Energía
¿Qué tan alto es un riesgo de apagón? En el próximo fenómeno de El Niño, el país podría enfrentar dificultades en el suministro de energía, la advertencia de Acolgen
Natalia Gutiérrez, presidenta del gremio, explica que, según XM, ya estamos en déficit de energía. Desde 2021 hasta la fecha se esperaba que ingresaran al sistema 17.809 MW y solo entraron 3.729 MW. También inquieta la situación financiera ante las deudas del Gobierno en el pago de subsidios y la opción tarifaria. Mañana jueves arranca el congreso del gremio.

SEMANA: ¿Qué tan cerca está Colombia de un apagón?
NATALIA GUTIÉRREZ (N. G.): Primero, es importante mencionar que este es un sector que les ha cumplido a los colombianos, en los últimos 30 años hemos mantenido el suministro de energía sin interrupciones. Además, seguimos trabajando día a día para generar energía confiable, asequible y sostenible para el país. Sin embargo, en los últimos años, desde Acolgen hemos insistido en la importancia de ampliar el parque generador para que el país siga contando con energía 24/7 y evitar así que ocurran afectaciones en el suministro de energía en los próximos años. Con preocupación observamos que el margen entre demanda y oferta de energía se está estrechando. Con base en las proyecciones de demanda anual de la Upme y las cifras de OEF publicadas por XM, incluso con la reciente subasta de reconfiguración que ha realizado MinMinas, el déficit de energía firme estimado en -1,4 % para 2025, -0,4 % para 2026, y 1 % para 2027. En otras palabras, si en los próximos años enfrentamos una situación crítica como un fenómeno de El Niño, podría haber dificultad para entregar la suficiente energía para garantizar el suministro a todo el país. Este es un panorama que nos preocupa y que hemos alertado al Gobierno nacional. Necesitamos que la oferta de energía eléctrica siga en aumento. Este es un sector que le sigue cumpliendo a Colombia y, a diferencia de otros países del mundo, nosotros no nos hemos apagado en los últimos 30 años, pero necesitamos señales regulatorias y de política pública claras para seguir haciendo inversiones y aumentando la oferta confiable de energía.
SEMANA: ¿Qué está llevando al país a esta situación?
N. G.: De acuerdo con información de XM, la disminución en la brecha entre oferta y demanda es uno de los principales detonantes de esta situación, unido a la probabilidad de temporadas de intensa sequía, altos costos del gas y al retraso en el desarrollo de nuevos proyectos de generación. Según información de XM, en el 2021 ingresaron al sistema 132 MW de 1.868 MW esperados (7 % de cumplimiento), en 2022 ingresaron 995 MW de 3.613 MW esperados (28 %), en 2023 ingresaron 1.155 MW de 6.608 MW esperados (17 %), y en 2024: ingresaron 1.447 MW de 5.720 MW esperados (25 %). En total, en ese periodo se esperaban 17.809 MW e ingresaron 3.729 MW, con una tasa acumulada de entrada de tan solo el 21 %.
Lo más leído

SEMANA: ¿Qué otro riesgo hay?
N. G.: Adicional al retraso en la entrada de nuevos proyectos, hay una fuerte preocupación por el riesgo sistémico que se puede generar ante la acumulación de deudas y la falta de pago de subsidios de parte del Gobierno, sumado a la deuda por la opción tarifaria de los estratos 1, 2 y 3.
Como gremio, hemos hecho un llamado al Gobierno nacional para que tengamos un diálogo constante y una agenda de trabajo conjunta que nos permita superar estos retos, ampliar el parque generador, crecer la inversión en el sector y así mantener la suficiencia energética en el país de manera eficiente y confiable.
SEMANA: ¿Qué tan cerca están las curvas de oferta y demanda? ¿Cuándo se cruzarían y eso qué significa?
N. G.: Como lo mencioné, según XM, el operador del mercado (entidad pública), para el año 2025 ya existe un déficit de energía firme del -1,4 %. Aunque puede parecer un valor pequeño, esto denota que ambas curvas de oferta y demanda ya se cruzaron, es decir, que la proyección de la demanda de energía superó la proyección de oferta de energía firme. Con los anuncios realizados por el Ministerio de Minas y Energía y los resultados de la reciente subasta de reconfiguración, para 2026 el déficit de energía firme sería de -0,4 % y para 2027 sería de -1 %.
Es de aclarar que la oferta a la cual se hace referencia en este informe no es el total de energía que se genera, sino la energía en firme. Esta puede ser definida como la energía que se puede generar de manera continua, incluso en condiciones críticas como sequías.
