Economía
Tasas de interés: expectativa por decisión de la junta directiva del Banco de la República. ¿Bajará o las mantendrá estables?
El último día de marzo, se reunirá este organismo para definir qué hará con las tasas de interés, que hoy están en 9,5%. Tendrá un particular interés, no solo por las presiones inflacionarias sino también porque será el primer encuentro de la junta ya con una mayoría de integrantes designados por el presidente Gustavo Petro, entre ellos, el debut del nuevo ministro de Hacienda. ¿La señal de independencia del banco está en juego?

Este lunes 31 de julio, la atención en el campo económico en el país la tendrá el Banco de la República. Su junta directiva se reunirá para tomar decisiones alrededor de las tasas de interés, en momentos en que la inflación no cede y las expectativas de crecimiento de la economía están corrigiendo a la baja.
Pero, sobre todo, los reflectores estarán puestos sobre esta reunión, porque será la primera junta del Emisor que contará con una mayoría nombrada por el presidente Gustavo Petro, tras la salida de Roberto Steiner y Jaime Jaramillo, y la llegada de César Giraldo y Laura Moisá. Estos nombres se suman al de Olga Lucía Acosta, que ya Petro había designado, y al debut del nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila Plaza, quien reemplazó al renunciado Diego Guevara, tras, al parecer, diferencias con el jefe de Estado por los recortes y ajustes en materia fiscal que necesitan las cuentas del país.
La junta anterior se caracterizó por ser muy conservadora en sus decisiones, incluso sorprendiendo a los analistas del mercado con bajas reducciones en la tasa cuando se esperaba una mayor velocidad o, incluso, sin tocarlas, cuando la inflación caía, pero otros riesgos se evidenciaban, como, por ejemplo, la compleja situación fiscal. Después de llegar a techos cercanos al 13%, hoy la tasa de interés se ubica en 9,5%, manteniéndose inalterada en la última reunión.

Mientras tanto, la inflación, como advierte un análisis de Corficolombiana, sorprendió al alza en febrero, con un aumento mensual de 1,14%, por encima de las expectativas del mercado (1,02%). Los principales aportes provinieron de precios regulados, especialmente en transporte urbano, gas y educación. Como resultado, la inflación anual se aceleró a 5,28%, tras haberse mantenido estable en torno al 5,2% entre noviembre y enero.
Lo más leído
Además, aunque se estima que este año el crecimiento será mayor al registrado en 2024, las expectativas han empezado a variar. Incluso desde el mismo Banco de la República que en un reciente informe de política monetaria ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para este año al pasar de 2,9%, estimado en octubre, a 2,6%.
El Gobierno y gran parte del sector empresarial han pedido a la junta directiva del Banco de la República que acelere la reducción en las tasas, para impulsar el crecimiento y facilitar recursos para las inversiones.
Sin embargo, la junta, hasta ahora, ha sido prudente y cautelosa, evitando, como advierten algunos analistas, repetir la historia de Brasil. Como recuerda Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, los miembros que puso el presidente Lula da Silva en el banco central todos votaron “por un recorte agresivo de tasas cuando los datos sugerían que no debía ser así. Y a pesar de que no ganó esa decisión, el mercado tuvo un efecto bastante negativo que terminó incluso generando presiones inflacionarias por causa de la subida del dólar. Ese precedente de Brasil también llama a la cautela”.
Con votaciones divididas, la junta del Banco de la República ha mantenido limitados recortes a las tasas o las han dejado inalteradas. Pero ahora, la ecuación podría cambiar. El pasado jueves en su primera aparición pública, el nuevo ministro Ávila aseguró que “el Banco puede ser más agresivo en sus decisiones de reducción de la tasa de interés. Creo que hasta ahora hemos sido demasiado moderados”.
Como advierte el área de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, al ser la primera reunión en la que cuatro de los siete miembros de la Junta del Banco de la República fueron elegidos por el actual Gobierno, “existe una alta incertidumbre en si el accionar obedecerá a factores técnicos o políticos. Es más, con las declaraciones del jueves 27 de marzo del nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila, que anticipó recortes de tasa, queda claro que la señal de independencia del Banco de la República estará en juego”.
