Cápsula
Colombia se posiciona entre los cinco países con mayor actividad cripto en América Latina
La región movió cerca de 1,5 billones de dólares en transacciones de criptomonedas entre 2022 y 2025, impulsada por la inflación, la inestabilidad cambiaria y el auge de las remesas.
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La actividad de criptomonedas en América Latina ha crecido de manera sostenida en los últimos tres años, alcanzando un volumen cercano a los 1,5 billones de dólares entre julio de 2022 y junio de 2025.
Pese a la volatilidad, la región se mantiene como uno de los mercados más dinámicos a nivel global, con picos históricos que superaron los 80.000 millones de dólares en diciembre de 2024.
El crecimiento se explica por factores estructurales como la inflación persistente, la inestabilidad de las monedas locales y los controles de capital en varios países, que han llevado a hogares y empresas a recurrir a las criptomonedas, especialmente a las monedas estables, como refugio de valor y alternativa para transferencias internacionales.
Brasil concentra casi un tercio de toda la actividad cripto regional, con más de 318.000 millones de dólares en transacciones. Argentina (93.900 millones), México (71.200 millones), Venezuela (44.600 millones) y Colombia (44.200 millones) completan el grupo de los cinco países con mayor movimiento. Aun así, mercados más pequeños como Perú, Chile y Bolivia también han mostrado una adopción significativa.

En el caso brasileño, el crecimiento se ha mantenido estable gracias a la interacción institucional y la regulación. La Ley de Activos Virtuales de 2022-2023 sentó las bases para un marco más claro, mientras que bancos tradicionales y fintechs han comenzado a integrar servicios relacionados con criptomonedas.
Además, más del 90 % de los flujos en ese país corresponde hoy a stablecoins, utilizadas principalmente para pagos y transferencias.
De cara al futuro, se espera que la región mantenga un ritmo sostenido en el ecosistema cripto, siempre condicionado por la evolución regulatoria.
En países como Brasil, donde ya existen lineamientos más avanzados, la expectativa es que el mercado siga expandiéndose, mientras que en el resto de América Latina el desafío será equilibrar innovación con seguridad para los usuarios.