Economía

“La alianza público-privada y social es virtuosa y es el modelo ideal”: Proantioquia

María Bibiana Botero, presidenta de esta organización, explica en entrevista con SEMANA cómo se han manejado las diferencias con el Gobierno Petro. En los 50 años de Proantioquia, el legado ha sido amplio y ha empezado a construir las nuevas apuestas.

19 de marzo de 2025, 10:57 a. m.
María Bibiana Botero, Presidente de Proantioquia.
María Bibiana Botero, presidenta de Proantioquia. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO-SEMANA

SEMANA: ¿Qué es Proantioquia?

MARÍA BIBIANA BOTERO (M. B. B.): Proantioquia nace hace 50 años. Es una institución ciento por ciento privada, no recibimos dineros públicos. Y nace por el convencimiento, del sector privado, de hacerse parte de la solución de los problemas públicos. Es decir, un problema público, póngale el nombre que sea —deserción escolar, inseguridad alimentaria—, no se le puede dejar solo al Estado, sino que el sector privado tiene que hacerse parte de esa solución y ayudar a solucionar los problemas, sin reemplazar al Estado, sin competir con él. Eso es Proantioquia. Nuestros fundadores decían que no podían existir empresas exitosas en sociedades fracasadas y, entonces, hace 50 años nacen con la idea de traer desarrollo a Antioquia. Fueron 12 grandes empresarios, visionarios de ese momento, que firmaron el acta de constitución que decía que era para traer empréstitos a Antioquia. Proantioquia nace, primero, para traer proyectos de futuro a la región; segundo, porque necesitábamos mejorar la interlocución con el gobierno central y, tercero, por ese convencimiento de que el rol del sector privado no era solamente el desarrollo económico, sino la generación de valor social.

SEMANA: En ese escenario de generación de valor social, ¿cuál es la mayor incidencia de Proantioquia en el desarrollo de la región?

M. B. B.: En estos 50 años, uno puede medir el impacto de Proantioquia en varias categorías. Obras de infraestructura que han sido detonantes de desarrollo: el Aeropuerto José María Córdova, el Metro de Medellín, el Parque Explora, Ruta N, la Autopista Medellín-Bogotá, todas esas iniciativas nacen en ProAntioquia. También programas sociales muy importantes para esta región, como el programa Buen Comienzo, de alimentación escolar. Acá también hemos contribuido a que nazcan instituciones nacionales, como Empresarios por la Educación, Transparencia por Colombia, Ideas para la paz, Colfuturo. Esta ha sido una institución que no solo ha pensado en la región, sino también en el bienestar de Colombia.

METRO DE MEDELLÍN
El Metro de Medellín es uno de los grandes logros de ProAntioquia en estas cinco décadas. El Metro cumple 30 años. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA / SEMANA

SEMANA: ¿Reciben recursos públicos?

M. B. B.: Esta institución ha tenido una función muy importante en cuidar lo público, como una sociedad civil muy activa y vigilante, porque aquí creemos que lo público nos pertenece a todos. Entonces, en el caso de Proantioquia, tenemos tres plataformas, por eso no recibimos recursos públicos, para poder vigilar lo público. Tenemos Medellín Cómo Vamos, hace 19 años. Somos el único departamento que tiene un cómo vamos, hace tres años contamos con Antioquia Cómo Vamos, y somos fundadores de la Veeduría Ciudadana Todos por Medellín.

SEMANA. ¿En qué se ha enfocado Proantioquia?

M. B. B.: Se ha enfocado en imaginarse el futuro y hacerlo posible, identificar esos grandes proyectos y planearlos. Segundo, en navegar el presente, las coyunturas. Por qué no está saliendo un proyecto adelante, cuáles son las barreras, cuáles son los obstáculos. Tercero, el cuidado de lo público. Y una de las capacidades más importantes que tiene Proantioquia y que ha fortalecido últimamente es su capacidad de incidencia. Por ejemplo, Proantioquia es la casa donde se reúne la bancada antioqueña, desde el Partido Comunes hasta el Centro Democrático. En este momento, estamos contribuyendo en cinco proyectos de ley. Acá se reúne la academia, el sector privado, el sector público. Entonces, la capacidad de incidencia que ha tenido esa institución, no solamente para ejecutar obras, sino también para llevar a temas de impacto nacional, la hemos fortalecido.

