¿Cuándo van a volver a funcionar todas las estaciones de TransMilenio?

“El paro no para”, afirman muchos en la calles y en las redes sociales. Una frase que con 37 días de intensas jornadas de manifestaciones cada día cobra más relevancia. El Gobierno nacional y el Comité Nacional del Paro se han reunido en repetidas ocasiones para lograr instalar una mesa de negociación y así darle fin al paro nacional, pero estos encuentros, por ahora, han sido infructuosos.El derecho a la protesta en Colombia está amparado en el artículo 37 de la Constitución Política de Colombia, pero las manifestaciones en el país desde el primer día que fueron convocadas –el pasado 28 de abril– escalaron a otros niveles y se han visto opacadas por actos de violencia y vandalismo.La capital colombiana lo ha vivido en carne propia: comercios, entidades bancarias, estaciones de transporte público, entre otro sinnúmero de lugares han sido vandalizados, otros saqueados e incluso incinerados. En Bogotá funciona el sistema de transporte masivo TransMilenio, cuyos buses troncales y zonales –rojos y azules cada uno– han sufrido afectaciones, así como otras tantas estaciones que son necesarias para su operación. En total 125 estaciones han sufrido algún tipo de afectación y 53 de ellas no están prestando servicio en la actualidad por la magnitud de los daños, así lo explicó Felipe Ramírez, gerente general de TransMilenio, en diálogo con SEMANA Noticias. (Vea la entrevista completa aquí)TransMilenio estima que podrá recuperar la operación del 100 % del sistema en un plazo de seis meses. El gerente de la compañía explicó que los capitalinos van a ver una transición en la reapertura de las estaciones. “Verán cómo las estaciones empezamos a operarlas, algunas sin puertas o sin vidrios, pero con el fin de poder garantizar la operación”, relató.“Lamentablemente hemos tenido una vandalización muy alta en estaciones y buses”, destacó. Sobre las 53 estaciones que permanecen sin servicio explicó que es debido a que ”la vandalización ha dañado equipos importantes para poderlas operar y además pone en riesgo la seguridad de los usuarios”.Los buses no han sido ajenos a los lunares que han dejado estas movilizaciones en la capital. “Tenemos cerca de 836 buses del componente troncal y cerca de 400 del componente zonal (buses azules) que han sido vandalizados. Estos buses ya han sido recuperados en su gran mayoría, aunque lastimosamente 6 de ellos fueron incinerados y eso, por supuesto, tiene una afectación importante”, afirmó Ramírez.Los cálculos sobre las pérdidas económicas aún no han sido concretados del todo, pero se estima que cerca de 20.000 millones de pesos costará la recuperación de todo el sistema integrado de transporte. De acuerdo con el gerente de TransMilenio, estos daños en el sistema, tanto de buses como de estaciones, provocan que cerca de 500.000 personas se vean afectadas a diario.“Son 500.000 personas que tienen que durar mucho más tiempo para lograr completar su viaje, que están caminando por horas para poder llegar a sus destinos, que lastimosamente tienen que viajar mucho más incómodos de lo que estaba antes el sistema y eso es una afectación grave a la movilidad de las personas”, asevera Ramírez.El gerente de TransMilenio es respetuoso de la manifestación pacífica, pero rechaza los bloqueos que frenan la operación de los buses.“A medida que va siguiendo esta situación, también tenemos unos bloqueos al sistema TransMilenio. Siempre me refiero a que la manifestación pacífica es totalmente bienvenida y todos tenemos algo por qué luchar por nuestra comunidad, pero esa manifestación no puede afectar los derechos de otras personas a moverse y mucho menos los hechos vandálicos son aceptados en este tipo de movilizaciones”, dijo.En lo corrido de este paro nacional, tres troncales del sistema son las que más afectaciones han sufrido: Las Américas, Caracas Sur y la Autosur, que conecta a Bogotá con el municipio de Soacha.“Esas troncales, ubicándonos geográficamente –sur y suroccidente de la ciudad–, es donde se ubican las personas más vulnerables, las que más necesitan el sistema de transporte y sobre las cuales la afectación está recayendo con mayor profundidad”, aseguró Ramírez.En Soacha operan cuatro estaciones, o bueno, operaban, porque a la fecha las cuatro están cerradas en su totalidad. La estación de San Mateo, donde se movilizaban entre 40.000 y 50.000 personas, es la que más daños ha sufrido.