se ha resuelto desde hace mucho tiempo. La prueba es que cada año y medio las administraciones han tenido que hacer una reforma tributaria o una ley de financiamiento. En condiciones más graves han tenido que acudir a un impuesto al patrimonio, que a veces se llama impuesto de guerra, de paz o bono de seguridad. Por ello, el tema fiscal hay que juzgarlo con perspectiva. Las administraciones van teniendo unos márgenes dentro de los cuales pueden moverse, y para eso es la regla fiscal, para evitar que se sobrepasen. Obviamente, hoy las cifras asustan. El mismo ministro de Hacienda lo ha reconocido: tenemos un problema fiscal y hay que mirarlo a la cara. No se va a solucionar en la coyuntura, podemos mejorar. La senda de consolidación fiscal hay que monitorearla.

SEMANA: ¿Cree que sea quien sea el presidente que llegue en 2026 no podrá hacer mucho?

O.A.: No va a poder solucionar algo que es estructural. Es algo con lo que tienen que lidiar todas las administraciones cuando llegan. El Gobierno Samper, por ejemplo, llegó y no sabía acerca de la situación de ingresos, pero había propuesto en su plan de gobierno un inmenso programa de gasto social: “El salto social”. Fue necesario acudir al Congreso de la República para hacer una reforma tributaria a fin de poder financiar una parte. Ha habido Gobiernos que han tenido una mejor situación en ingresos o han logrado controlar más el gasto o han hecho combinaciones para poner impuestos, reducir algo el gasto, diferir. Con esas fórmulas han logrado aproximarse a un mejor escenario. Ahora venimos de un gasto que en la pandemia pensábamos que era temporal, que luego se reduciría; no fue así. Solo hasta ahora volvemos a estar en el mismo nivel de la pandemia, época en la que hubo gastos extraordinarios que eran necesarios. Todos los países lo hicieron.

En la reciente reunión de la Junta Directiva del Banco de la República se inició la senda de reducción de las tasas de interés, que pasaron de 13,25 por ciento a 13 por ciento.
En la más reciente reunión de la Junta Directiva del Banco de la República no se modificaron las tasas de interés y se dejaron en 9,5%. | Foto: guillermo torres-semana

SEMANA: Sobre las decisiones con las tasas de interés, el mismo Gobierno pide que las bajen con mayor rapidez. ¿Cómo enfrentan en la junta esa presión?

O.A.: Todos los Gobiernos tienen el interés de hacer muchas cosas en el periodo que les corresponde. Obviamente, la junta escucha, pero sus decisiones están basadas en su política de largo plazo. Hay que poner cuidado a lo que dice el Gobierno, pero también a los datos de las encuestas y a lo que dicen los agentes de mercado en el país. Nuestro equipo técnico es fundamental a la hora de decidir. Precisamente, esa es la manera en la que se ha decidido darles autonomía a los bancos centrales para que puedan tomar las decisiones sin esa presión. Los presidentes, en general, llaman y esa es la única razón de la llamada: que bajen más las tasas. En algunos Gobiernos se acuñó esa famosa frase que insistía en que hay que bajar la tasa de interés a sombrerazos. En realidad, nos debemos a ese mandato de que nuestro objetivo central es controlar la inflación. Los instrumentos que tenemos los ponemos en función de eso, lo que no quiere decir que no escuchemos. En las dos últimas decisiones de la junta se ha sorprendido a la mayoría del mercado, que en las encuestas apostaba por cifras más altas de recorte de las tasas, de las que finalmente se adoptan en la junta, porque nosotros tenemos instrumentos un poco más finos para tomar las decisiones, leemos con mucho más rigor y nos corresponde esa cautela.

SEMANA: ¿Usted es uno de los miembros de la junta que se pone del lado del ministro de Hacienda para que la junta baje más las tasas de interés?

O.A.: Yo siempre respondo a esa pregunta diciendo que van a quedarse sin saber la respuesta hasta que estos datos sean públicos en el país, es decir, nunca van a tener la certeza de cómo votó cada uno. Esa reserva del voto está en línea con la independencia. Es legítimo que haya diferencias entre nosotros, que observemos distintos puntos de vista. El gerente del Banco de la República (Leonardo Villar) lo ha mencionado así: tenemos una junta que escucha todos los puntos de vista y luego toma una decisión. Los ministros de Hacienda han llegado con la posición del Gobierno, los oímos, pero se toma la decisión a partir del compromiso de cada uno de los codirectores.

SEMANA: Usted fue designada como codirectora por el presidente Gustavo Petro. Ahora vienen dos nuevos miembros puestos por el Gobierno, y hay cierta preocupación porque haya más peso hacia la posición del Ejecutivo. ¿Qué opina?

O.A.: En este punto voy a citar una columna de Jorge Iván González, que fue director de Planeación de este Gobierno, y se refirió a la manera en que las instituciones, como este banco central, nos moldean. Por un lado, los requisitos para ser codirector, y los cumplen con mucha solvencia los dos codirectores que designó el presidente, son exigentes. Creo que ellos van a llegar a trabajar como todos: en función del aparataje técnico que tenemos. Seguramente, tendremos coincidencias y también divergencias, pero siempre es la institución y nuestro mandato lo que se impone. En mi caso, no porque me haya nombrado el presidente tengo que estar alineada con la posición del Gobierno. Me rijo por mi criterio y jamás he tenido injerencia de los ministros de Hacienda en mis decisiones en la junta. José Antonio Ocampo, Ricardo Bonilla y ahora Diego Guevara han sido respetuosos de todos los miembros de la junta. En algunas ocasiones, en mi trabajo, he coincidido con César Giraldo; con Laura Moisá no, pero me parece que son profesionales que van a engranar en el trabajo independiente de la junta. No hay razón para pensar en riesgos de no autonomía.

