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Davivienda se transforma en una multilatina global con la adquisición de Scotiabank en Colombia, Costa Rica y Panamá. El gran legado de la familia Cortés
Con esta operación, el banco de la casita roja proyecta llegar a casi 60.000 millones de dólares en activos totales. ¿En la mira la inscripción de sus acciones en la Bolsa de Nueva York?
Una movida empresarial sacudió la agenda noticiosa en pleno puente de Reyes Magos: el Banco Davivienda, la joya de la corona del Grupo Bolívar, anunció la suscripción de un acuerdo con Scotiabank para integrar a su operación las filiales del banco canadiense en Colombia, Costa Rica y Panamá.
Scotiabank, por su parte, se convertirá en accionista de la Casita Roja, con cerca del 20 por ciento de la totalidad de las operaciones de Davivienda y con participación en su junta directiva.
Como resultado, se proyecta que los activos totales de Davivienda alcancen aproximadamente 60.000 millones de dólares, un crecimiento cercano al 40 por ciento. A septiembre del año pasado, ese indicador rondaba los 43.000 millones.
Asimismo, en términos regionales, los activos aumentarían alrededor del 30 por ciento en Colombia, 90 por ciento en Costa Rica y 180 por ciento en Panamá.
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“Esta operación fortalece la estrategia de diversificación geográfica de Davivienda, quedando 70 por ciento de los activos en Colombia y 30 por ciento en Centroamérica. Hoy Davivienda y Scotiabank atienden aproximadamente 27,4 millones de clientes en Colombia y Centroamérica”, aseguró el banco colombiano en un comunicado.
Esta movida se convierte en uno de los principales hitos del Grupo Bolívar y de Davivienda, reflejando la visión de crecimiento y consolidación de este conglomerado, que ha sido liderado por la familia Cortés, en cabeza de José Alejandro Cortés, desde la junta directiva, y ahora por su hijo Miguel, al frente del grupo. Una operación clave en el mundo de los negocios, pero que va más allá de una operación netamente económica.
“El legado y la impronta de José Alejo Cortés en el desarrollo del Grupo Bolívar es innegable. Los principios, los valores y la cultura del grupo fueron en gran parte moldeados por él y exitosamente continuados por su hijo Miguel. José Alejo, como presidente de la junta directiva del Grupo Bolívar, estuvo al tanto de la operación, evaluando la decisión y respaldando las gestiones que lideraron y sacaron adelante exitosamente Miguel Cortés, presidente del Grupo Bolívar, y Javier Suárez, presidente de Davivienda”, le dijo a SEMANA una persona cercana al conglomerado.
José Alejandro Cortés, a sus 94 años, es uno de los decanos del sector financiero y empresarial en Colombia, en el que se ganó el respeto y admiración de colegas y competidores por priorizar los valores, el recurso humano y la oferta de valor a sus clientes. Siempre ha sido deportista activo y un tenista sobresaliente, y por ello, ahora, 14 años después de su retiro de la presidencia del Grupo Bolívar, se cumple una premisa que dijo en ese momento a Dinero: “Con el deporte uno aprende a querer a los contendores, que con el tiempo se vuelven amigos de uno. La competencia se vuelve parte de lo que uno hace y de lo que uno es”, comentó Cortés, quien se ha declarado un convencido del libre mercado. “Valoramos mucho la economía de mercado porque la competencia es lo más sano para el consumidor”, anotó.
De hecho, quienes fueron sus competidores destacan el papel de José Alejandro Cortés. “Un gran ser humano, un gran profesional, un gran empresario, sensible y visionario. Sus palabras siempre han sido una guía para el sector financiero, un hombre leal y transparente, que no solo estuvo al frente de una gran organización, sino también liderando la transformación positiva de nuestro país en sus empresas y en la sociedad. Su liderazgo siempre impregnó la dinámica de las actividades que desarrollaba no solamente en Colombia, sino en otros países. Ahora, más que nunca, necesitamos empresarios y personas de este talante”, destacó Carlos Raúl Yepes, expresidente de Bancolombia.
Esa impronta también la resaltó Miguel Cortés hace unos años, al momento de recibir la posta de su padre, entonces, en una entrevista a SEMANA: “Nuestra ambición nunca ha sido ser los más grandes, sino los que mejor hacemos las cosas. Queremos darle valor agregado al cliente, al proveedor, al empleado, a la comunidad. Solo así se logra un crecimiento sostenible. Es lo que nos distingue y uno de los legados de José Alejo”.
La operación forma parte de un proceso de crecimiento que la Casita Roja, que nació a principios de la década de los setenta, ha venido construyendo con compras de activos en el mercado local y también con una visión internacional en la región.