“La discusión va a ser complicada”, anticipa Velandia, de Credicorp Capital. Y agrega: “Lo que pasa es que el dato de inflación de febrero mostró la materialización de unos riesgos desde el lado del salario mínimo y, sobre todo, desde los precios del gas. Y creo que eso llama a la prudencia”.
De hecho, las preocupaciones por los riesgos que tiene la inflación ya advierten que este año tampoco se llegaría al rango meta del Banco de la República, de entre 2% y 4%, ya que estaría por encima de este techo, completando cinco años sin alcanzar este objetivo. Las señales de alerta han hecho que hasta el Emisor ajuste sus cálculos en materia de inflación: los elevó, al pasar de 3,1% a 4,1% este año, es decir, por fuera del rango meta.
Las señales las ha dado la Junta Directiva del Banco de la República con las decisiones tomadas en materia de tasas durante sus dos últimas reuniones. En la de finales de diciembre, mientras que el mercado esperaba una reducción de entre 50 y 75 puntos básicos, la junta decidió reducir solo 25 puntos y llevar las tasas a 9,5 por ciento. Y en la de enero determinó mantenerlas y no realizar ninguna reducción.
La indexación de los precios de algunos bienes y servicios a una inflación más baja y los efectos acumulados de las decisiones de política monetaria serían factores que seguirían acercando la inflación hacia la meta. No obstante, las presiones provenientes del reciente aumento del salario mínimo, y las derivadas del comportamiento de la tasa de cambio en un entorno de elevada incertidumbre global, podrían hacer que la reducción de la inflación sea más lenta que lo proyectado. Esta situación reduce el margen de maniobra para acelerar el ritmo de recortes de la tasa de interés.
Para el Bancolombia, la buena dinámica de desinflación de finales de 2024 comienza a encontrar resistencia, con una inflación anual que se niega a bajar de 5,2%. Aunque la inflación subyacente continúa exhibiendo inercia hacia la meta, ha pesado el fuerte ajuste del salario mínimo, alzas en servicios públicos y mayores precios de alimentos, asegura esta entidad en un informe. “Como consecuencia, anticipamos un menor descenso durante 2025; revisamos al alza nuestro estimativo de inflación, a 4,4%. Esto llevaría a un escenario en que el Emisor incumpliría su meta por quinto año consecutivo. El escenario de inflación podría tornarse aún más complejo de aplicarse los llamados aranceles recíprocos o a bienes importados críticos (como insumos y materias primas); algo que no está aún incorporado en esta actualización”, advierte.
Además, la preocupación en el frente fiscal es latente. De acuerdo con Corficolombiana, en 2024, el déficit fiscal alcanzó el 6,8% del PIB y la relación deuda neta/PIB se ubicó en 60%. “El Plan Financiero 2025 presentó una proyección de ingresos tributarios que nos parece demasiado optimista, por lo cual anticipamos que se requiere un ajuste adicional del gasto primario de $26 billones para cumplir la meta de déficit del 5,1% del PIB”.

A ello, agrega este análisis, se suman las presiones derivadas de la reserva presupuestal por 51 billones de pesos, el recorte en la perspectiva en la calificación crediticia, de estable a negativa, por parte de Fitch Ratings, y un inicio de año desafiante, marcado por un déficit fiscal de 0,7% del PIB en enero –el más alto para ese mes desde 2004–, así como un faltante de recaudo a febrero que estimamos es de $4,2 billones frente a la senda que se espera en el plan financiero.
“La renuncia del Ministro de Hacienda, Diego Guevara, la semana pasada, tras advertir al Presidente sobre la necesidad de mayores recortes en el presupuesto de gasto para 2025, aumenta la incertidumbre fiscal. Está por verse si su sucesor, Germán Ávila, adoptará una postura similar, pero la reacción de los mercados ante el cambio en la dirección de esta cartera sugiere un deterioro adicional en la confianza sobre el manejo fiscal del país. La incertidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas sigue siendo el principal riesgo macroeconómico de Colombia y continuará presionando la prima de riesgo país, lo que puede generar presiones inflacionarias de origen cambiario”, advierte su análisis de Corficolombiana.
