Droguerías
Droguerías en territorios apartados han generado más de $425 mil millones en lo que va de 2025
Más de 1.400 droguerías ubicadas en territorios históricamente apartados – como Arauca, Saravena, Quibdó, Apartadó, Turbo, Tumaco, Leticia, Puerto Carreño, Inírida, Mitú, Nuquí o Providencia – hoy permanecen abastecidas.

En Colombia, donde las distancias y la geografía suelen ser un reto para acceder a la salud, miles de familias dependen de la droguería de su barrio como primer punto de atención. Hoy existen más de 33.800 droguerías independientes en el país, muchas de ellas familiares y atendidas por sus dueños, que se convierten en el lugar más cercano para conseguir medicamentos, recibir orientación y resolver necesidades de salud.
Dentro de esta red, cerca de 1.408 establecimientos se encuentran en zonas rurales o de difícil acceso, en municipios como Arauca, Quibdó, Tumaco, Leticia, Mitú o Providencia.
El modelo cooperativo ha permitido que estos puntos permanezcan abastecidos pese a los retos logísticos, de seguridad y de transporte que impone el territorio. Para garantizar el suministro, se combinan rutas terrestres, aéreas y fluviales, además de protocolos de abastecimiento preventivo y coordinación con operadores locales. En ciudades principales, los pedidos suelen entregarse en 24 a 48 horas, mientras que en municipios remotos los tiempos de entrega oscilan entre tres y siete días.

Más allá del impacto económico, estas droguerías juegan un papel clave en las comunidades donde operan: aseguran el acceso a medicamentos esenciales, generan empleo local y se convierten en espacios de orientación en temas de salud. En palabras de su gerente general, Daniel Quirós, “cada droguería que se mantiene abastecida en una vereda o municipio remoto representa una comunidad con mayor acceso a salud, empleo y desarrollo”.
El desempeño de estas droguerías evidencia que, más allá de los grandes centros urbanos, el sistema de distribución farmacéutica en Colombia ha logrado consolidar presencia en territorios históricamente desatendidos. Esto no solo fortalece la economía de los pequeños negocios, sino que contribuye a reducir las brechas de acceso a servicios de salud en las regiones más apartadas del país