En este sentido, reiteramos el reto que tenemos para los próximos años, y puntualmente en el próximo fenómeno de El Niño en el que podríamos llegar a una situación en que el país enfrente dificultades para abastecer de energía a todo el territorio nacional. Aún con una entrada temprana de los proyectos solares adjudicados en la subasta de febrero de 2024 no sería suficiente.
SEMANA: ¿Cuál es el rezago de proyectos que no han entrado al sistema? ¿Cuánto suman y cuánto llevan de retraso?
N. G.: El sistema está presentando una problemática de retraso en el ingreso de proyectos. Como mencioné y según información de XM, entre 2021 y 2024, el ingreso anual de energía ha sido: 2021: ingresaron 132 MW de 1.868 MW esperados (7 % de cumplimiento). 2022: ingresaron 995 MW de 3.613 MW esperados (28 %). 2023: ingresaron 1.155 MW de 6.608 MW esperados (17 %). 2024: ingresaron 1.447 MW de 5.720 MW esperados (25 %). En total, en ese periodo se esperaban 17.809 MW e ingresaron 3.729 MW, con una tasa de ingreso acumulado de tan solo el 21 %.
A esto se suma la baja tasa de desarrollo de los proyectos de confiabilidad. En las últimas dos subastas de expansión, la tasa de éxito de los proyectos ha sido baja. Según XM, en 2012 fue del 79 % y en 2019 resultó en 62 %. En el histórico, se ha observado que 3 de cada 10 megas entran a tiempo, 6 de cada 10 megas han entrado en operación y 4 de cada 10 megas pierden el cargo por confiabilidad
SEMANA: ¿En qué momento se volverá crítica la situación?
N. G.: Según XM ya estamos en déficit, pero la situación va ser más retadora en 2027, año en el que se espera un fenómeno de El Niño, si tenemos en cuenta un promedio de cuatro años entre cada fenómeno climático. Ese año se alcanzaría un déficit de -1 %, equivalente a 105 MW de energía firme. Hay que tener en cuenta que, un MW firme no es equivalente en todas las tecnologías. Por ejemplo, para tener 1 MW de energía firme se requieren 1,1 MW térmicos, 1,4 MW hidráulicos, 1,5 MW eólicos y 1,8 MW solares. Esto significa que, si no se toman medidas para aumentar la capacidad de generación, en todas las tecnologías, no solo de tecnologías variables, tendremos un alto riesgo de tener retos para el suministro de energía. La falta de inversión y los retrasos en la entrada de proyectos agravan este problema.

SEMANA: ¿Ya se ha materializado el riesgo de apagón?
N. G.: Aunque esta situación no ha ocurrido, como ya hemos mencionado, hay importantes retos en el suministro de energía en los próximos años. Por eso nuestro llamado como gremio para que el Gobierno nacional dé señales claras de política pública que permitan contar con más energía firme y con un marco regulatorio óptimo que incentive mayor inversión en el sector de generación y de transmisión.
SEMANA: ¿Qué está afectando la entrada de nuevos proyectos?
N. G.: Es importante mencionar que las empresas del sector están dispuestas a invertir y sacar adelante los proyectos. La no entrada de los proyectos no ha sido por falta de intención de las empresas. Por el contrario, han existido numerosos cuellos de botella que han impedido el éxito de muchos proyectos. Entre ellos, las consultas previas presentan demoras e incertidumbre por la fragmentación de las comunidades étnicas y dificultades en definir áreas de afectación; el incumplimiento de los plazos por parte de distintas entidades involucradas en los trámites para el desarrollo de los proyectos, como CAR, Upme, ANI, Invías, entre otras; la falta de acompañamiento estatal limita la viabilidad de proyectos FNCER en zonas con problemas de seguridad; la limitada infraestructura de transmisión restringe la conexión e integración de nuevos proyectos renovables, y también la falta de nuevos cronogramas de asignación de puntos de conexión. Desde el año 2023, el proceso de asignación de puntos de conexión se encuentra en pausa, a causa de la gran cantidad de solicitudes y la falta de capacidad de la Upme para la revisión documental.
Finalmente, pero no menos importante, en los últimos años, la incertidumbre regulatoria, y los cambios en las reglas de juego se están convirtiendo en el principal cuello de botella para que las empresas decidan incurrir en inversiones para nuevos proyectos.

SEMANA: ¿Por qué se están retirando proyectos de La Guajira?
