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Estos serían los elevados costos de incumplir la regla fiscal. Decreto de conmoción aumenta los temores

El impacto sería mayúsculo: el crecimiento se reduciría en un punto porcentual, el dólar se dispararía y la inflación se alejaría del rango meta. ¿Recorte en pleno año preelectoral?

Redacción Economía
25 de enero de 2025
BRUCE MAC MASTER Presidente de la Andi
Incumplir con la regla fiscal provocaría consecuencias: recortes presupuestales, endeudamiento del gobierno y disminución de inversiones | Foto: guillermo torres-semana

la regla fiscal es un instrumento que permite asegurar la sostenibilidad macroeconómica y de las finanzas públicas para que no se superen los límites de la deuda, y el país mantenga la credibilidad y la confianza de los mercados internacionales.

Sin embargo, las cuentas no están cuadrando y los riesgos de que el país incumpla la regla fiscal han crecido.

El año pasado no solo se cayó la ley de financiamiento por 12 billones de pesos, con la que el Gobierno esperaba ‘cuadrar caja’; sino que también se redujo el recaudo tributario en 4 por ciento, llegando a 267,2 billones de pesos. Igualmente, el crecimiento en noviembre pasado, según el Índice de Seguimiento a la Economía (ISE), fue menor al estimado por el mercado, lo que implicaría que el PIB de 2024 avanzó por debajo del 2 por ciento. Además, una parte de los ingresos por impuestos se ha estimado sobre escenarios inciertos.

El ministro de Hacienda, Diego Guevara, ha insistido en que para 2024 se cumplirá la regla fiscal luego de lo que llamó un “doloroso” ajuste fiscal por más de 28 billones de pesos. Aunque también ha advertido que la regla fiscal no es un santo grial y que hay discusiones técnicas y distintos elementos para tener en cuenta.

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Se tomó la medida de un recorte presupuestal para enfrentar el déficit fiscal. | Foto: Stock.adobe.com

Sin embargo, la presión para el Gobierno será alta. A la necesidad de aumentar el flujo de recursos en un año preelectoral para mostrar el avance de proyectos y programas, y consolidar las obras del Gobierno, se suman ahora las tensiones que se pueden generar por el estado de conmoción interior debido a la compleja situación del Catatumbo.

El exviceministro de Hacienda Juan Alberto Londoño está convencido de que esta medida podría incorporar cambios en la regla fiscal. “Se ve que pueden tomar medidas tributarias y presupuestales para conseguir recursos adicionales, y eso puede ser más deuda”, dice. Por su parte, José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, señala: “Ni se les ocurra ahora proponer una suspensión de la regla fiscal. No habría correspondencia entre la dimensión de la medida y el impacto de ella versus lo que se necesita para la región del Catatumbo”.

En su más reciente informe de Prospectiva, Fedesarrollo advierte que para 2025 los desafíos fiscales persisten. Estima que, considerando el escenario de ingresos y el déficit permitido por la regla fiscal, el gasto total del Gobierno nacional debería reducirse en 28,8 billones de pesos (1,6 por ciento del PIB), similar al valor recortado en 2024 (28,4 billones de pesos, 1,7 por ciento del PIB). E insistió en que, en 2025, el contexto para implementar estas medidas será más complejo por el inicio del periodo preelectoral y la inestabilidad en el gabinete, lo que podría limitar la capacidad del Gobierno para adelantar los recortes de gasto necesarios.

La estrategia de las 48 horas permite tomar decisiones más racionales, ayudando a las personas a ahorrar dinero y evitar el gasto innecesario.
El gasto total del gobierno se verá reducido. | Foto: Getty Images

“En ausencia de ajustes en el gasto primario, el déficit fiscal podría ampliarse, resultando en un incumplimiento de la regla fiscal. Esto generaría efectos adversos sobre variables macroeconómicas como la tasa de cambio, la inflación, las tasas de interés, la inversión y el crecimiento económico. Además, una mayor percepción de riesgo por la pérdida de credibilidad en la política fiscal elevaría el costo del endeudamiento del Gobierno, agravando aún más la sostenibilidad de las finanzas públicas”, advierte Fedesarrollo.

Para 2025, este centro de pensamiento proyecta un escenario en el que los ingresos totales del Gobierno representarían el 17 por ciento del PIB. Bajo este panorama, cumplir con el déficit permitido por la regla fiscal del 4,7 por ciento del PIB requeriría que el gasto total del Gobierno se sitúe en 21,7 por ciento del PIB, lo que implica una reducción de 1,6 puntos porcentuales (28,8 billones de pesos) frente al escenario del presupuesto planteado por el Gobierno (23,3 por ciento del PIB).

