“El nuevo ministro de Hacienda debe demostrar su capacidad para decirle ‘no’ al presidente cuando sea necesario”: José Antonio Ocampo

Para el exministro de Hacienda José Antonio Ocampo, la situación fiscal del país es crítica, por los niveles de déficit y deuda pública. Y con ello, lamentó la salida del ministro Diego Guevara de la cartera de las finanzas públicas.

“El evento más desafortunado de la semana que termina, en materia económica, fue el cambio de ministro de Hacienda. La designación de Diego Guevara hace unos pocos meses había sido acertada, ya que se trata de un buen economista que venía trabajando excelentemente como viceministro general de esa cartera por más de dos años. Además, la razón por la cual el presidente Petro decidió pedirle la renuncia, la de un aplazamiento de gastos por 12 billones de pesos, fue claramente equivocada, ya que era absolutamente necesario dadas las condiciones fiscales de país”, señaló el exministro Ocampo en su columna del diario El Tiempo.

De acuerdo con sus cuentas los recortes necesarios deberían de ser de al menos 23 billones de pesos, pero el Comité de la Regla Fiscal los ha calculado en el doble de esta cifra. “Las razones básicas son la estimación de 15 billones que se supone generará la gestión de la Dian en su lucha contra la evasión de impuestos, una cifra claramente exagerada, así como los elevados gastos de funcionamiento. Estos están, de hecho, en 3 puntos del PIB por encima de los niveles prepandemia”, aseguró.

Recordó que el gobierno Duque incurrió en un déficit alto “muy justificable” durante la pandemia, del 7,8 % del producto interno bruto (PIB), pero todavía alto en 2022, del 6,5 %, porque el ajuste de varios gastos fue contrarrestado por el alto déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC), “si este se contabiliza en el año en que el gasto tuvo lugar, no en el cual se hizo el pago”, explicó.

Del otro lado, Ocampo añadió en su columna que la deuda neta del Gobierno nacional, que había crecido del 34,2 al 48,4 % del PIB entre 2013 y 2019, en el periodo de menor crecimiento y bajos precios de productos básicos como el petróleo, se elevó a 61 % durante la pandemia y, aunque bajó un poco después, el Gobierno actual heredó un 57,6 %.

“Durante este gobierno, después del ajuste que se hizo en 2023, que redujo el déficit a un 3,8 % del PIB, incluyendo el FEPC, se incurrió en un déficit del 6,1 % en 2024, y los del 2025 y 2026 pueden llegar al 7 u 8 %, muy por encima del déficit programado para este año, de 5,1 %. Esto requiere aplazamientos adicionales de pagos, como lo propuso el ministro Guevara. Esto implica que la deuda podría aumentar a un 63 % del PIB este año y aún más el entrante. En otras palabras, el próximo gobierno recibiría como herencia la deuda pública más alta de la historia reciente del país”, advirtió Ocampo.

Y calificó como “graves” los costos eventuales de esta situación. Por una parte, señaló que el país podría perder el acceso a la Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional, que es para países con buen manejo económico. También podría perder el grado de inversión de Moody’s, la única de las principales calificadoras de riesgo que todavía se lo otorga al país, “ya que Standard & Poor’s y Fitch lo quitaron en 2021, bajo el gobierno Duque”.

“Esto podría significar un aumento de las tasas de interés de la deuda pública, tanto en el mercado internacional como en el mercado interno de TES, como ya ocurrió esta semana, y hará más difíciles las decisiones del Banco de la República”, anticipó el exministro Ocampo.

Reiteró que el recorte debe, además, abrir el espacio para varios problemas pendientes, especialmente el déficit del sector de la salud. “Y ciertamente no debe incluir recortes para obras de inversión en curso, entre las que se destacan los aportes del Gobierno nacional a la construcción del metro de Bogotá, ni a las vigencias futuras por inversiones privadas en infraestructura, que deben ser consideradas equivalentes a deuda pública”, mencionó Ocampo, como nuevas tareas para el nuevo ministro de Hacienda, que, de acuerdo con las publicaciones en la Presidencia de la República, sería Germán Ávila.

Y Ocampo concluyó con una recomendación para el nuevo ministro: “Debe demostrar su capacidad para decirle no al presidente de la República cuando sea necesario, un requisito esencial de todo buen ministro de esta cartera”.