Entrevista

Estas son las recomendaciones del presidente global de McKinsey para los empresarios en tiempos de incertidumbre

Al cumplir 30 años en Colombia, Bob Sternfels, presidente global de McKinsey, habla sobre las oportunidades actuales de Latinoamérica para crear nuevas conexiones con el mundo. Resiliencia, la clave.

3 de mayo de 2025, 4:00 a. m.
Bob Sternfels, presidente global de McKinsey, dice que las crisis se pueden afrontar de manera defensiva u ofensiva, tal como se hace en los deportes. | Foto: Cortesia McKinsey

SEMANA: Hoy en día, el mundo vive una alta incertidumbre. ¿Qué les aconseja a los empresarios en este contexto?

BOB STERNFELS: La respuesta varía según donde estés en el mundo. Para los CEO que han trabajado en entornos volátiles, como lo son muchas economías en América Latina, no implica un gran cambio, como sí lo es para quienes solo han estado en Estados Unidos o Europa. No obstante, nuestras conversaciones actuales con los CEO se han centrado en dos cosas. Una es la resiliencia. ¿Qué tan resilientes son sus empresas? Si están a la defensiva, ¿tienen un buen balance?, ¿pueden resistir los golpes? Y, para los que están a la ofensiva, implica buscar las oportunidades que surgen en estos periodos de incertidumbre. El segundo tema son los plazos, pues la obligación de un CEO es pensar en múltiples horizontes temporales. Claramente, en el corto plazo hay que entregar valor a los accionistas. Pero también es necesario pensar a largo plazo. Por ejemplo, hoy muchos hablan de aranceles; sin embargo, en McKinsey creemos que hay que tomar decisiones que vayan más allá de un régimen de aranceles porque estos pueden venir, irse, subir o bajar. A menudo las decisiones empresariales tienen repercusiones de décadas, construir una fábrica, invertir en investigación, que van más allá de los aranceles. En la pandemia y en la invasión rusa a Ucrania, aprendimos que las cadenas de suministro son frágiles, y se reforzó la necesidad de construir cadenas más robustas, idea que existía antes de que empezáramos a hablar de aranceles.

SEMANA: ¿Está preocupado por una posible guerra comercial?

B.S.: La geopolítica es una de las mayores cuestiones en las que estamos ayudando a nuestros clientes, diciéndoles cómo navegar estos tiempos, pero teniendo claro que después de la tormenta siempre llega la calma. Las nubes negras son un temor real, en especial en Estados Unidos, donde se teme una mayor inflación, pero el rayo de esperanza está en que el resto del mundo está empezando a colaborar más entre sí. Ha habido cinco acuerdos de libre comercio negociados desde enero, ninguno de los cuales involucra a Estados Unidos. Canadá se acerca a la Unión Europea para fortalecer el comercio, y esta última se conecta más con China. Veo oportunidades para crear corredores más profundos. Así, América Latina podría conectarse con el resto del mundo de manera diferente.

SEMANA: En sus reuniones recientes, el FMI y el Banco Mundial hablaron de un nuevo orden mundial y de menor crecimiento global. ¿Está de acuerdo?

B.S.: Tengo claro que el orden en el que crecimos en los últimos 30 años está cambiando, pero aún es demasiado pronto para decir hacia dónde está cambiando. En los últimos 25 años, gracias al crecimiento económico global, 1.000 millones de personas salieron de la pobreza, mientras la esperanza de vida y la educación secundaria aumentaron. Ahora bien, no ha sido perfecto y persisten las desigualdades, pero en McKinsey creemos en el poder de la conexión. Por ello, trabajamos para fomentar un mundo hiperconectado, donde más vínculos significan mayor resiliencia y mayores oportunidades de crecimiento económico.

SEMANA: ¿Qué tan resilientes considera a los empresarios latinoamericanos?

B.S.: Mucho, porque han tenido que serlo. Les ha tocado lidiar con golpes inflacionarios, cambiarios y regulatorios, y gran parte de su resiliencia está en el lado defensivo. Por supuesto, en este momento hay una gran crisis, pero no tiene el tamaño ni la magnitud de las que usualmente ha vivido la región, que ha tenido mezclas de crisis económicas, sociales y de seguridad. Eso les ha permitido crear grupos que son capaces de ver a través de las crisis y estructurar buenos equipos. Sin embargo, esa posición defensiva en algunos casos los ha vuelto cautelosos y conservadores, lo que tampoco es bueno, dado que los frena para moverse cuando surgen oportunidades. Hoy yo no veo un problema, sino una oportunidad para América Latina en relación con el resto del mundo. Tienen mucho potencial. Aún cuentan con suficientes recursos humanos y naturales. Por eso, con la narrativa adecuada pueden construir la historia de por qué es bueno invertir aquí, construyendo oportunidades a partir de cadenas de valor.

SEMANA: ¿Qué significan para su operación en Colombia sus 100 años globales y sus 30 en el país?

B.S.: Hace casi un siglo inventamos la consultoría. Al cumplir 100 años en 2026, he invitado a mis colegas para reflexionar sobre nuestro camino. Hoy tenemos un compromiso renovado con nuestros valores. A Colombia llegamos convencidos de invertir en el país y de, realmente, tratar de hacer algo que vaya más allá de asesorar a grandes empresas privadas. Ese compromiso lo hemos reforzado.