Economía
El ‘boom’ de las subastas de arte en plena pandemia
Compañías e intermediarios en este negocio reportaron cifras positivas en 2020. Algunos inversionistas acuden al arte como mecanismo de refugio, ante la constante incertidumbre.
El negocio del arte en el mundo sigue pintando muy bien. El cierre de museos y restricción en muestras abiertas al público derivó en un apetito por la compra de obras de arte. En el caso de las subastas, operadores de renombre se pasaron a las ofertas digitales lo que ha despertado el interés de un público cautivo con buen poder de compra y conocimiento.
Algunos expertos ya hablan de la ‘democratización’ del arte, gracias a la apertura virtual que ha tenido este mercado tan lucrativo como
En Colombia también hay protagonistas en el mercado de las subastas. A pesar de un menor número de eventos de este tipo, de los desafíos logísticos y de una conversión repentina y total al ambiente digital y a subastas vía online, casas de subasta como Bogotá Auctions vieron llegar con gran entusiasmo una nueva generación de postores y adjudicatarios.
Luego de un año de pandemia está claro que las inversiones en el mercado de acciones, las divisas y en algunos commodities se han visto afectadas debido a la creciente volatilidad derivada de la incertidumbre actual. El arte emerge entonces como una oportunidad interesante, teniendo en cuenta que se trata de activos (en su mayoría) que pueden presentar valorizaciones en el mediano y largo plazo.
Tendencias
Además, muchas familias e inversionistas quieren disfrutar del buen arte en su casa, sobre todo con las restricciones impuestas en la mayoría de países del mundo.
Según Julia Villamil, dealer o intermediaria en Colombia, un cuadro puede dejar una rentabilidad muy por encima de la inflación. “Siempre y cuando se escoja bien al artista y se invierta a largo plazo”, cuenta. Es algo similar a una acción bursátil con la diferencia que un cuadro o escultura se puede exhibir y disfrutar en el hogar.
“El 2020 fue un año de gran repunte en el mercado del arte como inversión. Al estar la gente en sus casas en cuarentena; haciendo teletrabajo y cuidándose por la pandemia, comenzó a pensar qué tipo de espacios querían revivir para su bienestar y para diversificar su patrimonio.
Estas personas compraron esculturas, pinturas e instalaciones, tanto de artistas consolidados, como de artistas jóvenes lo que llevó, por un lado, a comenzar o consolidar colecciones, y por otro, a valorizar las obras por la ley de la oferta y la demanda”, dijo Villamil.
Los clientes habituales de Villamil incrementaron este tipo de inversiones durante el año pasado, mientras que compradores nuevos de Estados Unidos y otros países contactaron a esta intermediaria a través de su cuenta de Instagram. Las redes sociales han sido determinantes para muchas actividades comerciales.
Lo cierto del caso es que el negocio del arte en Colombia ya venía impulsado desde hace unos años y mostraba en 2018 y 2019 cifras muy interesantes.
Las galerías de arte también han tenido que estructurar nuevos canales de ventas, incluso internacionales para sobre llevar la situación. Los precios de algunas obras en las galerías se han desplomado debido a la falta de visitantes.
En el caso de las casas de subastas la transformación ha sido más ágil. En Colombia las casas de subastas de arte es un negocio en germinación, pero con perspectivas positivas.
Hace un par de años en una subasta presencial en Bogotá Auctions se negociaron 52 piezas, entre cuadros, esculturas y fotos.
Hubo obras de Negret, Ramírez Villamizar, Caballero y Antonio Caro, entre otros. Aunque se ofrecieron piezas por debajo del millón de pesos, llamó la atención que tres obras fueron especialmente concurridas: una escultura de Carlos Cruz-Diez, estimada en $ 7 millones, fue subastada por $ 22 millones; la famosa litografía ‘Colombia Coca-Cola’, de Antonio Caro, estimada en $ 6 millones fue vendida por $ 22 millones; y un dibujo de Alejandro Obregón, cotizado inicialmente en $ 2,5 millones, terminó en $ 14 millones.
Cabe mencionar que el récord de la noche lo tuvo un cuadro de Santiago Cárdenas, vendido en $ 55 millones.
“Como resumen de un año inesperado y sin precedentes nuestros resultados confirman el dinamismo del mercado y coleccionismo de arte colombiano y latinoamericano, gracias a una propuesta y selección con altos estándares de calidad”, explicó mediante un comunicado la casa de subastas Bogotá Auctions.
Según esta firma, dirigida por la ciudadana francesa Charlotte Pieri, en mayo se logró el 90 % de lotes adjudicados en la subasta de grabados; entusiasmo confirmado con la subasta de arte en septiembre que alcanzó el 85 % de lotes vendidos; en total, se alcanzó una tasa de venta promedio anual del 73 % de los lotes de esta empresa.
La demanda superó las expectativas, especialmente en un formato completamente virtual. En 8 subastas especializadas repartidas en seis eventos (5 de ellos online) se alcanzó un monto total de $ 1.371 millones de adjudicación, lo que le permitió a Bogotá Auctions no solo superar los resultados alcanzados en 2019, sino convertir este 2020 en el segundo mejor año de la casa de subastas desde su creación.
“Gracias a las nuevas tecnologías, como el desarrollo de una plataforma propia de subasta online (donde hoy en día contamos con 458 postores inscritos, de los cuales 221 participaron y 123 fueron adjudicatarios), la implementación de la visita virtual, la programación de exposiciones presenciales abiertas con el respeto de todas las medidas sanitarias, y contando con la disponibilidad y asesoría de nuestro equipo, tratamos de reducir distancias y fronteras para llevar a sus casas la adrenalina de nuestra sala de ventas, que tanta falta nos hizo”, recalcó la casa de subastas.