SEMANA: ¿Cómo logran el equilibrio entre el liderazgo de la empresa privada, pero al mismo tiempo el aporte en la construcción del valor público?

M. B. B.: Eso es interesante. Creo que tiene mucho que ver con el ADN de este empresariado. Le voy a referir una anécdota. Proantioquia ha aumentado el número de afiliados en casi un 43 %. Y parte de lo que dijimos fue que necesitamos nuevas voces, nuevos sectores, nuevos líderes que vengan a hacerse parte. Nos interesaba que ese ADN no se quedara únicamente en los fundadores de Proantioquia, o sea, que esa mentalidad de generar valor económico, pero también valor social, no fuera algo del pasado. Nos interesa que eso impregne en el tejido empresarial de la región. Y por eso convocamos a nuevos líderes, a los emprendedores, gente joven que está en el sector de tecnología, en otras cosas, para que se hagan parte de esta conversación. Así como están pensando en la inteligencia artificial, por supuesto, pues que también tengamos conversaciones alrededor de cómo vamos a hacer para superar la inseguridad alimentaria o cómo vamos a hacer para que Antioquia tenga más recursos en obras por impuestos. Es decir, cómo generamos una conciencia más amplia de lo que significa ser un empresario. Y tiene mucho que ver con el ADN y la historia de la región.

Aeropuerto José María Córdova de Rionegro
Una de las grandes apuestas de ProAntioquia hacia el futuro es una nueva terminal del aeropuerto José María Córdova de Rionegro y la segunda pista. | Foto: Semana

SEMANA: Que creció incluso atravesando momentos muy duros…

M. B. B.: Fuimos la ciudad más violenta del mundo. Ahí no hay nada más para decir. Ser la ciudad que más muertos puso en el mundo, en algún momento de nuestra historia, es hablar mucho de lo que ha sido esta región y hoy estar donde estamos no es casualidad. Francis Fukuyama nos calificó como el medio milagro. Y a mí personalmente no me gusta esa clasificación, porque cuando dicen milagro, suena como que fuimos tan de buenas, que salimos adelante. Y la verdad es que no fue por de buenas. Aquí trabajamos todos. Es decir, a los empresarios les tocó sentarse con las organizaciones sociales, comunitarias; a las organizaciones comunitarias con los líderes cívicos, con los empresarios, con los políticos, con todos. Ese capital social que ha tenido la región nos ha mantenido. Y tal vez esas dificultades que hemos afrontado, también ha hecho que tengamos un ADN muy característico.

SEMANA: En esa dinámica de los afiliados, se ha avanzado, entre comillas, en una democratización de ese proceso…

M. B. B.: Somos claros y enfáticos y decimos siempre, en Proantioquia no se viene a hacer negocios. Este no es el espacio. No tenemos nada en contra de los negocios, es maravilloso que haya, y que haya muchos, además nos financian empresarios y necesitamos que haya muchos más. Pero no es el lugar para esa conversación. La ecuación se invierte un poco. Proantioquia diciéndole al sector privado, al público, al sector social, cómo vamos a hacer todos para solucionar ese reto, o cómo vamos a hacer para ir por esa gran oportunidad de región que tenemos. Siempre decimos que no somos un gremio, y trabajamos de la mano con los gremios.

Y afortunadamente existen los gremios. Alguien tiene que hacer una defensa de los intereses particulares y sectoriales, pero no es nuestro rol. Nuestro rol, el nombre de nuestra conversación se llama desarrollo. No tenemos una meta comercial en términos de número de afiliados nuevos, a nosotros nos interesa el carácter del afiliado, que sea consciente de que aquí viene a recibir poco, viene a dar y a entregar trabajo y capacidades de y para la región. Aquí tenemos academia, cajas de compensación, la empresa privada (que es la mayoría), tenemos fundaciones y algunos miembros honorarios, personas naturales. Una categoría que me encanta son los emprendedores. Es una mezcla muy interesante y representativa de lo que es esta región.