N. G.: Colombia tiene un alto potencial para generación eólica, tenemos uno de los mejores vientos del mundo, especialmente en el norte del país. Sin embargo, algunas empresas han desistido de sus proyectos o han tenido considerables retrasos debido principalmente a conflictividad sociales, demoras en licencias ambientales y otros trámites.
Además, en los últimos dos años hemos observado una narrativa que ha generado cambios abruptos en las reglas de juego. Proyectos como la reforma de la Ley 142 de 1994, el techo de precio en bolsa, la obligatoriedad de contratación al 95 %, o resoluciones publicadas en firme como la fragmentación del precio de escasez y las modificaciones a la liquidación del cargo por confiabilidad generan riesgos e incertidumbre especialmente para proyectos renovables.
SEMANA: ¿Cuál es su lectura de la propuesta del Gobierno en materia tarifaria?
N. G.: Las generadoras de energía, que entregamos un servicio vital para los usuarios, estamos comprometidas con acciones que permitan mejorar el servicio y reducir los costos del mismo para todos los colombianos. Entendemos la preocupación del Gobierno nacional por bajar las tarifas, sin embargo, las propuestas intervencionistas no son viables para lograr ese objetivo, por el contrario, pueden encarecer el costo del servicio para los usuarios finales ya que debilita la institucionalidad del mercado y afecta negativamente la percepción de riesgo de largo plazo, lo cual es clave para atraer inversión en nuevos proyectos, que son necesarios para mantener la suficiencia energética y, con ello, disminuir los costos. Realmente la situación de fondo es que los precios son el síntoma de la falta de energía.
SEMANA: ¿Cuál es la solución para el tema de tarifas?
N. G.: Desde Acolgen hemos reiterado que son varias las acciones para alcanzar una solución integral para el tema de las tarifas. La principal de ella es la entrada de nuevos proyectos de generación de energía firme que permitan ampliar la brecha entre oferta y demanda, permitiendo así mantener precios en bolsa más estables durante temporadas secas y mantener la suficiencia energética. Nuestras empresas tienen un cronograma de más de 4,7 GW de proyectos en etapa de estructuración. Sin embargo, deben solucionarse los cuellos de botella que previamente se han mencionado, para que esos proyectos pasen de ideación a realidad. Además, es fundamental avanzar en los proyectos de transmisión de energía que permitan disminuir restricciones en ciertas zonas del país.

SEMANA: ¿Se necesita una nueva subasta de energía? ¿En qué sentido y cómo debería ser?
N. G.: El mundo entero está hablando de seguridad energética y con esto cambiar de la política de escoger entre tecnologías a migrar a la suma de tecnologías (la complementariedad), pues los balances mundiales están deficitarios. Es decir, si queremos poder atender todo cambio tecnológico, entre esos todos los desarrollos en IA (inteligencia artificial) y electrificar cada vez más las economías, el reto de abastecimiento de energía se volvió un elemento crítico que trasciende fronteras y sectores productivos.
Habiendo dicho esto, en Colombia no estamos ajenos a esa realidad mundial, pues es importante reconocer que no solo se necesita una subasta nueva, sino que es prioritario que la normatividad y los incentivos del sector permitan que proyectos térmicos e hidráulicos (tecnologías que nos han garantizado confiabilidad durante los últimos 30 años) puedan optar por participar en las subastas y tengan posibilidad de que al ser asignados también puedan obtener los permisos para ser desarrollados. En otras palabras, pedimos que exista apertura para todas las tecnologías a todas las entidades involucradas en el proceso de desarrollo de un proyecto (Creg, Upme, Anla y MinInterior), pues es esencial reconocer las ventajas en confiabilidad que ofrecen estas tecnologías.
SEMANA: ¿Habría apetito por la nueva subasta? ¿Qué factores la impulsarían o qué factores la frenarían?
N. G.: Como gremio celebramos el desarrollo de una nueva subasta de energía y hay un interés de nuestras empresas asociadas por participar en nuevas subastas. En efecto, el sector se encuentra a la expectativa que la subasta de expansión para el periodo 2028-2029 se dé con éxito y que el ambiente alrededor de la misma pueda dar la confianza suficiente para que los inversionistas participen. Por esto, el éxito de la subasta dependerá de las condiciones regulatorias y la estabilidad del mercado que ofrezca el Gobierno en este escenario. Aquí debemos ser muy claros y es que, con la normatividad de segmentación de precios de escasez publicada por la Creg, existe un riesgo que muchos inversionistas decidan no participar del mecanismo de expansión, esta alerta se la hemos manifestado tanto a la Creg como al Ministerio de Minas y Energía en múltiples ocasiones.