“Esta integración permite a Davivienda potenciar lo mejor de las dos organizaciones para ofrecer a los clientes soluciones innovadoras que les permitan alcanzar sus metas financieras con acceso a una oferta de valor global caracterizada con nuestros atributos de ser: sencilla, confiable y amigable. Para la Casita Roja es un momento muy importante y estamos entusiasmados porque nos permite dar el paso a ser una organización multilatina global, llevando a los clientes lo mejor del mundo latino con una visión internacional”, afirmó Javier Suárez, presidente de Davivienda.
La movida
De acuerdo con un informe de Casa de Bolsa, la operación desde el ángulo de Scotiabank forma parte de su estrategia para priorizar mercados más rentables y mantener su enfoque en clientes corporativos y de gestión de patrimonio en los países donde transfiere operaciones, pues enfrentará una pérdida por deterioro de 980 millones de dólares en el primer trimestre de 2025.
Sin embargo, para Davivienda es la otra cara de la moneda. La integración representa una oportunidad estratégica para consolidar su liderazgo en la región. Según datos al 31 de octubre de 2024, la cartera bruta de Scotiabank en Colombia asciende a 27,6 billones de pesos, distribuidos en créditos de consumo (40,8 por ciento), comerciales (34,9 por ciento) y de vivienda (24,2 por ciento). Esta operación aumentará la cartera bruta consolidada de Davivienda a aproximadamente 131,6 billones de pesos, reflejando un crecimiento del 26,5 por ciento y fortaleciendo especialmente el segmento de consumo, que alcanzaría 35,2 billones de pesos, dice Casa de Bolsa.
Agrega el informe que la calidad de la cartera de Scotiabank ofrece ventajas para Davivienda, como una mora del 5,13 por ciento y una cobertura del 98,29 por ciento, superiores a las de Davivienda. “Esto podría proporcionar mayor solidez frente a posibles deterioros, aunque el segmento de consumo, que representa el 40,8 por ciento del portafolio de Scotiabank, presenta retos por su vulnerabilidad a condiciones macroeconómicas. Si se gestiona adecuadamente, esta transacción permitirá a Davivienda consolidarse como un líder regional con una oferta diversificada y un portafolio fortalecido”.
A su vez, un análisis de Bancolombia establece que Scotiabank aportará cerca del 30 por ciento en la nueva entidad y recibirá el 20 por ciento de participación. “En la nueva entidad, Scotiabank aportaría el 28 por ciento de los activos, el 27 por ciento de la cartera bruta, el 30 por ciento de los depósitos y el 29 por ciento del patrimonio. Por sus aportes, Scotiabank recibiría una participación del 20,15 por ciento, aproximadamente, en una combinación de acciones ordinarias y preferenciales que le otorgue derecho a un puesto en la junta directiva”, señaló.
De acuerdo con los cálculos de Bancolombia, al día del anuncio de la transacción, Davivienda tenía un precio en bolsa de 18.100 pesos por acción, lo que representa un múltiplo precio valor en libros (PVL) de 0,55x, con un patrimonio de 3.800 millones de dólares. La nueva entidad tendría un patrimonio de 5.200 millones de dólares y entregaría una participación del 20 por ciento a Scotiabank. “Así, en nuestras cuentas –dijo Bancolombia en su informe–, si la nueva entidad mantuviera el múltiplo PVL, el precio de la acción que reconocería el mercado sería de 20.441 pesos por acción”. Además, resalta que la nueva entidad buscará sinergias y mejoras en rentabilidad, con el objetivo de conseguir ahorros antes de impuestos por un billón de pesos, resultando en una mejora de eficiencia de la relación costo e ingreso.
Para Asobancaria, la integración de Davivienda y Scotiabank Colpatria, lejos de representar una desinversión, reafirma la confianza en el país y en la solidez del sistema financiero colombiano. “Es positivo que los recursos permanezcan aquí, potenciando el desarrollo económico y beneficiando a millones de colombianos”, dijo Jonathan Malagón, presidente del gremio. Añadió que los procesos de consolidación son comunes en mercados financieros maduros y constituyen un paso natural en la evolución hacia una multibanca más eficiente, diversificada e inclusiva. “Este tipo de transformaciones nos acercan a un sistema financiero más robusto y capaz de responder a las necesidades de una sociedad en constante cambio”, manifestó.
Por su parte, Francisco Aristeguieta, group head de Banca Internacional de Scotiabank, señaló: “La integración de nuestras instituciones financieras en esos mercados crea un potencial relevante para nuestros clientes, construyendo así un futuro lleno de oportunidades para nuestro talento, socios y accionistas”.
