Especial abogados / Fusiones y adquisiciones
Las operaciones de compra y venta de empresas están desaceleradas, ¿qué está pasando?
La incertidumbre por los anuncios del Gobierno, sumada a las altas tasas de interés, la volatilidad del dólar y el impacto tributario ha reducido los movimientos en fusiones y adquisiciones, al igual que en las estructuraciones financieras. ¿Aún hay apetito?
El mercado de fusiones y adquisiciones en Colombia, al igual que el mercado global, experimentó una desaceleración significativa en los últimos años. Además de factores globales como tensiones geopolíticas, la recesión postpandemia, las altas tasas de interés y la inflación, parte de las causas de esta desaceleración se pueden atribuir también a la incertidumbre política creada por las distintas políticas implementadas o anunciadas por los gobiernos.
Así resumen Sergio Michelsen, Tomás Holguín, Fernando Castillo y Jaime Robledo, de Brigard Urrutia, la situación de la práctica de fusiones y adquisiciones.
La suma de retos económicos y políticos, han pasado la cuenta de cobro. Como advierte Juan Felipe Vera, de Cuatrecasas, estos factores más la estabilidad jurídica, juegan un papel crítico en la rentabilidad de los inversionistas extranjeros, clave para decidir invertir o no. “Hemos visto muy de cerca cómo algunos fondos o inversionistas estratégicos han decidido abstenerse de realizar inversiones en el país por estos factores. La volatilidad del dólar y los impactos de las reformas tributarias han dejado enseñanzas amargas para algunos inversionistas que difícilmente en el futuro nos mirarán con apetito en el corto o mediano plazo”.
La relativa desaceleración del mercadeo de fusiones y adquisiciones no es un fenómeno exclusivo de Colombia, sino que es global. Así lo explican explican Juan Manuel de la Rosa y Darío Laguado, socios de Martínez Quintero Mendoza González Laguado y De la Rosa (MQMGL&D), al citar un estudio de JP Morgan: la actividad de fusiones y adquisiciones decreció un 15 por ciento en Estados Unidos y 28 por ciento en Europa, en el año 2023 respecto del año anterior.
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Para Lina Uribe, de Gómez Pinzón, en el último año se ha observado algún grado de reactivación en la dinámica de las fusiones y adquisiciones en el país, luego de una disminución significativa entre los años 2022 y 2023. “Sin embargo, en términos generales, la dinámica de fusiones y adquisiciones sigue siendo baja, en línea con el bajo crecimiento económico del país”.
En esa misma línea está Felipe Cuberos, de PPU Legal. “Hay cosas contradictorias. Por una parte, un mercado sofisticado y de talla internacional en financiaciones, reestructuras, financiación de proyectos, y fusiones y adquisiciones; pero, por otra, una economía que llamaríamos, perezosa, que no está permitiendo que ese potencial se traduzca en transacciones concretas. El comportamiento desacelerado de la práctica es congruente con la economía”.
Como lo advierten desde Brigard Urrutia, la cantidad de adquisiciones real cayó un 26 por ciento en volumen y un 16 por ciento en valor agregado en América Latina en el segundo trimestre de 2024 frente al mismo periodo de 2023, según el informe sobre la región publicado por TTR Data, en el que Colombia ocupa el cuarto lugar. Por su parte, Uribe, de Gómez Pinzón, señala, citando la misma fuente, que en el caso de Colombia a lo largo de 2024 el número total de transacciones ha disminuido en un 8,15 por ciento y el valor agregado de las transacciones ha disminuido en un 9,73 por ciento.
Aunque no se está viendo el mismo nivel de negocios de hace cuatro años, al parecer, la práctica está tomando lentamente impulso. Según los voceros de MQMGL&D, durante el primer semestre del año se ha evidenciado una dinámica sostenida de transacciones que demuestra un leve fortalecimiento.
Desde Baker McKenzie han observado un cambio en los últimos tres a cinco años. “Antes de la pandemia veíamos los inversionistas financieros, incluidos fondos de capital privado locales y extranjeros, liderar la actividad de inversión particularmente en las puntas de compra. Desde el final de la pandemia y con mayor preponderancia desde hace unos dos años con la subida de tasas de interés, los inversionistas estratégicos han desplazado a los inversionistas financieros y lideran la actividad transaccional. El mayor costo de capital y el acceso limitado a fuentes de financiación, entre otros factores, han impactado negativamente el sector en general, pero más a los inversionistas financieros abriendo oportunidades de crecimiento inorgánico para los inversionistas estratégicos”, aseguran Jaime Trujillo, Andrés Crump y Natalia Ponce de León, de Baker McKenzie.
Frente a la incertidumbre que generan los anuncios del Gobierno, desde Brigard Urrutia consideran que desempeñan un rol importante en la percepción de seguridad o inseguridad jurídica de un país, así como en la viabilidad de los planes de negocios que, para ejecutarse, requieren cierta predictibilidad y estabilidad. “Pero existen muchas dudas acerca de la afectación real de este tipo de discusiones para inversionistas extranjeros”, dicen.
El mercado se ha convertido, por una parte, en uno de compradores, donde la volatilidad de dólar es incluso beneficiosa, como explican los voceros de MQMGL&D, el fortalecimiento del dólar en algunos momentos ha abaratado la inversión en el país. Y, por otra, los locales están viendo oportunidades afuera. Uribe, de Gómez Pinzón, dice que algunas empresas colombianas han decidido invertir por fuera del país para diversificar riesgos. Para ella, la turbulencia política interna y la cantidad de reformas del Gobierno (que en ocasiones se implementan de facto), generan inseguridad jurídica.
Para Cuberos, la calificación por debajo del grado de inversión del país es un claro reflejo de la incertidumbre que existe.
Aunque el panorama ha sido complejo, hubo operaciones icónicas: la compra de Nutresa por parte del Grupo Gilinski e IHC, la adquisición del Éxito por parte del Grupo Calleja y la venta de Genfar a Eurofarma. También se destaca la venta de la participación de distintas empresas del Grupo Colpatria en Mineros S.A. a Sun Valley Investments.
Una de las expectativas está en sector de telecomunicaciones, por la operación de Millicom al quedarse con la totalidad de Tigo y quedarse con Telefónica Colombia.
Desde Baker McKenzie anticipan que en los próximos seis a doce meses habrá una reactivación en operaciones de compra y venta de activos, “por lo cual los inversionistas deben estar muy atentos para poder capturar oportunidades de inversión que consideramos pueden ser interesantes”.