Precios
Se esperan más incrementos en el precio del diésel. Esta es la explicación
La gasolina equiparó su precio local con el internacional y cerró parte del hueco en el FEPC. El ACPM empezó el mismo proceso, en medio del descontento de los transportadores.
Desde octubre de 2022, los precios de los combustibles comenzaron a impactar el bolsillo de los colombianos. En 2024, tras superar el difícil episodio de la inflación, que alcanzó su pico en el primer trimestre de 2023 y tras fuertes alzas de la gasolina, surgió una nueva preocupación: el incremento en el diésel, un tema que genera inquietud entre los consumidores.
El alza de los combustibles fue necesaria porque, mientras en el mundo se daban incrementos y fluctuaciones en el precio del petróleo –de donde se extrae la gasolina–, debido a los rezagos de la pandemia y a los conflictos geopolíticos, en Colombia los consumidores navegaron en aguas tranquilas debido a la existencia de un fondo que subsidiaba los precios, conocido como FEPC, que finalmente terminó generando un hueco fiscal que, si bien se empezó a sellar, aún tiene profundas grietas.
El cierre de dicho déficit empezó de manera paulatina, con alzas casi mensualizadas en el precio de la gasolina, con la meta de llevarlo a paridad internacional, lo que hoy implica alrededor de 16.000 pesos. Así se hizo, pese a que se trataba de una medida que logró lo que pocas de su tipo: era impopular, pero fue aplaudida por los críticos del Gobierno de Gustavo Petro.
El ritmo de crecimiento del faltante fiscal por subsidiar combustibles era frenético, pues en el país se consumen 5,3 millones de galones de gasolina y 5,5 millones de diésel al día. Entre tanto, se estaban subsidiando unos 7.000 pesos, con lo cual, desde 2021, implicaba un costo fiscal de 23 billones de pesos por año.
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El cálculo del déficit total, cuando se logre cerrar completamente la página de los subsidios a los combustibles, teniendo en cuenta que falta una parte con el diésel, ha sido estimado en 100 billones de pesos; es decir, una situación que, de continuar, era insostenible.
Pero lo que sigue no es un camino fácil. Ya el año pasado se experimentó una difícil situación social cuando se emitió un decreto con un alza en el ACPM de 1.904 pesos de un solo golpe, lo que condujo a un paro de las bases camioneras, el cual fue conjurado con un acuerdo según el cual solo se aplicarían dos alzas en 2024, cada una de 400 pesos; mientras que queda pendiente el resto de subidas, pues el diésel se tendrá que ajustar en al menos 6.000 pesos, según se estimó cuando el precio era de alrededor de 9.000 pesos y llevaba 56 meses sin incrementos. En junio de 2024 fue decretado el primer ajuste en el precio del diésel, empezando por grandes consumidores, pero las protestas se activaron cuando arrancó el ajuste para el sector transportador de carga y pasajeros, que rechaza los incrementos, argumentando que el país produce el combustible suficiente para abastecer la demanda interna; por lo tanto, no es necesario depender del precio internacional.
Los mayores temores para aplicar un alza en el diésel se basan en la presión que puede ejercer sobre la inflación, ya que si el transporte es más caro, el efecto recae sobre todos los demás sectores de la economía, principalmente sobre el precio de los alimentos, que mayoritariamente son movilizados en camiones. Sin embargo, las proyecciones realizadas por el Ministerio de Hacienda daban cuenta de que solo se producirían incrementos de 0,65 por ciento en la inflación por cada 1.000 pesos más en el precio de los combustibles.
Hasta el momento, la inflación en general ha seguido su tendencia bajista, aún con los incrementos aplicados en la gasolina y el diésel. Pero con los aumentos que faltan por aplicar en el precio del diésel hay incertidumbre, pues si bien el Ministerio de Transporte desde el 6 de septiembre pasado, cuando se levantó el paro camionero, supeditó los incrementos restantes hasta tanto se cumplieran los puntos estructurales que reclamaron los transportadores, lo cierto es que el cierre de la brecha en el FEPC no da tanta espera.
“Faltan acuerdos por cumplir”, dice Alfonso Medrano, presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros; mientras que gremios de transportadores como Colfecar siguen sacando cuentas con la alta afectación que les dejan los 786 bloqueos que sufrieron en 2024 y que les causaron pérdidas por 4,3 billones de pesos debido al lucro cesante.
Pese a lo anterior, el 31 de diciembre, el Gobierno anunció un incremento de 169 pesos en el diésel, aplicable desde el primero de enero de 2025. El galón quedó en 10.725 pesos. Los datos de inflación del arranque de año indicarán qué tan grande fue el efecto de esa medida.