Economía
Mientras Petro rechaza la decisión de mantener inalteradas las tasas, para analistas es un “mensaje contundente de independencia de la junta del Banco de la República”
Gustavo Bolívar, director del DPS, advirtió que es “la contribución del Banco de la República al golpe blando”, al tiempo que el exministro José Manuel Restrepo le insistió al jefe de Estado que la junta del banco no responde a criterios políticos, no representa ni al uribismo ni al petrismo y es “una instancia técnica e independiente”.

La pasada reunión de la junta directiva del Banco de la República, del 31 de marzo, era una prueba de fuego. Por una parte, tendría que reaccionar en su estrategia de política monetaria a una inflación que se estancó en un poco más de 5,2 % y que, en su última medición del mes de febrero, tuvo un ligero incremento, bordeando el 5,3 %.
Pero, además, por otra parte, era la primera sesión en la que el Gobierno tendría una ‘mayoría’, pues cuatro de los siete miembros de la junta fueron designados por el presidente Gustavo Petro, y se esperaba que, como lo había advertido el nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila, se diera una reducción en las tasas y se acelerara este proceso. Los otros miembros designados por Petro, que se suman al ministro de Hacienda, son Laura Moisá, César Giraldo y Olga Lucía Acosta.
Sin embargo, en una votación dividida de cuatro contra tres, la junta directiva del Banco de la República decidió mantener la tasa de interés inalterada en 9,50 % en la reunión de marzo. El grupo de tres codirectores que perdió propuso una reducción de 50 puntos básicos.

“La decisión sorprendió al consenso de analistas, quienes esperaban un recorte de 25 puntos básicos, pero envió un mensaje contundente de independencia de la junta directiva del Banco de la República y su compromiso con la convergencia de la inflación al rango meta”, dice un análisis de Bancolombia.
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Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, explicó que la postura aún contractiva de la política monetaria es resultado de la cautela que demanda un panorama altamente incierto y con riesgos a la vista en términos inflacionarios.
“La decisión de no modificar la tasa de interés mantiene una postura cautelosa de la política monetaria a la espera de allegar nueva información en los próximos meses que permita contar con mayores elementos de juicio para determinar la posibilidad de nuevos recortes en la tasa de interés. Esta decisión mantiene el compromiso de la junta con la convergencia de la inflación a la meta en un contexto de recuperación del crecimiento económico”, dijo el Emisor en el comunicado posterior a la reunión de la junta.
De hecho, el área de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, en un informe posterior a la decisión de la junta, señaló: “Claramente el debate fue álgido y con posiciones distantes, pues en contra de la mayoría de cuatro codirectores, la minoría de tres prefirió una reducción de -50 puntos básicos, algo que no estaba en los cálculos de ningún analista”, y explicó que los tres “codirectores cautelosos” fueron ahora respaldados por Olga Lucía Acosta, designada por el presidente Petro, y a quien el Banco de Bogotá describe como “la votante del medio”, y fue, agrega el informe, quien seguramente inclinó la balanza de la votación.
El presidente Gustavo Petro reaccionó y en su cuenta de X señaló: “Mientras cae profundamente el desempleo laboral y aumenta rápidamente la ocupación laboral; la junta directiva del Banco de la República, por razones exclusivamente políticas, busca contener el crecimiento económico; no para frenar la inflación, que el mes pasado se mantuvo estancada, por el brote de especulación del gas domiciliario, impulsado artificialmente. Es rechazable la actitud del Banco de la República que podría despegar el crecimiento y aumentar aun más el empleo y la prosperidad de la sociedad colombiana”.
Por su parte, Gustavo Bolívar, director del DPS, señaló que, durante los gobiernos de Uribe, Santos y Duque, las tasas de interés estuvieron por debajo o igual a la inflación. “Durante el Gobierno Petro las tasas han estado entre 4 y 5 puntos por encima de la inflación. Es la contribución del Banco de la República al golpe blando”, afirmó.
Como explica el análisis del Bancolombia, la junta tuvo en cuenta los riesgos alcistas que enfrenta la inflación y que se han materializado en mayores presiones de los bienes y servicios regulados y los alimentos. En particular, la inflación acumula cuatro meses sin mostrar desaceleraciones y en el mes de febrero exhibió una leve aceleración hasta el 5,3 %. Los precios de los regulados, por las tarifas de gas y transporte han ejercido presiones relevantes que continuarán imponiendo un sesgo al alza durante el resto del año. “Como resultado, los pronósticos de los analistas para la inflación de cierre del 2025 han aumentado en este inicio de año, desde el 4,04 hasta el 4,50 %. Para el 2026 han mostrado un incremento más leve, desde el 3,60 hasta el 3,72 %”, señaló.

Dijo en su informe que la cautela se sustentó en los riesgos de devaluación del tipo de cambio por la volatilidad internacional y la incertidumbre en la situación fiscal. Las condiciones financieras externas se han mantenido restrictivas, en línea con los numerosos anuncios del presidente Donald Trump y sus pares en términos de medidas arancelarias. “Este panorama tendrá efectos adversos sobre la inflación internacional y aumenta la probabilidad de depreciaciones marcadas del peso colombiano. Además, los retos fiscales impulsarán la prima de riesgo y la desvalorización de los activos locales”, manifestó en su informe Bancolombia.
Por su parte, el exministro y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, le dijo al presidente Petro que la junta del Banco de la República, contrario a lo que el mandatario piensa, “le está ayudando a usted y al país a contener y reducir la inflación. Nunca una junta iría en contra vía de un país”.
Restrepo le recordó al presidente que, en su reunión de ayer, el mismo Banco de la República corrigió al alza su estimación de crecimiento para este año al pasarla de 2,6 a 2,8 %. “La junta no deja de reconocer mejores cifras de coyuntura en empleo y PIB, incluso elevó el crecimiento proyectado, pero tiene una misión constitucional obligante ‘preservar el poder adquisitivo de la moneda’. Justo porque reconoce esas mejores cifras en empleo y PIB, encuentra que es momento de detener la disminución de tasas y esperar con prudencia las expectativas de precios”.

Y el exministro Restrepo le insistió al jefe de Estado que la junta del banco no responde a criterios políticos, no representa ni al uribismo ni al petrismo y es “una instancia técnica e independiente y merece respeto en cada uno de sus miembros. Presidente, no es difícil respetar su autonomía y la institucionalidad que representan, y ese camino construye una mejor democracia”, puntualizó.