“De no adoptarse las medidas necesarias, ya sea a través del aplazamiento de apropiaciones o un ajuste en el Plan Anual de Caja, el déficit fiscal ascendería del 4,7 al 6,3 por ciento del PIB. En este contexto, tanto en 2024 como en 2025, el déficit se posicionaría como el tercero y cuarto más alto del siglo XXI, superado únicamente por los niveles registrados durante la pandemia: 7,8 por ciento del PIB en 2020 y 7 por ciento en 2021”, dice Fedesarrollo.

El aumento de las necesidades de financiamiento derivado del mayor déficit fiscal incrementaría el nivel de endeudamiento del Gobierno, alerta Fedesarrollo, y plantea el escenario crítico: la deuda neta del Gobierno habría alcanzado el 56,5 por ciento del PIB en 2024 y subiría al 60 por ciento en 2025. Estas cifras también excederían el ancla en deuda del 55 por ciento del PIB establecido por la regla fiscal, acercándose al límite del 71 por ciento del PIB. Otros incluso van más allá. Para 2025, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) estima que se requiere un ajuste fiscal de 52 billones de pesos, es decir, 2,9 puntos porcentuales del PIB, para cumplir con la regla fiscal respecto del Presupuesto General de la Nación 2025.

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Existen factores determinantes como el déficit fiscal que podrían causar el aumento del endeudamiento del Gobierno. | Foto: Fotomontaje con fotos de Archivo Semana

En su más reciente pronunciamiento, el Carf señaló que los indicadores fiscales de finales de 2024 impactarán la situación de 2025. “En concreto, el Carf estima que la menor base de recaudo de 2024 reducirá los ingresos de 2025 en 17 billones de pesos”. El comité también hace observaciones sobre los ingresos por gestión de la Dian que, a su juicio, serán inferiores en 22,6 billones de pesos a los incluidos en el presupuesto de este año, mientras que la no aprobación de la ley de financiamiento reduce la expectativa de recaudo en 12 billones de pesos frente al presupuesto.

Fedesarrollo hizo las cuentas del impacto que tendría el incumplimiento de la regla fiscal: un aumento de la prima de riesgo del 33 por ciento, lo que se reflejaría en un incremento de los credit default swaps, que miden el riesgo, y pasarían de un promedio de 186 a 247 puntos básicos entre 2024 y 2025. Esto depreciaría la tasa de cambio en hasta 20 por ciento, se presionaría la inflación y la aumentaría en 0,5 puntos porcentuales, sacándola del rango meta del Banco de la República. El incremento en la percepción de riesgo se traduciría en un aumento de las tasas, que se reflejaría en un menor crecimiento en la inversión de 2,1 puntos porcentuales y de 0,8 puntos en el consumo total de la economía para 2025. El crecimiento del PIB total sería inferior en un punto porcentual, pasando de 2,6 a 1,6 por ciento.

En lo corrido del año hasta septiembre, la economía colombiana creció 1,6%.
El incumplimiento de la regla fiscal impactaría principalmente el crecimiento de las inversiones y el consumo del presente año. | Foto: El País

Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que la tarea que tienen las autoridades económicas es la de poder administrar estos recursos escasos, al tiempo que se cumple con la regla fiscal. “De lo contrario, corremos el riesgo de perder calificación y tener que asumir costos infinitamente mayores en tasas”, señaló.

Según la Andi, por cuenta de un mayor riesgo país, en los dos últimos años Colombia ha pagado más de 21 billones de pesos por tasas de interés más altas. Mac Master hizo un llamado para que la regla fiscal se cumpla, incluyendo “la idea de que puede haber una regla fiscal distinta, alrededor de lo que se denominan gastos verdes o gastos relacionados con la sostenibilidad. Este es el momento de ser más juicioso”, señala el dirigente gremial.

Para Restrepo, es inconveniente incumplir la regla fiscal en 2024 o en 2025, o proponer una relajación de la misma. “Generaría un mal ambiente de cara a los inversionistas, sería un mal mensaje para las calificadoras de riesgo y tendría efectos como una modificación al alza de la tasa de cambio y un aumento de la prima de riesgo país o en las tasas de interés del endeudamiento público. Eso genera desconfianza en la inversión y no es bueno de cara a una reactivación”.

Al cierre de esta edición, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, en un trino, señaló que la ejecución del presupuesto general el año pasado fue de 395 billones de pesos, frente a un monto apropiado de 475 billones, lo que equivale a una ejecución del 83 por ciento y por debajo del promedio del último quinquenio, que fue de 88 por ciento. La pregunta que se hacen algunos analistas es si con esa menor ejecución se logra un menor déficit del que se tenía previsto.

luis f. mejía Director de Fedesarrollo
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo. | Foto: nicolás linares

Otros son más flexibles frente a la regla. Munir Jalil, economista jefe de BTG Pactual, señala que, si no se cumple, no es el fin del mundo: “Cada vez hay más países que incumplen; por ejemplo, Perú lleva dos años sin cumplir su regla fiscal”.

Por ahora, las expectativas están centradas en la gimnasia financiera que haga el Gobierno para poder ajustar sus cuentas y cumplir la regla fiscal.