SEMANA: El Emisor dice que puede cumplir la meta de inflación prevista, y, de hecho, venía bajando, pero ahora hay riesgo inflacionario. Por ello, la junta hizo un pare en la bajada de tasas. ¿Qué circunstancias internas podrían impedir que siga esa senda bajista de la inflación?

O.A.: Sin duda, y es parte del consenso general, en Colombia hay un problema fiscal, que, además, va a exigir toda nuestra atención, en parte, por el peso de los intereses de la deuda pública. Si antes nos afanábamos porque los intereses, en porcentaje del PIB, llegaban a 2 por ciento, ahora van en 4,7 del PIB. Eso es enorme, nos quita mucho espacio. La manera de lograr que nos cobren menos intereses, que nuestra prima de riesgo sea inferior, es que hagamos más sostenibles esas finanzas. Algunas medidas que ya ha empezado a anunciar el Gobierno son parte de la solución: impuestos y recortes de gasto. Hay presiones adicionales como el rezago, muy grande, que pasó del año pasado a este. A toda la región se le subió la prima de riesgo. Eso tiene que ver con el fortalecimiento del dólar, que es un fenómeno global, pero también con problemas particulares en cada nación. El nuestro es fiscal. Entre los riesgos concretos para la inflación está el relacionado con el alza en los alimentos que tuvimos en enero. En los próximos meses se aclarará qué tan perdurable será. Vemos que todas las canastas están convergiendo hacia la meta de largo plazo del Emisor, pero el componente de servicios ha sido más duro. Los ajustes de precios varían mucho en función de lo que sube el salario mínimo. Eso se podrá empezar a medir en febrero o marzo.

Junta del Banco de la República, con la participación del ministro de Hacienda, Diego Guevara, y el gerente del Emisor, Leonardo Villar.
Junta del Banco de la República, con la participación del ministro de Hacienda, Diego Guevara, y el gerente del Emisor, Leonardo Villar. | Foto: Banco de la República / Cortesía

SEMANA: Según la percepción ciudadana, podría ser más eficiente promover el crecimiento de la economía y no frenarlo para controlar la inflación. Habría más empleo, mayor producción. ¿Cómo dirimen ese dilema en la junta?

O.A.: En política monetaria, las decisiones que se toman hoy en materia de tasas, así tengan el costo que hemos visto de afectar el crecimiento, van a garantizar una economía más sana cuando se controle la inflación. Si no se hace de esa manera, el efecto se va a ir a los precios, porque no hay las cantidades suficientes de bienes para el dinero disponible. Con las tasas lo que se trata de hacer es que el dinero corresponda con las cantidades de bienes disponibles. De lo contrario, se nos vendrían encima las necesidades de aumentar las importaciones. Muchas de las ayudas que se irrigaron en pandemia generaron capacidad de compra. En otros países, las personas tenían el seguro de desempleo; acá fue necesario tener un subsidio del 40 por ciento para cada salario mínimo en las empresas que perdieran ventas en la crisis. La medida fue adecuada en ese momento. Generó capacidad de compra, pero, pasada la emergencia, ese exceso de demanda fue lo que tuvimos que contraer apretando las tasas. Ahora, no se puede olvidar que las tasas estuvieron altas, pero bajaron. Colombia tuvo una disminución de 800 puntos básicos desde abril de 2023 hasta la decisión de diciembre de 2024. Los créditos comerciales bajaron y lo hicieron en mayor proporción que la tasa de referencia. Eso es una prueba de confianza de que más adelante el Emisor va a seguir bajando las tasas de política monetaria.

SEMANA: Con una deuda alta, un presupuesto recortado para 2025 y sin plata en caja, ¿se hicieron mal las cuentas?

O.A.: El Marco Fiscal se hace un año antes de la vigencia y luego se va corrigiendo. Al comienzo se es muy optimista con los ingresos, que se van ajustando con base en las realidades de la economía. Hay distintos momentos para las estimaciones, no es que se digan mentiras. Hacienda está afinando las cifras que tenía la Dian cuando entró en un plan de modernización, el cual quizás ha sido más lento de lo que se previó.

Olga Lucía Acosta, coodirectora del Banco de la República.
Previo a llegar al Banco de la República, Olga Lucía Acosta fue investigadora y estuvo a cargo de la oficina de la Cepal en Bogotá. | Foto: Martha Morales / Semana

SEMANA: ¿La deuda en un nivel de 60 por ciento del PIB le preocupa al banco?

O.A.: Sí hay preocupación porque la ley con la cual se reglamenta el tema da unos rangos y dice que la deuda debe estar oscilando alrededor del 55 por ciento, que es el ancla. Y da un máximo, que es 71 por ciento. Siempre hemos procurado que esté en 55. La noticia del plan financiero 2025 es que sube a 60 por ciento con todo este problema de 2024 y 2025, pero hacia 2026 vuelve a bajar. En la actualidad, está por encima del ancla, pero no está en el terreno máximo.

SEMANA: ¿Se puede esperar que usted sea el polo a tierra en la junta del Banco?

O.A.: Creo que todos somos y vamos a seguir siendo el polo a tierra.