Los hitos
Esta operación no es ajena a Davivienda en una historia que suma más de medio siglo. Arrancó como una corporación de ahorro de vivienda en 1972, a finales de los años noventa se convirtió en un banco hipotecario y en 2005 entró de lleno al mundo del consumo con la compra del Banco Superior. En 2007, con la adquisición de Bancafé, abrió las puertas al sector empresarial, al corporativo, a las pymes y al comercio exterior, en lo que se denomina banca universal, que tiene servicios transversales para todos los segmentos.
Ya en 2012, la Casita Roja trascendió fronteras y se quedó con la operación de HSBC en Costa Rica, El Salvador y Honduras, transformándose en una multilatina con una oferta no solo en Colombia, sino también en varios países de la región.
Y ahora, con la incorporación de los activos de Scotiabank en varios países de la región, la visión es global. “Además del aporte de los negocios mismos, de las operaciones que se integran, que tienen per se un valor enorme, Scotiabank le aporta un conocimiento y una capacidad global que hoy en día no tiene Davivienda. Eso nos permite, tanto en Colombia como en Panamá, Costa Rica y en los otros países que no son objeto de esta operación, como Honduras y El Salvador, tener la capacidad de entregar soluciones globales”, dijo Suárez a SEMANA.
De acuerdo con María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, la alianza entre Davivienda y Scotiabank es un paso estratégico hacia la consolidación de Davivienda como una organización multilatina global. “Esta integración une la experiencia global de Scotiabank con la visión regional de Davivienda, fortaleciendo la oferta financiera en Colombia, Costa Rica y Panamá, y reafirmando el compromiso de ofrecer soluciones innovadoras y accesibles que impulsen el crecimiento económico y generen nuevas oportunidades para millones de clientes en la región”, aseguró.
Para Suárez hay similitudes relevantes en las operaciones a lo largo de la historia de Davivienda. “Siempre que hemos buscado integrar nuevas operaciones, hemos integrado talento y conocimiento, y este caso no es la excepción. Lo que más nos motiva no es el tamaño ni el volumen de negocios, sino el potencial que representa para nosotros aprender e incorporar prácticas de un banco como Scotiabank”, señala el presidente de Davivienda, consistente con la premisa que Miguel Cortés hizo hace unos años.
Pero, además, Suárez va más allá: “Esto no tiene sentido si no somos capaces de entregar mejores cosas para los clientes. Por eso, al igual que en ocasiones anteriores, ellos van a ser nuestro foco”.
Sin embargo, no todos han sido gozosos para Davivienda. En 1980 perdió la puja por el Banco de Bogotá, que quedó en poder del grupo liderado por el banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo.
¿Qué viene ahora?
Davivienda está explorando, en una coyuntura de corto plazo, participar como Administradora del Componente Complementario de Ahorro Individual (Accai), nueva figura financiera que se crea en la reforma pensional para los trabajadores con ingresos por encima de 2,3 salarios.
Además, desde la década pasada, el mercado está a la expectativa de un anuncio crucial de Davivienda: su llegada a la Bolsa de Nueva York. “Por ahora, estamos concentrados en esta operación, pero creo que esa multilatina con alcance global abre también sus ojos hacia nuevas posibilidades. No tenemos ninguna decisión ni nada que anunciar en este momento, pero lo vamos a pensar”, afirmó Suárez, quien agregó que, aunque hay espacio para otros movimientos de Davivienda, en los próximos tres o cuatro años estarán concentrados en fortalecer la operación con Scotiabank.
Ante un panorama retador no solo de la economía general en Colombia, sino también del sector financiero, con más competencia y a la expectativa de nuevos cambios regulatorios, como el open banking, o el arranque de Bre-B –un sistema de pagos y transferencias que lidera el Banco de la República–, ¿por qué se da una operación de este tamaño?
“Creemos en el país, independiente de que haya momentos de coyuntura difíciles. No aparecimos ayer en este mercado. El Grupo Bolívar lleva más de 80 años y como Davivienda tenemos más de 50 años, y en todas esas décadas hemos tenido momentos muy difíciles. Y siempre hemos levantado la mirada para entender que este país tiene oportunidades y que nosotros estamos comprometidos con él en el largo plazo. Pero también hemos aprendido que cuando las cosas se ponen difíciles, se dan posibilidades”, explicó Suárez.
En este contexto, la visión de José Alejandro Cortés sigue intacta. Como mencionó Malagón, de Asobancaria, es oportuno rendir un homenaje a José Alejandro Cortés, “quien ha sido un pilar fundamental en la construcción y fortalecimiento del Grupo Bolívar y Davivienda. Su visión y liderazgo no solo impulsaron la diversificación del grupo hacia sectores como el financiero, de seguros y vivienda de interés social, sino que también promovieron una cultura empresarial basada en principios éticos y compromiso con el desarrollo del país”.