Política monetaria

El Banco de la República sorprendió con su decisión de tasas de interés. ¿Por qué las bajó?

El mercado estaba esperando que la Junta Directiva del Emisor mantuviera estables las tasas de interés, pero esta anunció, tras una votación unánime, una reducción de 25 puntos básicos.

3 de mayo de 2025, 4:00 a. m.
Las tasas de interés de intervención del Banco de la República sirven de guía para el costo del crédito en el país. | Foto: daniel reina romero-semana

A finales de marzo se llevó a cabo la primera junta directiva del Banco de la República con una mayoría de codirectores, cuatro de siete, designados por el presidente Gustavo Petro. A pesar de las expectativas del Gobierno de que en esa reunión redujeran las tasas de interés, en una apretada votación decidieron mantenerlas estables en 9,5 por ciento.

Olga Lucía Acosta, César Giraldo y Laura Moisá son los codirectores que nombró Petro, y a ellos se suma el ministro de Hacienda, Germán Ávila. Al parecer, el Gobierno esperaba que todos se alinearan para una rápida reducción de tasas. En ese momento, los argumentos para mantener las tasas inalteradas se basaron en la incertidumbre por las mayores tensiones comerciales a nivel global, las presiones inflacionarias, la volatilidad del dólar y los riesgos fiscales latentes del Gobierno frente a unas cuentas que no cuadran, que se han visto reflejadas en una mayor prima de riesgo del país.

El presidente Petro responsabilizó al Emisor del aumento del gasto público por la tasa de interés y lo señaló de tener una posición política. Leonardo Villar, gerente del Banco, dijo que es una entidad independiente.
El presidente Petro responsabilizó al Emisor del aumento del gasto público por la tasa de interés y lo señaló de tener una posición política. Leonardo Villar, gerente del Banco, dijo que es una entidad independiente. | Foto: presidencia

Petro, entonces, la emprendió contra José Antonio Ocampo, su exministro de Hacienda, por haberle recomendado nombrar a Olga Lucía Acosta, la codirectora que reemplazó a Alberto Carrasquilla, y que, al parecer, habría votado para mantener estables las tasas. Además, el jefe de Estado sentenció que la Junta Directiva del Banco de la República, “por razones exclusivamente políticas, busca contener el crecimiento económico”.

Eso provocó, incluso, que el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, le respondiera, respaldando la institucionalidad de la junta, que actúa con criterios técnicos. “Ninguno de los miembros de la junta directiva, exceptuando al ministro de Hacienda, es representante en su seno de un Gobierno particular o de eventuales partidos de oposición”, señaló en el Congreso de Asofondos.

En medio de este rifirrafe, las tensiones económicas en el último mes aumentaron para Colombia por dos hechos. El primero, global, con el escalamiento en las tensiones comerciales tras los anuncios a principios de abril del incremento de aranceles por parte de Estados Unidos, en lo que llamó el presidente Donald Trump “el día de la liberación”.

Socios comerciales clave de Estados Unidos, como la Unión Europea y el Reino Unido, afirmaron estar preparando sus respuestas a la escalada de Trump.
Trump utiliza los aranceles como una herramienta para presionar a otros países y avanzar en sus objetivos de política exterior. En consecuencia, Colombia saldrá golpeada. | Foto: AFP

Y el segundo hecho, de carácter local, es el anuncio del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la suspensión de la línea de crédito flexible para Colombia, un acto sin precedentes en 16 años. Según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, refleja la gravedad de la situación fiscal: el déficit del 6,8 por ciento del PIB en 2024 —el tercero más alto en 120 años—, el incumplimiento de la regla fiscal el año pasado y la meta de déficit para 2025 sin credibilidad ante los mercados.

Debido a estos antecedentes, la encuesta de Anif sobre expectativas de la decisión de la tasa de intervención para abril mostró un amplio consenso entre los analistas: cerca del 70 por ciento anticipaba que las tasas de interés de política monetaria se mantendrían estables en 9,50 por ciento. Sin embargo, la Junta Directiva del Banco de la República sorprendió no solo con una reducción de 25 puntos básicos, llevando las tasas de interés a 9,25 por ciento, sino también con el hecho de que fuera una decisión unánime tras las permanentes votaciones divididas que se habían registrado en las últimas sesiones de la junta. Con esto se rompió la ‘estabilidad’ que traían las tasas desde hacía varios meses.