SEMANA: ¿Cómo tiene que verse esta institución?

M. B. B.: Es una institución que tiene que verse, y ese es un buen momento en sus 50 años, honrando el pasado. Hemos construido sobre quienes nos fundaron, hemos respetado ese legado y esos valores. Es una institución que, en su presente, en su hoy, está conectada con los retos públicos actuales, y es una institución que sobre todo tiene mucho futuro. Proantioquia trae conversaciones de futuro a la región y hemos construido para que dure otros cien años.

SEMANA: Hoy, ¿cuáles son los proyectos prioritarios?

M. B. B.: Primero, todos los proyectos que he mencionado, nada lo hacemos solos. Proantioquia articula y es el llamado a convocar. De hecho, hay que dar crédito al sector público que en esos momentos hizo posible que esos proyectos ocurrieran. En el presente, estamos muy comprometidos con una gran apuesta: la industria musical, por ejemplo. Hace dos años, hicimos un ejercicio con otros actores como Comfama, Eafit y Breakthrough, que se llamó la Antioquia Emergente. Fue un ejercicio de prospectiva. Esa región estaba en una discusión muy álgida con la administración distrital y estábamos muy enredados en el trino del día y en la coyuntura. Dijimos, esta región tiene que ser capaz de pensarse más allá de lo que estaba pasando en ese momento. Propusimos un ejercicio para planear Antioquia para los próximos diez años. Y ese ejercicio nos puso de presente unas cosas muy interesantes. Pusimos los reflectores en unos fenómenos y en las capacidades y eso ayudó a que se detonaran factores muy importantes. Medellín es una capital creativa, es una potencia de la creatividad y de las industrias creativas.

SEMANA: Por ejemplo…

M. B. B.: Hablaré de la industria musical. En Medellín, a lo largo de su historia, la música ha sido muy importante, pero lo que está ocurriendo alrededor de la industria musical en Medellín es un fenómeno a nivel global. Por ejemplo, la canción Provenza, de Karol G, que menciona a Medellín, detonó 5.000 millones de búsquedas de Medellín en internet solamente porque se mencionara a la ciudad. Pero además la música detona otros fenómenos, hospitalidad, hotelería, restaurantes. El concierto de Fade que acaba de pasar significó 20 millones de dólares para Medellín, una estadía de tres días en la ciudad, significó 53.000 turistas. Es una barbaridad lo que ocurre alrededor de la música.

Estamos enfocados en apoyar al origen de lo que en su momento fue Inexmoda, que nace en Proantioquia también, y es una industria que emerge, que lo viene haciendo muy bien, pero que estamos acompañando con muchos otros actores a que ese ecosistema se fortalezca como industria.

Como en Proantioquia se reúne la academia también, pues unimos lo que está demandando la industria con lo que está entregando la academia y se generó una nueva conversación. Fue interesante porque la industria le decía a la academia, ustedes forman músicos cinco años en música clásica, etc., pero la industria musical está necesitando abogados especializados en derechos de autor, gente especializada en sonido, en luminotécnica, en producción de eventos, y eso es lo que están haciendo. Hoy hay 25 nuevos programas en esta región de parte de la academia antioqueña después de esa conversación.

Karol G
El fenómeno de la música en Medellín es uno de los potenciales que está desarrollando ProAntioquia. La canción 'Provenza', de Karol G, ha visibilizado a Medellín. | Foto: Getty Images for MTV

SEMANA: ¿Qué otras acciones están impulsando?

M. B. B.: Estamos también enfocados en formar en valor público a los líderes actuales. Tenemos un gran programa de liderazgo público que se llama Emergentes. Liderario es un programa que tiene hoy 130 liderarios, le decimos, que son líderes ya, han pasado congresistas, senadores, presidentes de compañías, artistas, músicos. Y los formamos en liderazgo público, para que no se pierda ese ADN de lo que somos. Para que la conversación entre lo público y lo privado sea más fluida. Seguimos comprometidos en la paz. Esta es una institución que ha estado enfocada en la paz. Y ahí tenemos dos ejecutorias importantes. Una, somos líderes de obras por impuestos. Antioquia es líder de obras por impuestos a nivel nacional. Y esa plataforma de obras por impuestos la articula Proantioquia. Justamente este año, nos acaban de confirmar 376.000 millones de pesos de cupo Confis para proyectos de Antioquia. 19 proyectos vamos a sacar adelante.

