Economía
Migración: en los próximos dos años pueden llegar cerca de medio millón de deportados de EE.UU. al país. ¿Colombia está preparada?
El cálculo lo hizo la Cámara de la Diversidad, que entre sus focos de atención tiene la población migrante. Los venezolanos que serán deportados de Estados Unidos volverán a su país, pero no se quedarán allí y Colombia será el destino o, al menos, un paso de tránsito. De otro lado, el mercado LGBTI es uno de los más dinámicos de la economía colombiana.

Uno de los principales ejes en la política de Estados Unidos, tras la llegada a la presidencia de Donald Trump, es el tema migratorio: proteger sus fronteras y expulsar indocumentados. De hecho, la meta es, en el primer año, sacar de ese país un millón de migrantes que no tienen sus documentos en regla.
Pero hay hechos puntuales que generan gran preocupación en materia migratoria en el corto plazo, con consecuencias en el mediano y largo plazo. Uno de ellos, es la expiración o el revocamiento de los permisos de estancia temporal para los venezolanos que están en Estados Unidos, y que llegaron allí, huyendo del régimen de Nicolás Maduro. Serán deportados y volverán, de nuevo, a Venezuela, su país de origen.
Incluso para fines de febrero, ya se estimaba que se iniciaría la salida de venezolanos de Estados Unidos hacia su país. “Desde la Cámara de la Diversidad hemos dicho que estas personas no se van a quedar en Venezuela. Cuando retornen a su país, inmediatamente van a buscar un territorio más amable que les brinde seguridad económica o incluso, solamente, garantice su supervivencia. Colombia es el primer país geográfica y naturalmente por similitud cultural en venir”, explicó Felipe Cárdenas, presidente de la cámara.

Para él, el impacto en el proceso de deportación es “tremendo”. “Mucha gente va a llegar a Colombia, colombianos van a regresar a su país, pero sobre todo los venezolanos que van a expulsar por mera afinidad inmediata geográfica y cultural, muchos van a venir a Colombia. Nosotros estimamos en la Cámara de la Diversidad que, en los próximos dos años, en repatriados podemos estar recibiendo más de medio millón de personas entre colombianos y venezolanos. El número de plano puede ser muchísimo más grande”, anota.
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Y agrega: “Esta gente deportada va a llegar a Venezuela y nosotros tenemos clarísimo que en menos de 72 horas muchos de ellos van a venir a vivir a Colombia. Es más que una preocupación, es una obligación que tenemos en el aparato empresarial colombiano de prestarle atención a eso, porque migración no los puede regularizar en menos de una semana. Pero, ¿qué hacemos con toda esa gente?”, señala Cárdenas.
Su preocupación radica en que esa fuerza que llega a Colombia va a demandar empleo, vivienda, alimentación, seguridad social y otros servicios. “La Cámara le extiende una invitación a todo el aparato empresarial del país a que nos preparemos desde ya para incluir a estas personas como fuerza laboral, pero adicional a eso, para perfilarlas como fuerza de consumo y aquellas que decidan no trabajar, pero emprender, facilitarles una ruta de fortalecimiento y formalización empresarial para que más rápido que tarde entren en la cadena de valor económica del país”, explica Cárdenas.

¿Qué pasa si el país no se prepara? ¿Cuál es el peligro? “Reaccionar tarde o no darnos cuenta que esta gente está llegando y que altere el estatus quo social de Colombia por demandar unos servicios”, dice el dirigente gremial.
Explica Cárdenas que por Migración Colombia, y por lo que está vigente desde el gobierno anterior, el estatus migratorio de los venezolanos se va a formalizar y regularizar rápidamente. “Pero hay un deber imperativo urgente, en velocidad, de garantizar que estas personas sean incluidas en una ecuación de reclutamiento laboral o perfiladas como fuerza de consumo, porque o bien trabajan o bien emprendan, tenemos que hacer algo muy rápido con ellos”.
Aseguró que la Cámara tiene un programa que lanzó el mes pasado de inclusión laboral a personas repatriadas en nuestro país, sean colombianas o venezolanas, “y estamos listos con más de 100 grandes empresas que dijeron sí a recibir las hojas de vida de estas personas para poder explorar cómo les hacemos una vinculación lo más inmediatamente posible”, asegura.
¿Qué no puede pasar? “Que nos llegue mitad o final de este año y tengamos centenares o decenas de miles de personas repatriadas deambulando por las calles de nuestras ciudades, demandando servicios sociales, aumentando las tasas de desempleo y perpetuando escenarios de pobreza en nuestro país. El momento es ahora, ahora es cuando hay que reaccionar, o porque los incluimos como fuerza laboral o porque les aceleramos sus emprendimientos”, advierte Cárdenas.

Propuso un programa de inclusión laboral de personas repatriadas que garantice que la itinerancia o el tiempo cesante de esas personas, una vez toquen territorio colombiano, sea el menor posible. “Nosotros en la situación actual económica, política y social de Colombia en este 2025 no tenemos cómo resistir decenas o centenas de miles de venezolanos que vengan en más de muy pocos días a vivir en nuestro país”, afirma.
Hizo un llamado imperativo a acelerar el motor de reclutamiento o de fortalecimiento de unidades productivas, para que cuanto antes ingresen al aparato económico del país y evitar un problema, “que nos lleve a un estallido social parecido o más complejo que el del 2019 y los años que pasaron entrando a la pandemia, con un gran movimiento social demandando cosas. Si ustedes analizan de fondo una de las raíces de esa historia que tenemos de ese estallido social, estaba muy ligada con la desocupación de jóvenes y de personas que no tenían empleo. Una parte de ese problema tenía que ver con la tasa de desocupación. Nosotros tenemos que aprender de esa historia y acelerar a que esas tasas no se perpetúen en gente nueva que va a llegar a vivir al país”.
La Cámara de la Diversidad representaba inicialmente a personas que eran sexualmente diversas para temas de su empoderamiento económico. Con el pasar de la primera década de operación incorporó otros grupos, y desde 2022 trabaja con cerca de diez grupos sociales minoritarios en el país, entre ellos los migrantes.
El papel de la cámara ha permitido identificar un mercado que crece por encima del promedio del PIB y se convierte en uno de los más dinámicos de la economía, visto desde la diversidad sexual.
“Es muy atractivo -dice Cárdenas-. Estimábamos que entre el 6 % y el 7 % de la población del país era sexualmente diversa. Pero Ipsos, que desde 2020 viene midiendo esta población de una manera muy juiciosa y metódica en 40 países, para 2024 la elevó al 11 % de Colombia”.
Se trata de unos 5,5 millones de colombianos que, de acuerdo con estudios como los de la firma Galileo Capital, que analiza el poder de compra LGBT en el mundo, advierte que en Colombia este mercado mueve entre 15.000 y 16.000 millones de dólares al año. “
No mirar a ese segmento de la población es un mal negocio”, dice Cárdenas, al tiempo que advierte que mientras en el país el consumo crece entre 2,8 % y 3,5 %, “esta comunidad fácil crece al 5,8 % a 6,5 %, porque el tema de referenciación y de fidelización es mucho más grande”, puntualiza Cárdenas.