Economía
“La diplomacia no puede ser ideología”: experto advierte que adhesión de Colombia a la Ruta de la Seda podría traer riesgos económicos y pérdida de soberanía
José David Castellanos alertó en SEMANA sobre los riesgos de una alianza sin condiciones claras, señalando ejemplos de otros países que enfrentaron consecuencias graves al involucrarse con iniciativas similares.

El viaje del presidente Gustavo Petro a China encendió las alertas entre analistas y sectores económicos. Aunque el mandatario aseguró que su presencia en ese país responde a su papel como presidente de la Celac, las implicaciones geopolíticas y comerciales de una eventual adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta generaron preocupación. Uno de los expertos que se pronunció fue José David Castellanos, abogado y especialista en poblaciones vulnerables y política, quien habló con SEMANA para advertir sobre los posibles efectos de este acercamiento.
Castellanos, con más de dos décadas de experiencia en política pública y gestión institucional, cuestionó los términos en los que Colombia podría vincularse a esta estrategia global liderada por China.
“Mucho se ha hablado de la visita del presidente Petro a China y de que Colombia se sumaría a la iniciativa de la Franja y la Ruta. ¿Pero qué significa eso para nosotros? Esa iniciativa es un megaproyecto chino que busca conectar al mundo con su economía a través de la infraestructura. Y sí, puede ser atractivo lo que uno está diciendo... quién no quiere tener trenes, puertos, inversión, pero el problema está en cómo y a qué costo. Miren esto: en 2023, Colombia tuvo un comercio con Estados Unidos por más de 12 mil millones de dólares. Con China, aunque es nuestro segundo socio, tenemos un déficit comercial de más de 6 mil millones de dólares. Es decir, compramos mucho más de lo que vendemos”, señaló Castellanos.

El experto recordó casos como el de Sri Lanka y Pakistán, que terminaron con deudas impagables y pérdida de soberanía sobre infraestructuras clave.
“Hay algo más grave. Países como Sri Lanka terminaron cediendo sus puertos a China por 99 años por no poder pagar los préstamos. Pakistán también quedó endeudado, según datos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial”, advirtió Castellanos.
Castellanos fue enfático en que no se trata de rechazar a China, sino de priorizar al país: “La diplomacia no puede ser ideología, y eso téngalo muy en cuenta. Tiene que ser estrategia. Y esto no se trata de decirle no a China, se trata de decirle sí a Colombia”.