Las tasas de interés de usura vienen al alza.
Las tasas de interés de usura vienen al alza. | Foto: Getty Images

¿Cuáles fueron las razones detrás de la decisión de reducir las tasas? Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, destacó cuatro factores clave que impulsaron esta determinación. El primero, en marzo, el dato de inflación mostró una reducción significativa con respecto a febrero y a los meses anteriores, habiéndose ubicado en 5,2 por ciento y acercándose al 5,3 por ciento. El segundo, la inflación básica se situó en 4,8 por ciento, mientras que en los últimos meses del año pasado superaba el 5,3 por ciento. El tercero, las expectativas de inflación derivadas del mercado de deuda pública registraron una disminución notable. Y el cuarto, en las últimas semanas, la tasa de cambio ha mostrado una tendencia hacia la estabilidad tras una depreciación significativa que ocurrió tanto al cierre del año pasado como hacia finales de marzo del presente año. Pero el gerente del Emisor subrayó otro tema. “Cuando dijimos el mes pasado que consideramos prudente por mayoría no mover la tasa, no dijimos que el escenario fuera no volverla a mover nunca. No la movíamos en ese momento porque queríamos esperar mayor información sobre eventuales riesgos y posibilidades de que esos riesgos pusieran en peligro la senda de desinflación que estábamos previendo, donde ya se hablaba de que el cumplimiento del 3 por ciento se daría hacia finales del año 2026. Lo que se está haciendo en este momento es perfectamente consistente con esa espera”.

Por su parte, Germán Ávila, ministro de Hacienda, consideró que es necesario hacer un esfuerzo para impactar en mayor medida esa reducción. “Nos hubiera gustado una reducción un poquito mayor, pero creemos que es positivo que se haya tomado esta senda. La coyuntura que estamos viviendo es bastante compleja, hay un nivel de volatilidad muy grande en los mercados externos”, precisó.

El peso colombiano tradicionalmente ha sido más ‘histérico’ que sus pares latinoamericanos en su relación con el dólar. La volatilidad se ha vuelto la norma.
El peso colombiano tradicionalmente ha sido más ‘histérico’ que sus pares latinoamericanos en su relación con el dólar. La volatilidad se ha vuelto la norma. | Foto: getty images

Para el BBVA Research, los riesgos de una menor actividad en el contexto global podrían impactar significativamente la economía colombiana, formando parte de los escenarios de riesgo que han ganado probabilidad de materializarse en el último mes.

De acuerdo con un análisis de Bancolombia, el panorama mundial de fuertes tensiones comerciales ha producido alta volatilidad en los mercados financieros, presiones al alza sobre la prima de riesgo de los países emergentes –entre ellos, Colombia– y presiones sobre los precios de algunos productos básicos exportados. Esta coyuntura tendrá efectos adversos sobre la inflación internacional y aumenta la probabilidad de depreciación del peso colombiano. Además, persisten los retos en el panorama fiscal ante la reciente suspensión del acceso a la línea de crédito flexible del FMI.

Según Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, lo que podría venir es una reducción, en cada reunión, de 25 puntos básicos, que llevarían las tasas a cerca del 8 por ciento.

Aunque la decisión de disminuir las tasas podría leerse como una tregua entre el Gobierno y la junta, las tensiones todavía se mantienen. Incluso, Petro, antes de conocerse la determinación el 30 de abril, trinó: “Es la deuda interna la que aumenta como gasto público, y esta está determinada por la tasa de interés que impone el Banco de la República. Por eso no la bajan. No permiten desahogar financieramente al Gobierno y paralizan la economía nacional. Es simplemente una posición política”.

Por su parte, Villar señaló que nunca ha visto desde que está en el banco –doce años como codirector y cuatro más como gerente– “que alguno de los miembros actúe con algún tipo de interés político. Esa es precisamente la característica de un banco central independiente”.

Leonardo VillarGerente del Banco de la República
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República | Foto: banco de la república

La tensión entre los Gobiernos y los bancos centrales no es exclusiva de Colombia. Hace pocos días, el mismo presidente Trump arreció sus ataques contra el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, por la no reducción de las tasas de interés. Pero incluso fue más allá anticipando un intento de destitución de la cabeza del banco central, aunque se retractó unos días después. “No tengo intención de despedirlo”, dijo Trump en declaraciones a la prensa. Ese anuncio calmó los mercados, en medio de las tensiones y la escalada arancelaria.

En el caso de Colombia, aunque por ahora hay una bandera blanca, persisten serias presiones que alimentan la incertidumbre económica, dejando abierta la posibilidad de que las tensiones resurjan.