SEMANA: El Gobierno ha insistido en transformaciones del sector, ¿se pueden hacer?
N. G.: Este sector le ha cumplido al país, tenemos un diseño de mercado exitoso y en eso no nos podemos equivocar, nos miran como caso de estudio de otros países, sobre todo porque no nos hemos apagado en los últimos 30 años a diferencia de países como Ecuador, Chile, Brasil, y recientemente en la península ibérica. Es por eso que hacemos un llamado para construir sobre lo que hemos construido durante más de 30 años y que nos ha permitido ser un sistema robusto, eficiente y modelo a seguir para otros países de la región que ven a Colombia como un ejemplo.
Desde Acolgen consideramos que la regulación puede estar sujeta a mejora, pero es importante aclarar que este es un sector altamente técnico y sofisticado que le ha sabido responder a Colombia. De hecho, hay temas fundamentales que están en espera desde hace tres años, como la modernización del mercado de energía mayorista, entre lo que se destaca la creación de mercados intradiarios que permiten mayor aprovechamiento de recurso solar, o la creación de Mercados Anónimos Estandarizados que permiten mayor competencia. Mientras tanto, se han propuesto otras iniciativas que más bien generan mucha incertidumbre, como la intervención del precio de bolsa.
SEMANA: ¿Hay seguridad jurídica en el mercado colombiano de energía?
N. G.: Gracias a la seguridad jurídica que se ha brindado en Colombia desde las Leyes 142 y 143 de 1992, este sector ha podido crecer (140 billones de pesos invertidos en los últimos 30 años) y responderle al país con energía confiable. Esa seguridad se ha mantenido hasta ahora. Reiteramos nuestra disposición a construir junto con las entidades y el Gobierno, pero debe hacerse con reglas claras. En este sector, altamente técnico, cualquier señal de intervención dificulta la toma de decisiones y ahuyenta la inversión.
SEMANA: ¿Qué ha pasado con la inversión en los años recientes y cómo se ha movido?
N. G.: Durante 2024, las empresas afiliadas a Acolgen realizaron inversiones por más de $ 2,65 billones, de los cuales el 75 % se dirigió a fuentes no convencionales de energía renovable. A pesar de ser una cifra significativa, representa una caída del 15 % frente a las inversiones realizadas en 2023. Este descenso debe alertarnos. Según nuestros cálculos, para garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico a mediano plazo, se requieren entre $ 10,3 y $ 12,6 billones anuales, lo que implicaría multiplicar por cinco el nivel actual de inversión, dependiendo de las tecnologías involucradas. Esta brecha es insostenible si no se crean las condiciones institucionales, regulatorias y territoriales que la inversión exige.

SEMANA: El Gobierno ha hecho señalamientos a las empresas del sector. ¿Por qué las tensiones con el Ejecutivo?
N. G.: De nuestra parte, reiteradamente hemos manifestado nuestra apertura al diálogo y a construir en conjunto en pro de mejorar el servicio y fortalecer el sector. Sin embargo, el sector generador ha sido blanco de críticas, que desconocen su papel fundamental en el funcionamiento de Colombia y creemos que ahí puede estar el punto de tensión y es en desconocer que este sector es altamente técnico y por ello cualquier ajuste debe hacerse con criterios netamente técnicos.
SEMANA: En ese contexto, ¿qué esperarían del Congreso de Acolgen que se realizará este jueves?
N. G.: El 17° Congreso Anual de Energía de Acolgen es un evento clave para el sector eléctrico colombiano, en el que representantes de la academia, empresas, gremios y el Gobierno se reúnen para discutir el estado del sistema energético y los retos futuros. En esta edición, abordaremos temas como el balance energético, la confiabilidad del mercado, las inversiones y la transición energética, con perspectivas tanto nacionales como internacionales.
Entre nuestros invitados, contaremos con la presencia del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán; el contralor general, el procurador general, representantes de la Upme, la Creg; así como líderes y expertos del sector, tanto nacionales como internacionales. Cabe destacar que contaremos con la participación de Vicente López-Ibor Mayor, destacado experto internacional en el sector energético español que ha desarrollado altas funciones y responsabilidades en el sector público y privado; él nos viene a hablar sobre el reciente apagón en España y los retos que está enfrentando el sector eléctrico en el país europeo. Una conversación muy a lugar para Colombia, con el fin de conocer las lecciones aprendidas y hacer una revisión a la transición energética en Colombia y el mundo.