Y también tenemos un proyecto que es un laboratorio de paz de 270 hectáreas en Dabeiba donde habitan 70 reincorporados de las Farc. Llevamos cinco años acompañándolos en su reincorporación y les vamos a hacer entrega de la propiedad del bien a esas cooperativas.

Y hay un tema muy importante en lo que siempre ha estado Proantioquia: la educación, que siempre ha sido un sello nuestro, pero hoy enfocado sobre todo en ser un observatorio para poder hacer buena política pública. Hoy tenemos un proyecto que ya pasó en la Comisión de Educación Rural. Educación Rural es un proyecto que nace aquí, luego lo llevamos a hacer ordenanza a través de la Asamblea de Antioquia para que en el departamento existiera la ley de educación rural, y hoy queremos que sea ley nacional porque estamos convencidos de ese proyecto.

SEMANA: ¿Y los planes para el futuro?

M. B. B.: Tenemos tres grandes apuestas. La primera, en la que ya empezamos a trabajar hace más de un año, el Aeropuerto José María Córdova. Nos acaban de entregar el plan maestro y estamos trabajando en que esa segunda terminal y eventual segunda pista sean una realidad.

La segunda, turismo. Creemos en el turismo como una gran oportunidad para Medellín y para Antioquia, de una industria jalonadora y que significa para esta región una derrama económica sin precedentes. Y tercero, Urabá. Es una conversación en la que Proantioquia quiere sumar capacidades para que Urabá sea esa potencia industrial, agroindustrial y portuaria que todos nos estamos soñando.

Tras el virtual hundimiento de la reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado, Petro anunció la consulta popular.
En muchas ocasiones el discurso del presidente Gustavo Petro ha sido antiempresa. "El modelo ideal para nosotros es poder tener una conversación fluida, virtuosa entre lo público y lo privado, respetando la independencia, por supuesto, pero que exista esa conversación", dice la presidenta de ProAntioquia. | Foto: Catalina Olaya/Colprensa

SEMANA: El discurso del presidente Gustavo Petro ha sido en algunos momentos antiempresa y Proantioquia es una organización privada y empresarial. ¿Qué ha pasado en esa relación y por qué en algunos momentos el diálogo se ha roto?

M. B. B.: Creo que no nos podemos acostumbrar a considerar como positivo o normal algo que no es ni positivo ni normal. ¿Qué quiero decir con eso? La alianza público-privada y social es virtuosa, y es, en mi opinión, el modelo ideal. Es el modelo que ha permitido que esa región saque adelante grandes ejecutorias como las que mencioné.

El hecho de que en algunos momentos se haya fraccionado no quiere decir que no sea el modelo ideal. No se nos puede olvidar, porque a veces uno va normalizando situaciones.

Quiero insistir en que el modelo ideal para nosotros es poder tener una conversación fluida, virtuosa entre lo público y lo privado, respetando la independencia, por supuesto, pero que exista esa conversación. Dicho lo anterior, ser una institución tiene, si se quiere, una bondad, un privilegio y más cuando es una institución del sector privado. Porque la importancia de que el sector privado esté en la mesa, esté en la conversación, es que imprime a esto una lógica de largo plazo. La institución no se va en cuatro años, y ya tiene 50, y aspira a quedarse mínimo 50 años más. Eso marca una perspectiva distinta.

En 50 años que tiene Proantioquia hemos visto pasar muchos gobernantes y hemos trabajado con casi todos. Y con aquellos con los que no hemos trabajado, yo tengo que decir, Proantioquia ha sido una institución profundamente democrática y defensora de la democracia. Nosotros no trabajamos con un gobernante porque nos guste o no nos guste. No le corresponde a ProAntioquia opinar. A Proantioquia le corresponde trabajar con el gobernante que fue democráticamente elegido. Cuando no se dan esas condiciones para trabajar, pues hay que recalcular y trabajar con lo que hay. Con la conciencia nuevamente de que nosotros aquí nos vamos a quedar un rato largo todavía.

