Un nuevo modelo de inversión inmobiliaria entra a competir al mercado colombiano

Las actividades inmobiliarias, según el Dane, tuvieron un crecimiento de 2 % en el tercer trimestre de este año, frente al mismo periodo de 2023, y en lo que va de 2024, hasta el mes de septiembre, el porcentaje se ubicó en 1,9 %. Con estas cifras, la industria inmobiliaria en Colombia empieza a repuntar en medio de un mercado competido y desafiante.

En ese escenario aparecen nuevos modelos y proyectos, como el que lanzó la constructora Coninsa, que combina la escrituración individual con un esquema de renta colectiva, y ofrece oportunidades para pequeños y medianos inversionistas. Este modelo, según explicó la compañía, minimiza riesgos y optimiza la rentabilidad, y, a su vez, responde a las necesidades del mercado.

El proyecto es Nau House, un edificio de 163 aparta estudios ubicado en el barrio Polo Club, al norte de Bogotá. Su propuesta se basa en una operación integral gestionada por VIVIT® -el operador- desde la comercialización y el mantenimiento hasta la distribución de utilidades. La rentabilidad se calcula según coeficientes de inversión.

“Estamos conectando a las personas con una nueva forma de vivir y de invertir, donde no solo se considera el inmueble, sino también el entorno, las conexiones y las oportunidades de movilidad”, explica Camilo Alvear, director comercial de la regional Bogotá.

Inspirados en ciudades globales como Nueva York, Londres o Roma, se busca integrar la habitabilidad con elementos clave como la proximidad a puntos de encuentro, transporte público eficiente y opciones para la movilidad sostenible como bicicletas o scooters. Este modelo urbano apunta a que las viviendas no solo sean espacios privados, sino parte de un ecosistema que fomente la convivencia y la calidad de vida.

El proyecto Nau House es el inicio de una estrategia que entra a competir en las tendencias del mercado inmobiliario en Colombia, ofreciendo soluciones adaptadas a las nuevas dinámicas urbanas. De acuerdo con la compañía, este modelo responde a las necesidades de los inversionistas y promueve un desarrollo inmobiliario más inclusivo y sostenible, ajustado a los comportamientos y costumbres de los habitantes de las grandes ciudades del país.