“La vandalización de esta estación es de términos realmente graves, lo que hace que vayamos a tener una necesidad de recuperación bastante lenta, a pesar de que en este momento estamos prestando un servicio con rutas circulares, tratando de ayudar a solventar la situación. Con estas rutas circulares no se soluciona y no se llega a los niveles que podíamos prestar antes de la vandalización”, explicó.Felipe Ramírez agregó que estiman que la reconstrucción de San Mateo tendrá un costo entre los 1.000 y los 1.500 millones de pesos, “toda vez que tiene daños estructurales importantes en el cableado, en el equipo de recaudo y que fue, además, saqueada. No tiene ya algunos elementos muy importantes dentro de la estación, además han intentado incinerarla varias veces”.Entre tanto, la rehabilitación de las otras tres estaciones que operan en Soacha puede costar 1.000 millones de pesos. Pero lo económico no es lo único, la afectación a los usuarios también es alarmante.“La afectación a los usuarios es gigante, muchísima gente se desplazan desde Soacha todos los días hacia la ciudad y por eso los esfuerzos que estamos haciendo para tratar de moverlos a pesar de las circunstancias”, dijo Ramírez.Es de anotar que las afectaciones al sistema producto de actos vandálicos son considerables y quienes las operan no han sido ajenos a estos hechos. “Hay conductores que han recibido amenazas como algunos otros sí han sido lesionados. Por el manejo que le hemos dado, han salido de alguna forma bien, son lesiones menores en la mayoría de los casos y seguimos trabajando para que esto no suceda”, relató Ramírez.“Tengo un estimado de cerca de 120 personas ya agredidas del sistema TransMilenio en estos días y seguramente cada vez que sigamos investigando, preguntando un poco más, aparecerán más personas. No solamente es la agresión física, también es la agresión psicológica que están sufriendo algunas de las personas en el sistema. Lo más importante aquí es salvaguardar la vida de nuestros conductores, usuarios y personal en vía”, afirmó.El pasado viernes, por ejemplo, un grupo de personas se robó un biarticulado de TransMilenio en la estación Banderas. El bus se desplazó desde esa estación hasta el Portal Américas, hasta donde obligaron al conductor a manejarlo. Fue amenazado con un arma blanca y despojado de sus objetos personales.“Este conductor tuvo un choque nervioso, por la situación que tuvo que vivir. Para poder rescatar el bus, esta persona tuvo que salirse de la situación, aislarse. Lo atendimos, lo llevamos a la clínica inmediatamente y lograr que saliera de su choque nervioso y, mientras tanto, lograr que otro conductor llegara al bus, hablar con los gestores, un equipo maravilloso de gestores de la Secretaría de Seguridad, de diálogo de la Secretaría de Gobierno y los gestores propios de TransMilenio, para que las personas que se encontraban en la manifestación permitieran la salida del bus”, relató Ramírez.En la situación estuvo SEMANA. A Portal Américas llegó el bus con varias personas en el techo del mismo, ondeando la bandera de Colombia. Al estacionarse, otros tantos se subieron al techo también. Pasaron varios minutos, algunos rompieron unos cuantos vidrios, otros pintaron el biarticulado.En la escena, unos pocos intentaron saquear la parte frontal del bus, donde se ubica la silla del conductor. Otras personas que estaban en la escena rechazaron estos actos e impidieron el saqueo. Entre tanto, alrededor del bus unos cuantos manifestantes se organizaron para que el biarticulado lograra salir del lugar. Hacían presencia organizaciones de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo, en conjunto con trabajadores de TransMilenio y del Distrito.“Otro héroe apareció en esta conversación, el conductor que sacó ese bus con todo el cuidado y con toda la paciencia y además con una entereza gigante. Salvaguardamos la vida tanto de los manifestantes como de las personas que estaban dentro del bus, de nuestros conductores y terminó en buenos términos, con un final de alguna forma tranquilo”, dijo el gerente de TransMilenio.Lo anterior sin dejar de lado el rechazo por lo ocurrido. “Con un rechazo enfático a una situación en la cual amedrentaron a un conductor y tuvimos una situación muy crítica que pudo haber resultado en hechos graves en la ciudad”, aseveró.Felipe Ramírez, gerente de TransMilenio, concluyó diciendo que “lo más importante es el factor humano, nuestros conductores, nuestros usuarios, nuestro personal en vía. Son personas que están allí, en la calle, necesitando trabajar, exponiéndose, por supuesto, pero con un compromiso de servicio fundamental. Nuestros conductores todos los días salen, a pesar de esta situación, a transportar a los bogotanos, a prestar un servicio básico esencial como lo es el transporte público de la ciudad y se merecen todo mi reconocimiento, son todos unos héroes tanto ellos como el equipo que está en vía, como los que están en el centro de control y todo el equipo de operaciones que realiza un trabajo maravilloso”.