Cápsula
La inteligencia artificial sigue acelerando la transformación de los pagos en Latinoamérica
La región enfrenta el reto de modernizar su infraestructura y regulación para aprovechar el potencial de la IA en banca, fintech y comercio electrónico.

La inteligencia artificial (IA) está dejando de ser un complemento tecnológico para convertirse en un actor central dentro del sistema financiero latinoamericano. Su irrupción promete redefinir desde la manera en que se realizan los pagos hasta los procesos de conciliación y auditoría, en un entorno que exige cada vez más agilidad y precisión.
El fenómeno va más allá de la simple automatización: los agentes inteligentes pueden decidir cómo y cuándo ejecutar una operación, evaluar riesgos, seleccionar el canal de pago más conveniente y conciliar transacciones en tiempo real. En el comercio electrónico, incluso, se vislumbra la desaparición del “checkout” tradicional, reemplazado por operaciones invisibles que integran la experiencia de compra.

Sin embargo, la implementación enfrenta obstáculos estructurales. La falta de estandarización en procesos bancarios, la lenta adopción de API en la región y la disparidad regulatoria limitan la capacidad de los sistemas financieros para desplegar plenamente estas innovaciones.
Mientras plataformas globales ya incorporan IA generativa para validar cuentas o completar transacciones en segundos, en Latinoamérica persiste la fragmentación entre bancos, fintechs y marcos regulatorios nacionales.
“El desafío en Latinoamérica es cómo llevar esa capacidad a la infraestructura real de pagos, con reglas locales, bancos fragmentados, etc. Esa es la brecha que buscamos cerrar con Agentic Banking Infrastructure, que permite a los agentes operar directamente sobre el sistema financiero de forma segura y auditable”, asegura Roberto Gaudelli, director comercial de Prometeo.
Por eso, para que esta revolución se consolide, la infraestructura tecnológica y la regulación deberán evolucionar al ritmo de la innovación.