Economía
Hoy, la junta directiva del Banco de la República toma decisión sobre las tasas de interés. ¿Cuáles son las tensiones?
La junta se moverá entre dos escenarios: uno, la inflación que cae, y otro, la preocupación por la compleja situación de las finanzas públicas. Mientras Moody’s y Standard & Poor’s redujeron la calificación de riesgo del país.

Este viernes 27 de junio, último día hábil del mes, se reunirá la junta directiva del Banco de la República para definir el rumbo de las tasas de interés, que se encuentran en 9,25 %.
En sus dos más recientes reuniones, en donde tomó determinaciones sobre las tasas (de finales de marzo y de abril), la junta sorprendió con sus decisiones. En la de marzo, cuando la expectativa del mercado era reducirlas, en una votación dividida las mantuvo inalteradas, circunstancia que significó la crítica del presidente Gustavo Petro a la codirectora Olga Lucía Acosta, pues la suya fue una designación del jefe de Estado, pero al parecer no habría votado como los otros designados por el mandatario que ya suman hoy mayoría.
En la de abril, en momentos en que los analistas esperaban que se mantuvieran estables las tasas de interés del banco, la junta decidió, por unanimidad, reducir 25 puntos básicos.
Para la reunión de este viernes, la junta se enfrenta a una compleja situación y a la tensión de dos fuerzas. Por un lado, una tendencia decreciente de la inflación que, en su más reciente reporte de mayo, el registro anual se redujo en 11 puntos básicos, hasta 5,05 %, y tuvo un registro mensual de 0,32 %. El dato de ese mes, si bien no despeja del todo las dudas sobre la persistencia de la inflación, sí representa —como señaló Bancolombia— el resultado más alentador en lo corrido del año.
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Y, por el otro, las complejas dificultades fiscales del país, que se vieron reflejadas en la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo por parte del Ministerio de Hacienda, que condujeron a la cláusula de escape para suspender la regla fiscal. El déficit subirá a 7,1 % y la deuda, como porcentaje del PIB, llegaría a 63 %. Y ya se empezaron a ver las primeras consecuencias: tanto Moody’s como Standard & Poor’s redujeron la calificación crediticia del país por el deterioro fiscal.

En las minutas de la reunión de marzo de la junta del Banco de la República, se señaló lo siguiente por parte de un grupo de miembros de la junta: “El contexto de incertidumbre que rodea las finanzas públicas del país luego del importante aumento del déficit del Gobierno central en 2024 y de las dificultades de financiamiento del presupuesto de 2025, constituye un factor de peso que aumenta el riesgo país y reduce el margen de maniobra de la política monetaria. Insisten en que una señal clara que despeje las preocupaciones sobre la viabilidad de las finanzas públicas y asegure el cumplimiento de la regla fiscal, mejoraría la confianza de los mercados y abriría espacios importantes para el relajamiento de la política monetaria”.
En la reunión de abril también se insistió en que el Gobierno nacional transmita señales claras y convincentes de un ajuste fiscal que contribuya a contener el aumento del riesgo país. Eso no sólo permitiría reducir los costos del endeudamiento público, sino aumentar la confianza de los mercados y la inversión privada. Además, destacaron (algunos codirectores) que esto abriría espacio para un mayor relajamiento de la política monetaria. Sugirieron que el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2025 y la revisión del Plan Financiero para este año ofrecen oportunidades valiosas para transmitir este mensaje.
Sin embargo, las alarmas quedaron encendidas con el anuncio del Marco Fiscal que planteó un aumento en la deuda, un incremento en el gasto y, por el contrario, no hubo señales de ajustes en el gasto.
Un factor a favor de la inflación es que, a pesar de las decisiones en materia económica del Gobierno, el dólar, por presiones internacionales, especialmente, se ha debilitado y, por ahora, no está generando más presión a la inflación.

En ese escenario, la reunión de este viernes será clave o, para pasar la cuenta de cobro por las decisiones en materia fiscal, y mantener las tasas inalteradas, o para que el Gobierno haga prevalecer sus mayorías en la junta y se genere una reducción en las tasas.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Anif sobre la tasa de intervención del Banco de la República, correspondientes a junio de 2025, hay un amplio consenso entre los analistas consultados respecto a que la tasa de interés de política monetaria se mantendrá en 9,25 %.
“En detalle, el 78,9 % de los encuestados anticipa que la junta directiva del Banco de la República, en su reunión del 27 de junio, optará por mantener la tasa de interés inalterada, mientras que el 21,1 % restante prevé que la tasa tendrá un recorte de 25 puntos básicos. Entre las entidades consultadas se destacan siete comisionistas de bolsa, cuatro bancos locales, tres bancos internacionales, dos centros de investigación académica, dos gremios y un banco de desarrollo territorial”, señala el informe.
Respecto al consenso en la próxima votación, el 78,9 % de los analistas prevé que tres miembros de la junta del Emisor estarán en disenso, mientras que un 15,8 % anticipa que serán dos los miembros disidentes y el 5,3 % restante considera que habrá unanimidad.
Las 15 entidades que anticipan que la decisión mayoritaria será mantener inalterada la tasa de interés consideran que habrá tres miembros de la junta que estarían en desacuerdo con dicho escenario: Germán Ávila y Laura Moisá, con 15 menciones cada uno, y César Giraldo con 14 menciones. En el escenario de un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés, los tres miembros más mencionados que podrían estar en disenso son Mauricio Villamizar, con tres menciones, y Bibiana Taboada y Leonardo Villar, con dos menciones cada uno.
Bancolombia, en un informe sobre la expectativa de decisión de la junta, espera que mantenga estable su tasa de interés de política monetaria en 9,25 % durante su reunión del próximo 27 de junio. Este movimiento, dice la entidad financiera, iría en línea con la cautela que ha caracterizado las decisiones recientes de la junta, como resultado de los riesgos macroeconómicos, tanto externos como internos, que podrían afectar la trayectoria de convergencia de la inflación hacia la meta.

Destaca que, aunque la inflación anual se desaceleró en 11 puntos básicos entre abril y mayo, “en los primeros cinco meses del año solo se ha desacelerado en 15 puntos básicos y continuaría viéndose afectada por las presiones alcistas derivadas de la persistencia de la indexación, la incertidumbre asociada a la política comercial mundial y la ausencia de efectos favorables de base estadística en los próximos meses. En consecuencia, la inflación cerraría el año por encima del límite superior del rango de tolerancia del Banco de la República (4,0 %)”.
Para Bancolombia, la decisión de la junta del Emisor de este 27 de junio estaría sustentada en la preocupación por la situación de las finanzas públicas del país, ante los retos derivados de la activación de la cláusula de escape de la Regla Fiscal hasta 2027, el aumento de las necesidades de financiamiento para 2025, la elevada probabilidad de una pronta rebaja en la calificación de riesgo soberano y el complejo panorama fiscal proyectado para 2026.