Confecciones
Un emprendimiento de moda masculina que se inspiró en los talleres del barrio Restrepo en Bogotá
Tras el golpe de la pandemia, que los obligó a cerrar puntos de venta, esta firma se reinventa con prendas para el teletrabajo, la meta de exportar y el plan para convertirse en una empresa B. Esta es su historia.
Ser emprendedor es una apuesta cada vez más recurrente entre las nuevas generaciones de colombianos y aunque hay muchos que se enfocan en empresas de carácter tecnológico, otros usan la tecnología para innovar en sectores tradicionales e incluso para competir con grandes jugadores.
Ese es el caso de Hans Sachs, una firma que nació inspirada en el nombre de un zapatero alemán, pero que basó su conocimiento en un estudio de la producción de calzado en el barrio Restrepo de Bogotá realizado por dos estudiantes de administración de empresas del Cesa. Se trata de Andrés Moncada y Juan Gaviria. Su investigación los motivó a emprender en zapatos y accesorios para hombres, pero no lo hicieron tan pronto se graduaron, sino que primero trabajaron en sectores como el financiero y tras acumular algo de experiencia y de recursos se lanzaron al agua.
Inicialmente, querían aprovechar la calidad de los productos que se hacen el Restrepo para producir con fines de exportación, pero luego se dieron cuenta de que en el mercado local había espacio para otra marca de moda masculina. Empiezan a participar en ferias de emprendedores como Buró y a abrirse mercado, aprovechando que se habían enfocado en el diseño y la innovación para sus productos.
Moncada explica que primero usaban los diseños que les proponían sus proveedores. No obstante, notaron que en esa área era donde tenían que hacer más esfuerzos, así que empezaron a producir diseños propios y a sacar colecciones (las lanzan en marzo, mitad de año y final de año).
Tendencias
Desde 2017 empezaron a vender desde un página web y a abrirse espacio en marketplaces como Falabella y Dafiti, pero para destacarse en esos espacios virtuales necesitaban ser más conocidos, así que decidieron abrir tiendas físicas, pero no en un local tradicional, sino en las llamadas islas de los centros comerciales. Actualmente están en Parque la Colina y en Mall Plaza en Bogotá. Igualmente, de la mano de Procolombia se alistan para exportar, primero a Panamá y posteriormente a Estados Unidos.
Un negocio competido
Moncada admite que el sector de la moda es muy competido, pero que hay mercado para todos, para marcas premium y para las de menor valor, así como para las diferentes generaciones de hombres. Dice que muchas de las principales marcas del país son propiedad de empresarios que ya superan los 70 años y por eso su apuesta consiste en usar su juventud para ofrecer diseños a profesionales jóvenes, así como a universitarios.
Agrega que su ventaja es que además de ser apasionados por su emprendimiento, tienen el compromiso de manejar productos ciento por ciento colombianos. Esto porque en el tiempo en que evaluaron a los fabricantes del Restrepo fueron testigos de lo duro que les pega la competencia de calzado chino de bajo precio y del contrabando.
La pandemia y sus cuarentenas fueron también un gran desafío para esta compañía, pues estaban en pleno crecimiento de su tiendas físicas y alcanzaron a estar en otro centro comercial bogotano, así como en Cartagena y Pereira, pero se vieron forzados a reducir esas operaciones. “En ese momento nos tocó casi que salir a liquidar el inventario porque nadie estaba comprando. Nos enfocamos entonces en construir un equipo para redes y en empezar a sacar prendas para la nueva realidad como los hoodies (buzos de sudadera con capucha) y chaquetas rompevientos, que se han convertido hoy en unas de sus referencias más vendidas. De hecho, ahora manejan el concepto de workleisure, que es la fusión entre ropa deportiva y la de trabajo.
En 2022 tuvieron un buen año en materia de ventas y para 2023 además de exportar, tienen la meta de convertirse en una empresa B, que son aquellas que no solo persiguen la rentabilidad económica, sino también resultados sociales y ambientales. Para esto trabajan con la Cámara de Comercio y con Fenalco.