Economía
Millonaria movida empresarial: Telefónica cierra acuerdo con Millicom para la venta de su participación en Colombia Telecomunicaciones
La operación asciende a los 400 millones de dólares, por el 67,5 % de Coltel. La participación restante corresponde a la Nación y otros inversores, a los que Millicom les mantiene la oferta que le hizo a Telefónica. También continúa con su interés de quedarse con la totalidad del negocio de Tigo en Colombia en el que tiene como socio a EPM.

Ocho meses después del anuncio de Millicom de su interés por quedarse con la participación que tiene Telefónica en Colombia Telecomunicaciones (Coltel), hoy se conoció el acuerdo definitivo al que llegaron las empresas en esa operación. Millicom se queda con el 67,5 % que tiene Telefónica en Coltel por 400 millones de dólares.
Millicom explicó: “La entidad combinada propuesta rejuvenecería el sector de telecomunicaciones de Colombia al formar una entidad de telecomunicaciones robusta con la escala y la capacidad financiera necesarias para respaldar las importantes inversiones en redes y espectro requeridas para alcanzar los ambiciosos objetivos de inclusión digital de Colombia”.
Al mismo tiempo, Millicom reiteró que este no es su único interés. Además de ofrecerle a la Nación la compra por su participación en Coltel, mantiene su oferta de adquirir la participación del 50 % de su socio en UNE (de EPM), en Tigo, “en efectivo a un precio por acción derivado de aplicar un múltiplo de valoración comparable al que implica la adquisición de Coltel”. De hecho, a mediados del año anterior estimó la operación total en cerca de mil millones de dólares.

El director ejecutivo de Millicom, Marcelo Benítez, señaló tras la operación: “Esta transacción fortalece nuestra presencia en Colombia y, con este movimiento estratégico, Millicom reafirma su compromiso continuo de expandir la conectividad y la cobertura, acelerar la transformación digital y contribuir activamente al crecimiento y la competitividad continuos de Colombia”.
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Por su parte, Telefónica aseguró que el cierre de la transacción está sujeto a determinadas condiciones, incluyendo la obtención de las pertinentes aprobaciones regulatorias y a acuerdos con la Nación –Ministerio de Hacienda y Crédito Público de la República de Colombia- y a acuerdos con Empresas Públicas de Medellín.
“Esta operación se enmarca dentro de la política de gestión de cartera de activos del Grupo Telefónica, y está alineada con su estrategia de reducir gradualmente la exposición a Hispanoamérica”, aseguró Telefónica.

Hace unos días se conoció la operación de venta en Argentina, que se suma a otras que se habían dado en Centroamérica, en años anteriores, desde 2019.
A juicio de los analistas, Telefónica está no solo limitando su exposición al riesgo, sino buscando mejores rentabilidades y recursos para atender su deuda. “Y si hay una opción de generar una operación distinta de venta, de fusión, de integración, busca la que le dé mejor rentabilidad. Y hoy la región tiene grandes retos”, dijo uno de ellos consultado por SEMANA.
En el caso colombiano, Telefónica ya había dado algunas señales: juntó sus redes con las de Tigo. También el Ministerio de Hacienda ya contrató banca de inversión para valorar su participación –superior al 30 por ciento- en Telefónica Colombia y entrar a participar de este negocio.
Esta movida se convierte en uno de los principales retos del mercado, pues se quedaría con apenas tres jugadores: WOM, en proceso de reorganización y estrenando socio inversionista; Claro, líder en el sector, y Millicom que, si logra la operación de UNE, más la de Coltel, se convertiría en un jugador del tamaño de Claro, lo que generará un reto para la regulación, en el sentido de garantizar la competencia y que no haya abuso en las posiciones mayoritarias de mercado.
Además, se da en un complejo momento del mercado de telecomunicaciones en el país. La difícil situación que atraviesa el sector, clave para el desarrollo y la competitividad del país. En 2023, las compañías de este sector lideraron las pérdidas de las empresas más grandes y aunque para 2024 todavía no se conocen todos los resultados, la expectativa es que no hay muchas razones para que cambie ese panorama.
La agresiva competencia ha llevado a que este sea el único sector deflacionario de la economía, pero que enfrenta la volatilidad del dólar, las tasas de interés que no han bajado a la velocidad que los empresarios quisieran y tensiones en el incremento en el uso de datos que requiere mayores inversiones, pero con una presión de los ingresos cada vez más a la baja, golpeando las rentabilidades.