Violencia
Vuelven los atentados a la mina del Cerrejón, cuya línea férrea está actualmente detenida
Las autoridades investigan el incidente y buscan a los responsables. No solo se frena la operación carbonera del país, sino que se afecta servicios como el tren del agua que surte a comunidades de La Guajira.
Los atentados y ataques violentos no paran en el país. En la noche del viernes 15 de diciembre se perpetró uno con explosivos contra la infraestructura ferroviaria del Cerrejón, en el kilómetro 122, en el municipio de Uribia. La empresa informó que el hecho produjo daños en la línea férrea y en un vagón, pero afortunadamente no hubo víctimas ni heridos.
Cerrejón, firma que explota una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo, está trabajando con las autoridades para investigar el incidente y tomar medidas para identificar a los responsables.
“Rechazamos este tipo de actos violentos que ponen en riesgo la seguridad de nuestro equipo de trabajo, de las comunidades vecinas y el normal funcionamiento de nuestra operación. Estamos trabajando para habilitar el transporte hacia Puerto Bolívar, lo más pronto posible”, informó la compañía a través de un comunicado.
No es la primera vez que esta minera, que se encuentra entre las firmas con mayor facturación del país y ventas de 16 billones de pesos en 2022, sufre atentados. En 2013, un ataque del Frente 59 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) contra la línea férrea causó el descarrilamiento de 43 vagones cargados de carbón. Algo similar ocurrió en agosto de 2012, año en el que, de hecho, fueron más de cinco atentados.
A esta situación se suman los bloqueos que ha sufrido la compañía. Sus directivos han denunciado que en lo corrido del presente año suman 217, en su mayoría promovidos por comunidades indígenas.
Esta compañía, cuya propietaria es la multinacional suiza Glencore, informó que, durante 2022, a pesar de las lluvias y los bloqueos que afectaron las operaciones, produjo 19,7 millones de toneladas. Gracias a ese resultado, pagó 3,7 billones de pesos entre impuestos y regalías.
Los bloqueos y atentados, que frenan su línea férrea, no solo afectan la operación del Cerrejón, sino también impiden el normal funcionamiento del Tren del Agua, un servicio vital que suministra agua potable a 163 comunidades en el área de influencia de la compañía. Este servicio beneficia a más de 2.350 familias guajiras.
Así mismo, se pone en riesgo la estabilidad de los más de 12.000 trabajadores de la empresa, incluyendo empleados directos y contratistas y se amenazan los ingresos fiscales del país y de La Guajira, dado que es un importante contribuyente de impuestos y de regalías.