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El 30 % de gimnasios que había en Bogotá no volverá a abrir puertas y 25 % es inviable
‘Lo único que pedimos es que nos dejen trabajar’, dicen dueños de gimnasios. Esta es la situación que están pasando.
Luego de alrededor de 25 años en el mundo del deporte, Ana Milena Triana y Raúl Sánchez cumplieron hacia comienzos del año el sueño de tener su negocio propio cuando adquirieron a cuotas el gimnasio donde laboraban. Dynamic Factor Gym, un local de más de 700 metros cuadrados sobre la avenida Las Américas en el barrio Mandalay. Raúl, reconocido fisiculturista y quien fue Míster Colombia hace varios años y Ana también ganadora de varios concursos Fitness, administradora, nutricionista y experta en danzas, se endeudaron para dotar el gimnasio con las mejores máquinas para el área cardiovascular y arreglar las zonas húmedas. Alcanzaron a tener 748 usuarios y todo parecía arrancar.
Pero llegó la pandemia obligando al cierre del local mientras los gastos y las deudas no pararon de crecer. No han podido cubrir los arriendos de este año con lo que entraron a cobro jurídico donde tan solo le han congelado el pago de intereses por este año pero incluso les han subido el canon que deben pagar.
Durante los primeros meses intentaron dictar clases vía on line pero esto no generaba ingresos. “Al principio se conectaban 40 y 50 personas pero luego eran muy pocos y esto no nos representaba mayores ingresos”, relata Ana quien cuenta que para cubrir deudas ya perdieron el carro, una moto que tenían y tuvieron que arrendar su casa para tener algún ingreso para poder comer. Están viviendo en las zonas húmedas del gimnasio con su hija de seis años y cocinan lo que pueden en la cafetería del mismo establecimiento.
Como si la pandemia no fuera ya suficiente, en mayo les hicieron un robo en el local y recientemente les desocuparon una tarjeta de crédito con la que estaban sobreviviendo. Ante el intento de tener algún ingreso atendieron unos personalizados pero fueron multados. También cuentan que no han recibido ayuda por parte de las autoridades que no investigaron el robo, el banco les negó un crédito preaprobado que tenían y el arrendatario les quiere coger las maquinas como garantía de una arriendo que tendrán que pagar aún sin haber podido generar ningún ingreso por cuenta de la pandemia.
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Como el caso de esos esposos hay decenas en el mundo de los gimnasios. Donde después de prácticamente seis meses de cierre, el 30% de los más de 700 gimnasios que había en Bogotá no volverá a abrir sus puertas , afirma Mauricio Vásquez, vocero de más de 250 gimnasios independientes en la capital donde “fuimos los primeros en cerrar y los últimos en abrir”.
Según el representante, los negocios pequeños dedicados a temas como el cross fit, booxing, taewood y los gimnasios medianos con una, dos o hasta cuatro sedes entre 500 y 1500 metros cuadrados fueron los más afectados con el extenso cierre. “Los gimnasios que tenían varias sedes cerraron algunas pero muchos de estos pequeños y medianos tuvieron que colgar el letrero y están luego de 15 o 20 años tratando de sacar un negocio adelante dando clases en los parques o en una situación muy precaria”
Muchos arrendatarios no dieron la posibilidad de llegar a ningún acuerdo y este es un sector que no tienen facilidades de crédito sobre el negocio por lo que muchos tuvieron que vender sus instrumentos, accesorios y maquinas. Se estima que 15 mil trabajadores se quedaron sin empleo
“Cada negocio que cerró es el cierre de una ilusión y un proyecto de vida. Es el tiempo intentando sacar un negocio adelante, pasar de ser dueño a ser empleado, años de capacitación, perdidas de recursos”, comenta el representante para quien lo peor es que si bien ya pueden abrir con la reapertura actual se calcula que otro 25% de los negocios no resistirá.
La razón es que los gastos comienzan a correr otra vez pero los ingresos no serán los mismos, con un aforo máximo de 50 personas muchos negocios no son viables. Muchos emprendedores reportan que sus arrendatarios les han comenzado a cobrar de manera retroactiva los arriendos que dejaron de pagar.
“Los gimnasios que abrieron a nivel nacional reportan aún poca afluencia y no hay clases grupales de rumba, zumba, yoga y pilates, entre otras. A esto hay que añadirle que los peores meses para el gimnasio son noviembre o diciembre. Por lo que abra que hacer una gran esfuerzo para generar confianza”, afirman los representantes del sector.
Gimnasios Unidos por Colombia, el gremio que surgió del sector, ha insistido en que son parte de la solución más que del problema. Han pedido que no los estigmaticen con los temas de belleza pues contribuyen con la salud y el empleo. Se calcula que el sector emplea más de 50.000 personas. Afirman que no han recibido ayuda y que hay cierta negligencia hacia el sector. Sin embargo, lo único que piden es que los dejen trabajar.
Esto es precisamente lo que están intentando Ana y Raúl quienes reabrieron el local durante esta semana. Hasta ahora hay 58 personas registradas pero no les ha ingresado dinero. Sin embargo, a pesar de las deudas y la dura situación que están pasando siguen con su sueño intacto.