Por su parte, el área de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá advierte que “si bien la mejora en las expectativas de inflación y de la tasa de cambio soportarían una baja en la tasade interés, el deterioro de la situación fiscal se ha convertido en el gran limitante para los recortes”. Y añade en un informe que si bien un recorte de tasas favorecería la inversión, esta área resalta que “las altas tasas apenas han explicado un tercio del retroceso de la inversión, mientras que el restante lo ha hecho la alta incertidumbre”.
¿Cómo se moverá la junta?
Una encuesta de Anif establece las expectativas de cómo se moverá la junta directiva del Banco de la República en su próxima reunión. De los 19 analistas consultados, diez se ubicaron en equilibrio técnico político (ETP): siete anticipan y recomiendan mantener la tasa en 9,5%, mientras tres prevén y recomiendan un recorte de 25 puntos básicos. Por su parte, siete analistas anticipan un recorte de 25 puntos básicos, pero recomendando mantener la tasa sin cambios. La Universidad EAFIT anticipa un recorte mayor, de 50 puntos básicos, aunque recomienda mantener inalterada la tasa. Lulo Bank anticipa un aumento de 25 puntos básicos, mientras recomienda mantener la tasa actual. A pesar del disenso sobre la decisión puntual que tomaría la junta, la mayoría de los analistas recomienda que la tasa se mantenga en 9,5%.

Afirma Anif que las entidades encuestadas anticipan que la tasa de interés de política monetaria en Colombia se ubicará en 7,75% para el cierre de 2025, 25 puntos básicos más frente a las expectativas de la encuesta de enero. Un complejo panorama fiscal, agravado recientemente por la decisión de Fitch Ratings de modificar la perspectiva de Colombia de estable a negativa, aunque manteniendo la calificación crediticia en BB+, y las potenciales presiones inflacionarias observadas en los últimos resultados del IPC, refuerzan la idea de que el Banco de la República mantendrá la cautela en los recortes de la tasa de interés, dice este centro de pensamiento.
“Esta perspectiva refleja la confianza en la efectividad de la política monetaria actual para controlar la inflación, aunque el aumento en las expectativas inflacionarias sugiere que esta no logrará ubicarse dentro del rango meta durante este año”, agrega Anif.
Para Corficolombiana, la llegada de tres nuevos miembros a la junta directiva del Banco de la República, todos designados por el presidente Petro, podría marcar un tono más heterodoxo que dé una mayor ponderación a la actividad económica. “Anticipamos que estos nuevos integrantes de la junta votarán por bajar la tasa de política monetaria (TPM) en 50 puntos básicos, a 9%. Esta posición contrastará con la postura conservadora de las decisiones recientes de la junta, con reducciones graduales de la TPM que priorizaban el control de las presiones inflacionarias y el anclaje de las expectativas” afirma el análisis.
Por su parte, Velandia, de Credicorp Capital, no descarta una reducción, “pero creo que los datos y todo lo que ha pasado recientemente llama a la prudencia a que la dejen quieta. Y nuestra estimación es que la empiezan a bajar nuevamente en abril hasta llegar a un 8% a finales de año”.
A su vez, Itaú considera que los cambios en la junta generan una elevada sensación de incertidumbre. “Inclina la probabilidad a favor de la reanudación del ciclo de recortes con un movimiento de 25 puntos básicos hasta el 9,25% en marzo”, al tiempo que pronostica una tasa de interés de 8% para cierre del año.
La expectativa es si la nueva junta directiva del Banco de la República mantendrá la cautela y prudencia, al tomar la decisión sobre las tasas, o la mayoría compuesta por quienes nombró el presidente Petro, seguirá la línea que trazó el nuevo MinHacienda. El país está atento.