Mi casa ya
Crisis de credibilidad sacude el programa ‘Mi Casa Ya’: miles de familias e inversiones en riesgo
Las búsquedas sobre el programa superan las 74.000 consultas y reflejan preocupación por el acceso, la sostenibilidad y los recientes recortes.

El programa ‘Mi Casa Ya’, una de las principales apuestas del Gobierno colombiano para facilitar el acceso a vivienda, atraviesa su mayor crisis de credibilidad y transparencia. Entre enero y abril de este año, un análisis de la conversación digital realizado con herramientas como Meltwater y Answer the Public reveló que términos como “Gran Estafa”, “Falta de Respuestas” y “Falta de Pago” dominan la percepción ciudadana, reflejando un creciente malestar social.
La desinformación ha dado paso a una avalancha de búsquedas: más de 74.000 personas —datos de búsqueda en Answer the Public— han consultado cómo acceder al subsidio, sus requisitos y vigencia. Las preguntas sobre la sostenibilidad del programa (“Mi Casa Ya se quedó sin plata”, “Mi Casa Ya para el 2025”) y la comparación con cajas de compensación y préstamos digitales son tendencia, especialmente en regiones como Manizales, Montería y Mosquera.
El Ministerio de Vivienda asegura haber alcanzado un 97,4 % de cumplimiento frente a las metas del Plan Nacional de Desarrollo, gracias a un cambio metodológico que incorporó subsidios entregados por las Cajas de Compensación Familiar. Sin embargo, gremios como Camacol y expertos del sector cuestionan esta cifra y advierten que el verdadero avance, limitado a los subsidios estatales de Fonvivienda, no supera el 50 %.
La situación se agravó con la expedición de la Circular 012 en diciembre de 2024, que suspendió los subsidios a la tasa de interés y limitó nuevos ingresos al programa. Para 2025 solo se dispondrá de 10.500 nuevos cupos, afectando directamente a 44.422 hogares que ya cumplían con los requisitos y a más de 40.000 familias que enfrentarán alzas en sus cuotas hipotecarias.
La concejala bogotana Sandra Forero Ramírez advirtió que “esta focalización no será ejecutable” y denunció que se trata de “otra expectativa sin futuro”. El panorama genera una ola de incertidumbre que amenaza a hogares, empresas y gobiernos locales por igual.