“Las empresas son demasiado importantes para dejarlas en un solo país”: Núria Vilanova, en lanzamiento del libro ‘La comunicación en el corazón de la estrategia’

“Cuando tenía solo 23 años, Núria Vilanova invirtió todo el dinero que tenía en ese momento para fundar su propia empresa de comunicaciones. En la aventura no contó con ayudas públicas ni privadas, solo con el apoyo de su madre, quien no aportó capital, pero si la confianza en el proyecto, por lo que asumió la tarea de gestionar los asuntos fiscales, financieros y legales”. Con ese preámbulo, el también empresario Jaime Gilinski abre el telón del libro de la autora española: ‘La comunicación en el corazón de la estrategia’, que fue lanzado este lunes 4 de marzo en Bogotá.

El proyecto empresarial de Vilanova se materializó en Atrevia, compañía que lleva más de 3 décadas en el escenario, presente ya en 15 países de Europa y América Latina. Y es que ella tiene la convicción de que “las empresas son demasiado importantes para dejarlas solo en un país”. Así lo mencionó en el conversatorio que sostuvo con Fernando Quijano, director del diario La República, durante el lanzamiento de la publicación que, en 4 capítulos, recopila 10 años de columnas a través de las cuales se vuelve una animadora para los empresarios.

‘Para crear primero hay que creer’

Al igual que lo hizo en un comienzo, la empresaria está convencida de que “para crear primero hay que creer”. De allí viene el crecimiento, pues, “al creer que puedes lograr expansión en otro país, te conviertes en mejor empresa. Con experiencias internacionales innovas más pronto. La prueba del algodón, de cuánto crees en tu compañía, es querer llevarla a otros países. ¿Qué sería de Estados Unidos si en el siglo pasado la Coca-Cola no se hubiera expandido por el mundo”.

El estilo de los mensajes que envía Vilanova fue descrito por el prologuista, quien destacó “la actitud siempre en positivo, constructiva y contagiosa” de la autora, para quien “la comunicación es un universo en expansión”... Es el corazón de la estrategia, como lo plantea el libro. Para ella, esa no es solo la razón de ser de su empresa, es la principal condición para lograr el propósito.

‘Los proyectos se hacen con equipo’

En varios puntos coinciden la escritora y el autor del prólogo. Gilinski señala que “la clave del éxito está en poner a las personas en el centro de toda atención, sin olvidar que no se puede fallar a quienes confían en nosotros, a quienes nos rodean, de quienes somos parte de su proyecto vital, ya sea como inversores, accionistas, empleados, usuarios o proveedores”. Vilanova, por su parte, argumenta que “los proyectos se hacen con equipo”, alrededor de lo cual mencionó los 650 empleados que tiene su empresa.

‘Renovarse o morir’

En el entorno asociativo, la autora española también preside el CEAPI, Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, que es otro de los escenarios en los que despliega su liderazgo e interés por el engranaje que requieren las empresas de hoy, y por describir las oportunidades que tiene Iberoamérica. “Antes, las compañías de América latina compraban en los países vecinos, pero pocas se atrevían a alejarse tanto. Hasta hace 10 años, no hubo inversiones de empresas de este continente en España. Las inversiones eran de allá para acá y desde Estados Unidos. En los últimos años, México se ha convertido en el cuarto inversor en España, y de Colombia ha llegado Colombina, Crepes & Waffles, Nutresa, Juan Valdez...”.

Desde el CEAPI, la autora del libro lanzado en Bogotá se codea con los líderes de las compañías. De ellos escucha, anota, aprende y pone en práctica. No en vano, como lo enfatiza Gilinski en el prólogo, “los que estamos al frente de compañías sabemos que cada acontecimiento que ocurre nos ofrece una ocasión para hacer –desde ese momento– mucho mejor las cosas”.

Cada mensaje de Vilanova suena a lección, tanto desde su experiencia propia, llevando la batuta de su empresa, como de las vivencias de otras compañías. Desde allí, sabe que con un proyecto empresarial hay que poner piedra sobre piedra, pero, una vez construido el edificio, es necesario “renovarse o morir”, como lo señala en los apartes de sus creaciones editoriales.