Macroeconomía
Cómo emprender sin ahorros: ideas para iniciar un negocio con recursos limitados
Pese a que Colombia tiene una alta tasa de emprendimientos, muchos se frenan por la falta de dinero.

Mucho se dice que para emprender solo es necesario tener una buena idea y que supla las necesidades de un público en específico. Sin embargo, ¿Qué pasa cuando la creatividad abunda, pero no hay ni un peso en el bolsillo? Esa es una de las cuestiones que muchas de las personas que quieren emprender conversan constantemente con la almohada.
Esta duda asalta mayoritariamente a los jóvenes, que han optado por emprender ante las dificultades para conseguir empleo, la falta de oportunidades laborales de calidad, el deseo de independencia o simplemente un sueño.
Es común escuchar que emprender no es para cualquiera, y a pesar de que la noción de los buenos resultados que da montar un negocio abunda en las redes sociales, a la hora de la práctica, superar miedos, sacrificar tiempo, salir de la zona de confort e invertir dinero representa un reto para muchos.
Colombia es percibida como un terreno fértil para startups innovadoras y nuevas empresas con potencial de crecimiento. Según el reporte de la actividad empresarial en el país del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el emprendimiento tiene un perfil alto en el país, pues 7 de cada 10 personas conocen a alguien que ha iniciado un negocio recientemente. Esta es la quinta cifra más alta en el informe del GEM.
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Así mismo, 6 de cada 10 notan las oportunidades, pero no inician por miedo a fracasar, lo que indica que aún existen bastantes obstáculos, no solo a la hora de emprender un nuevo negocio, sino también en la transición de un negocio incipiente a uno consolidado y establecido. En este sentido, el análisis señala que una de las razones persistentes es el tema del financiamiento.

Ese fue el caso de Marcela Loaiza, una joven apasionada por la moda que siempre había soñado con emprender, pero las limitaciones económicas la habían frenado. Sin embargo, ser mamá, su deseo de ser su propia jefa y su firme propósito de crear prendas con las que otras mujeres se sintieran identificadas la impulsaron a dar el paso.
Así nació Marcella, su propia marca de ropa de alta costura, que hoy posiciona en el mercado mediante la promoción del consumo de marcas colombianas y, a su vez, apoyando el talento local, principalmente de Valledupar, su ciudad natal.
Además de evaluar los cambios laborales y los esfuerzos que conlleva iniciar un negocio, la dificultad de adquirir seguridad para tomar el primer paso y así embarcarse en el proceso de construir un emprendimiento se traduce principalmente en la falta de dinero, que termina exponiendo a muchos emprendedores a la incertidumbre y el miedo. Es por esto que son muy pocos los que deciden tomar la decisión a pesar de sus sueños.

En un inicio, el sueldo que recibía esta emprendedora no le alcanzaba para iniciar un negocio, pero tampoco quería recurrir a créditos y caer en deudas. Además, estaba consciente de que, para emprender en el rubro que deseaba, el capital de inversión era alto: “Era sacrificar, por decirlo así, el 100 % o el 90 % de mis ingresos, lo cual me desestabilizaba”, señaló.
Desde un comienzo, Marcela pensó en recurrir a un banco, pues sus aspiraciones de iniciar su propia marca eran fuertes y quería tomar el primer paso. Sin embargo, sentía que recurrir a un crédito era una apuesta. “Fue mi esposo el que me ayudó. Él, conociendo mi sueño y lo que yo quería, decidió aportar sus ahorros a este proyecto como familia”.
Bajo este contexto, según el más reciente estudio del GEM, las fuentes de financiación que más usaron los emprendedores en 2023 al momento de crear un negocio fueron: el capital propio, el capital de familiares y el préstamo bancario. Por su parte, las fuentes menos usadas por los emprendedores fueron: las cooperativas o asociaciones, capital semilla y los grupos de ahorro.
Muchos emprendedores prefieren pedir capital de familiares, que solicitar un crédito o ahorrar con anticipación.

“Si no tienes la capacidad financiera o el ahorro en el momento, y sientes que puedes entrar a competir en el mercado, que puedes sacar tu emprendimiento a flote y que es un buen proyecto, yo diría que te lances con un crédito, estudiando muy bien las tasas de interés en los bancos y mirar también que ese capital sea realista”, afirma Marcela.
De la misma manera, hace énfasis en que no es necesario limitarse a un monto elevado. Se puede empezar por ahorrar con lo que esté dentro de las posibilidades de cada uno, “pero hay que tener en cuenta que emprender se trata de arriesgarse”.
Actualmente, la marca Marcella ha dado sus frutos. Sin embargo, esta emprendedora admite que no ha sido fácil, y a pesar de las decisiones complicadas que ha tenido que tomar, ha visto el retorno de la inversión que hizo desde el inicio.