Redes sociales
Trump quiere prohibir TikTok en Estados Unidos y estas podrían ser las consecuencias
Marcas, emprendimientos y creadores de contenido podrían caer en riesgo tras haber construido un modelo de negocio en la plataforma.
El futuro de TikTok en Estados Unidos está en entredicho, y la posibilidad de una prohibición definitiva podría impactar a millones de usuarios, empresas y creadores que dependen de la red social. Con más de 170 millones de usuarios en el país, la red social no solo es un espacio de entretenimiento, sino también una herramienta clave para el marketing digital y la generación de ingresos.
Uno de los efectos más inmediatos sería la pérdida de empleos. La red social emplea a miles de personas en áreas como desarrollo tecnológico, marketing y soporte técnico. Según Javier Ochoa, experto en tecnologías de la información de la Universidad Manuela Beltrán, el cierre de las operaciones de TikTok en Estados Unidos podría generar despidos masivos, afectando además a contratistas y proveedores como agencias de publicidad, estudios creativos y empresas de análisis de datos. “La estructura laboral vinculada a TikTok está profundamente integrada en la economía digital. Su desaparición impactaría en varias industrias”, señala el experto.
Los creadores de contenido, por su parte, también enfrentan grandes riesgos. TikTok ha construido un ecosistema donde millones de influencers monetizan sus videos a través de colaboraciones con marcas y el fondo para creadores de la plataforma. Una prohibición cortaría de raíz estas fuentes de ingresos. “Muchos creadores tendrían que migrar a otras plataformas y reconstruir sus comunidades desde cero, lo que sería un proceso largo y costoso”, advierte Ochoa. Además, pequeñas empresas que han utilizado TikTok para promocionar productos y servicios también verían limitada su capacidad de llegar a audiencias específicas.
El impacto no solo se limitaría al nivel individual. Para las marcas, TikTok representa una de las opciones más efectivas para campañas publicitarias, gracias a su capacidad de personalización y viralidad. Una migración a plataformas como Instagram Reels o YouTube Shorts implicaría mayores costos y una menor interacción orgánica. Estas plataformas, aunque similares, no ofrecen las mismas dinámicas de viralidad que han hecho de TikTok una herramienta única en el mercado.
Lo más leído
La situación también abre interrogantes sobre el futuro del ecosistema digital. Según informes, China ha considerado vender las operaciones estadounidenses de TikTok a Elon Musk si la prohibición se concreta. Aunque la idea aún no se ha confirmado, e incluso algunos voceros de la red social han negado esta posibilidad, un acuerdo de este tipo permitiría que TikTok continúe operando en el país del Norte, resolviendo las preocupaciones sobre la seguridad de los datos. Musk, quien ya es propietario de Twitter (ahora X) y de la empresa de inteligencia artificial xAI, podría integrar TikTok en su ecosistema tecnológico, aprovechando el acceso a datos masivos y fortaleciendo su posicionamiento en el mercado publicitario.
A pesar de parecer una buena noticia, el escenario también tendría implicaciones significativas para los usuarios y creadores. Cambiar la propiedad de la plataforma podría derivar en modificaciones en sus algoritmos, políticas de contenido y modelos de monetización, afectando directamente el alcance y los ingresos de sus usuarios más activos. Además, las pequeñas empresas que dependen de TikTok para sus ventas y promoción podrían tener que adaptarse rápidamente a un entorno completamente diferente.
Mientras tanto, alternativas como Xiaohongshu y Lemon8, otras redes sociales, están ganando popularidad en Estados Unidos, reflejando el temor de los usuarios a perder TikTok. Xiaohongshu, respaldada por Alibaba, combina publicaciones visuales con comercio electrónico, mientras que Lemon8, creada por ByteDance, busca captar a los usuarios jóvenes con dinámicas similares a las de TikTok. Sin embargo, ninguna de estas plataformas parece capaz de replicar el alcance y la influencia que esta ha logrado consolidar en el mercado global.
Bajo este contexto, el panorama para los creadores y anunciantes sigue siendo incierto y despierta preocupación no solo en Estados Unidos, sino también en otros países donde se ha venido adoptando este modelo. Ochoa concluye asegurando que esta situación evidencia la vulnerabilidad de depender de plataformas extranjeras, sujetas a decisiones geopolíticas externas, e insiste en la oportunidad que trae para que las empresas y otros generadores de contenido exploren otras alternativas para conectar de manera masiva con sus audiencias.
