Economía
¿Cuáles son las presiones que tendrá la inflación en lo que resta del año? Aliste el bolsillo
Tras el crecimiento en el dato de inflación de abril, que llegó a 5,16%, por encima del ‘respiro’ que dio en marzo, las expectativas muestran que este año tampoco se llegará al rango meta de inflación y que tanto el entorno local, como el global, presionarán los precios. Ojo con el dólar.

Lo que fue una buena noticia a finales de abril, cuando la Junta Directiva del Banco de la República anunció, de forma unánime, la reducción en las tasas de interés por el buen comportamiento de la inflación en marzo, que la llevó a 5%, luego de haber llegado casi a 5,3% en los meses anteriores, hoy enciende de nuevo las alarmas.
El dato de inflación del mes de abril volvió a repuntar y subió a 5,16% y su comportamiento vuelve a parecerse más al de los últimos meses, con excepción del ‘descanso’ que se tomó en marzo, cercano al 5,2%.
De hecho, BBVA Research considera que, con este resultado, la inflación se mantiene prácticamente estable desde finales de 2024 en torno a 5,2%, “nivel relativamente alto comparado con la meta de inflación”.

Sin duda, fue una sorpresa relevante frente a la expectativa de analistas. Según Bancolombia, la inflación anual se aceleró en 7 puntos básicos entre marzo y abril, como resultado de un registro mensual de 0,66%. “El dato fue significativamente superior a la expectativa del consenso de analistas, que esperaba una cifra cercana a 0,47% mensual, y a nuestra previsión de 0,55%”, dice esta entidad.
Con este resultado se revierte la reducción de la inflación evidenciada en marzo. “En esta ocasión, el 77% de la inflación estuvo concentrada en los grupos de servicios y alimentos, que aportaron 51 puntos básicos de los 66 puntos básicos totales”, agrega Bancolombia.
Por su parte, un análisis de Itaú destaca que las principales sorpresas alcistas del mes fueron la vivienda y los servicios públicos (+0,74% mensual; +23 puntos básicos), los precios de los alimentos (+1,1% mensual; +21 puntos básicos) y los hoteles y restaurantes (+0,63% mensual; +7 puntos básicos).

“Los precios de los alimentos explicaron la mayor parte de la sorpresa respecto a nuestras previsiones. Por otro lado, los precios al consumo sin alimentos aumentaron un 0,56% mensual (+0,46% un año antes), mientras que la inflación sin alimentos ni energía subió un 0,57% mensual (+0,49% hace un año)”, dice el informe de Itaú.
El dato de abril confirma los riesgos alcistas sobre la inflación, donde la indexación de los precios, por cuenta del aumento del salario mínimo y del crecimiento del año pasado, continúa siendo el principal reto para lograr una convergencia más rápida hacia el rango meta de inflación del Banco de la República, que se ubica entre 2% y 4%. Además, presionará al alza las proyecciones de los analistas.
Con ello, se ratifica que las expectativas sobre la inflación cierren el año por encima del 4% y no llegue en 2025 tampoco al rango meta.
¿Qué presiones tendrá la inflación en lo que resta del año? Para Bancolombia, el resultado de abril confirma lo desafiante que será lograr una convergencia más rápida hacia la meta. “Continuarán las presiones alcistas de la mano de la fuerza que mantiene la indexación, la incertidumbre por la evolución de la política comercial mundial, la ausencia de efectos favorables de base estadística en los próximos meses y los riesgos al alza en las tarifas de servicios públicos. Los riesgos alcistas continúan siendo relevantes y representan un limitante para la velocidad de convergencia al rango de tolerancia en los próximos meses. Los más relevantes son: los potenciales impactos de la guerra comercial global (efecto indirecto de una mayor inflación global, presiones en flujos financieros, depreciación del peso colombiano y precios de activos), la elevada indexación, el aumento en la percepción riesgo país y el ajuste del salario mínimo muy superior a la inflación. Será clave monitorear la evolución de la inflación del rubro de arriendos, así como el impacto indirecto de la depreciación del peso colombiano y el aumento del salario mínimo y de las tarifas de servicios públicos”, advierte el análisis de esta entidad.

El precio del dólar preocupa. Según un estudio del Banco Popular, ante el alto nivel de incertidumbre internacional, hay que estar muy atentos al nivel de la tasa de cambio, “pues en los primeros días de abril ya mostró una fuerte sensibilidad a un escenario adverso que podría fácilmente llevar al dólar a niveles superiores a 4.500 pesos, lo que generaría mayor presión en la inflación”, señala.
En materia de servicios públicos, la expectativa está en materia de gas, por el déficit que tiene el país y la necesidad de importarlo. Este proceso encarece el producto y se espera que el Gobierno y las empresas en Colombia logren acuerdos de largo plazo con proveedores que permitan reducir el precio.
Por otro lado, está el anunciado incremento del diésel que no se ha cristalizado, primero, por la presión de los camioneros y transportadores, y tampoco porque no se han hecho efectivas propuestas como que los generadores de carga sean los que asuman ese incremento, que, de todas maneras, presionaría los precios al alza.
Otro frente de expectativa es la decisión que pueda tomar en sus próximas reuniones la Junta Directiva del Banco de la República con relación a las tasas de interés. Como señala permanentemente el gerente del Emisor, Leonardo Villar, se tomarán las decisiones con la información disponible, y varios factores influirán en ellas. Por ejemplo, la evolución en la compleja situación fiscal del país, que ha elevado la prima de riesgo del país, por un lado, y los avances en materia de la guerra comercial global, ante la expectativa de negociaciones, por otro.
“En medio de la elevada prima de riesgo y la volátil dinámica de las divisas, es posible que el Banco de la República opte por mantener una postura prudente en el ciclo de relajación, tras el recorte de 25 puntos básicos efectuado en la reunión de abril”, anticipa Itaú. El resultado de la inflación de abril puede condicionar, si no se reversa en mayo, las decisiones de tasas del Banco de la República en el mes de junio.
Así las cosas, ¿cuáles son las proyecciones para el cierre de la inflación este año? Bancolombia estima que la inflación al final del año se ubique por encima del límite superior del rango de tolerancia del Banco de la República (4,0%). Por su parte, la previsión de Itaú para 2025 es del 4,5% anual, “pero con un sesgo al alza, dada una dinámica de los precios de los alimentos más fuerte de lo esperado”.
A su vez, el Banco Popular calcula que, para el cierre de año, la inflación sea de 4,6%. “No obstante, existen múltiples fuentes de riesgo alcista, donde destaca el entorno internacional, pues el incremento arancelario de Estados Unidos generará presión al alza en los precios en los próximos meses”, asegura.