SEMANA: ¿Cómo ha sido esa relación con el Gobierno Petro?

M. B. B.: Nosotros desde el principio hemos estado dispuestos a trabajar con el gobierno, con el que tengo que decirlo, por supuesto, hemos tenido y tenemos diferencias. Lo hemos dicho siempre, hay cosas que nos han dividido, pero tenemos una convicción y es que la agenda social no tiene ideología. Veíamos que teníamos diferencias, pero que teníamos un terreno en el que podíamos trabajar juntos. Inseguridad alimentaria, es un propósito común; deserción escolar tiene que ser un propósito común y así puedo seguir.

De parte de Proantioquia, toda la disposición para trabajar con el gobierno nacional. Hemos tenido algunas carteras y algunas dependencias con las que hemos podido trabajar muy bien, por ejemplo, en los temas de obras por impuestos, y ha habido otras con las que realmente no ha existido relación. Seguimos adelante trabajando y haciendo el trabajo que podamos con lo que tenemos.

SEMANA: Proantioquia tuvo un pronunciamiento alrededor del nombramiento polémico de Jorge Carrillo, en la presidencia de una empresa muy de la región y una joya de la corona: ISA. ¿Qué va a pasar con la empresa?

M. B. B.: Lo que dijimos es que nos preocupaban las normas de buen gobierno de la institución, porque las instituciones y las empresas hay que cuidarlas, y eso pasa por tener un gobierno corporativo sólido, que se haga respetar, donde las minorías tengan una voz y eso fue lo que manifestamos en ese momento: una preocupación por el gobierno corporativo de una empresa que la hemos querido muchísimo en esa región, particularmente en esta institución, y que es justamente por ese cariño que nos sentimos con la responsabilidad de levantar la voz y alertar para cuidarla.

Jorge Carrillo, presidente de ISA
Uno de los pronunciamientos recientes de Proantioquia fue sobre el polémico nombramiento de Jorge Carrillo como presidente de ISA. "Lo que manifestamos en ese momento fue una preocupación por el gobierno corporativo de una empresa que la hemos querido muchísimo en esa región y que es justamente por ese cariño que nos sentimos con la responsabilidad de levantar la voz y alertar para cuidarla", dijo María Bibiana Botero. | Foto: Fotomontaje con fotos de Archivo Semana

SEMANA: ¿Cómo reconstruir la confianza entre el sector público, con el que hay diferencias grandes, y el sector privado para poder realmente formar esas alianzas público-privadas?

M. B. B.: Alguien me hizo una pregunta: ¿cómo hacen ustedes para juntar gente tan distinta? Realmente eso es lo que nosotros hacemos todo el día, juntamos gente que es muy distinta. La fórmula es quedarnos concentrados en lo que nos une. Es que lo que nos divide es mucho, eso está claro, lo que nos divide seguramente son miles de cosas, pero la conversación avanza cuando entendemos qué es lo que nos une.

Y ahí hemos logrado encontrar un terreno para avanzar en cosas que veíamos que eran imposibles.

SEMANA: Por ejemplo…

M. B. B.: El de la bancada antioqueña, del que me siento muy orgullosa, personas tan diversas, con ideologías tan distintas, pero hemos sido capaces de encontrar propósitos comunes. Las obras por impuestos en los municipios PDET y Zomac nos interesan a todos. ¿Cómo no nos va a interesar eso? Yo creo que en un mundo tan polarizado como el que vivimos, en un momento tan polarizado, que se va a poner peor porque estamos entrando a año preelectoral, la confianza se puede reconstruir en el momento en el que seamos capaces de quedarnos concentrados en eso que nos une y fijarnos ese propósito. Yo creo que esa sería la única solución, porque intentar ponernos de acuerdo en lo que ya sabemos que nos tiene tan fraccionados, pues es una gesta heroica que no nos va a llevar a nada. Entonces creo que un primer paso es sacar adelante algo en común, eso arranca y empieza a generar confianza, y ahí empieza a fluir la cosa.