NEGOCIOS
¿Cómo elegir entre e-commerce propio y marketplace para un negocio?
La pandemia ha obligado a múltiples empresas a comercializar sus productos por internet y la primera decisión que deben tomar es elegir entre un e-commerce propio y un marketplace, ¿qué se debe tener en cuenta?
Uno de los efectos de la pandemia es la proliferación del comercio electrónico en el mundo, dado que las empresas tienen restricciones para abrir sus locales y los clientes tienen restricciones de movilidad. Muchos negocios encontraron en las plataformas y las apps un mecanismo para paliar la crisis del coronavirus y mejorar su flujo de caja.
Colombia no es la excepción a esta tendencia. El año pasado, se registraron ventas a través de internet por encima de los $29 billones y un crecimiento del 31 % aproximadamente con respecto al 2019, según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE). Además, las ventas en línea crecieron en un 44% durante el primer trimestre de 2021.
De hecho, según un reporte entregado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), en el último año, Latinoamérica fue la segunda región del mundo con mayor crecimiento de comercio electrónico en el planeta.
En este escenario, la primera decisión que deben tomar pequeñas, medianas y grandes empresas es elegir entre un e-commerce propio y un marketplace para volcar sus ventas al escenario digital.
Tendencias
Para Brayan Acebo, director de producto y operaciones de Grability, empresa desarrolladora de e-commerces y tiendas virtuales, si bien la mayoría de negocios acudieron a la transformación digital para enfrentar los retos de la pandemia, aún existe mucho desconocimiento por parte de ellos acerca de plataformas online como los e-commerces y los marketplaces.
De acuerdo con Acebo, aunque estos son los modelos de comercio digital más utilizados en el mundo, los dos cumplen roles completamente diferentes y además de las ventas, también atienden otras necesidades que las empresas deberían tener en cuenta a la hora de elegir uno de ellos.
Pero, ¿cuál es la opción que más le conviene a un negocio y en qué consiste cada una? Estas son las recomendaciones entregadas por el experto de Grability:
Marketplace
Es una gran plataforma o centro comercial virtual en el que converge la oferta de diferentes marcas, empresas o tiendas. Ejemplo de ello son compañías como Amazon, Mercado Libre o Booking, que promocionan desde su herramienta todo un universo de productos y servicios alrededor del mundo.
Según Acebo, “los marketplaces son perfectos para acercar al público a la mercancía y acceder rápidamente a una gran cantidad de clientes potenciales”. No obstante, son herramientas que se ajustan más a los negocios que, sin importar el pago de una comisión, están buscando hacer visible un producto o servicio, realizar una prueba en el mercado sin temor a invertir y olvidarse de trabajos operativos como el domicilio.
¿Qué beneficios ofrece esta plataforma?
1. Mejores costos de marketing en comparación con otros canales de venta. Así que la empresa ahorra plata en posicionamiento.
2. Proporciona confianza entre la empresa y el comprador.
3. Es posible operar las 24 horas, por lo que no hay que preocuparse por las limitaciones de tiempo.
4. La posibilidad de contar con ventas cruzadas incrementa la probabilidad de compras.
5. Los marketplaces le proporcionan a los negocios una infraestructura digital encargada de gestionar los pagos y seguridad de los mismos.
E-commerce propio
Es una tienda virtual independiente que fue creada por una empresa para vender sus productos o servicios. De acuerdo con Acebo, esta es una solución que puede ser creada tanto en canal web como en aplicativo y que en la actualidad toma fuerza, teniendo en cuenta que existen desarrolladores que a través de un producto marca blanca le ayudan a las empresas a crear su e-commerce propio de manera fácil y rápida.
¿Cuáles son las ventajas de este modelo de venta?
1. La empresa tiene un mayor control de su negocio porque la administración está a cargo de ellos mismos.
2. Es más fácil personalizar el canal de venta o la comunicación con los clientes.
3. No es necesario pagar comisiones a intermediarios.
4. A diferencia de los marketplaces, en el e-commerce propio, no hay competencia directa con la que los usuarios puedan comparar precios, reputación o experiencia del servicio.
5. Es posible obtener data para estudiar el comportamiento de los usuarios, saber cuáles son sus preferencias y con ello, construir experiencias más acordes a sus necesidades.