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La movida del año: Millicom se prepara para fusionar Tigo y Movistar en Colombia y desafiar la dominancia de Claro

El anuncio incluye la compra de la participación del Estado en Coltel. Se prevé un sacudón del sector de telecomunicaciones

12 de julio de 2025, 4:00 a. m.
EPM ya anunció el precio de su participación, no controlante, en Tigo UNE: asciende a 2,1 billones de pesos.
EPM ya anunció el precio de su participación, no controlante, en Tigo UNE: asciende a 2,1 billones de pesos. | Foto: iStock

A principios de julio, la Junta Directiva de EPM aprobó la venta de la participación accionaria que tiene EPM en Tigo UNE, y que corresponde al 50 por ciento de la compañía, por un valor de 2,1 billones de pesos. Ya en agosto de 2024, el Concejo de Medellín había autorizado la enajenación de la participación accionaria no controlante de EPM.

Este proceso de venta tendrá varias etapas: la primera, ofrecerlas a los trabajadores activos y pensionados de la empresa, asociaciones de empleados o exempleados, sindicatos de trabajadores, fondos de empleados, fondos de cesantías y pensiones y entidades cooperativas. Luego, las acciones estarán a disposición del público en general, etapa en la cual podrá participar cualquier persona natural o jurídica.

Si no se logra la venta en estas etapas, el acuerdo de accionistas y los estatutos de Tigo UNE establecen un derecho de preferencia para los accionistas controlantes. Con ello, Millicom tiene la posibilidad de adquirir directamente las acciones de EPM en la compañía.

Este es el más reciente capítulo de una de las operaciones más importantes en las telecomunicaciones en el país: la consolidación de Millicom en el mercado, que lo podría convertir en un jugador del tamaño de Claro. ¿Por qué? Porque Millicom, por una parte, va tras la participación de EPM en Tigo UNE y por su condición de controlante de esa compañía no necesita ninguna autorización regulatoria para la operación e, incluso, podría llegar en la segunda etapa del proceso y no esperar hasta aplicar el acuerdo de accionistas.

Y, por otra, ya llegó a un acuerdo con Telefónica para comprarle a la multinacional española su participación en Colombia Telecomunicaciones (Coltel), en la que tiene más del 67,5 por ciento, y la restante está en manos de la Nación, en cabeza del Ministerio de Hacienda.

“Millicom tiene un acuerdo con Telefónica en el que le dice que le compra, si autorizan integrar esa operación con la que ya controla en Tigo UNE”, le dijo a SEMANA una persona cercana al proceso.

El pasado 12 de marzo, Telefónica Hispanoamérica, filial de Telefónica España, informó que había alcanzado un acuerdo para la venta a Millicom de la totalidad de las acciones que tiene en Coltel. El precio total asciende a 400 millones de dólares, unos 368 millones de euros.

La SIC evalúa la operación de Millicom y Telefónica en Colombia. Millicom también quiere la participación de EPM en Tigo UNE y la de la nación en Coltel.
La SIC evalúa la operación de Millicom y Telefónica en Colombia. Millicom también quiere la participación de EPM en Tigo UNE y la de la nación en Coltel. | Foto: Suministrada a Semana API

“El cierre de la transacción está sujeto a determinadas condiciones de cierre, incluyendo la obtención de las pertinentes aprobaciones regulatorias y acuerdos con la Nación –Ministerio de Hacienda y Crédito Público de la República de Colombia– y con Empresas Públicas de Medellín E.S.P.”, señalaron en ese momento en la información eventual.

Esta operación se enmarca dentro de la política de gestión de activos de Telefónica, y está alineada con su estrategia de reducir gradualmente la exposición a Hispanoamérica, en donde ya ha salido de algunos mercados en Centroamérica y también vendió en Argentina a una compañía local.

Todo empezó hace casi un año, cuando Millicom anunció la firma de un memorando de entendimiento para la fusión de Telefónica Colombia (Coltel) y Tigo UNE. Eso significaría quedarse con la participación que tiene EPM en Tigo UNE.

La operación total la estimó Millicom en aproximadamente unos 1.000 millones de dólares, y hasta planteó cómo se financiaría: “En efectivo y deuda asumida con un flujo de caja libre de capital proyectado durante los próximos 18 meses, en consonancia con el plan a largo plazo de la compañía”.

La operación se está gestando en un momento crítico para el sector por las tensiones financieras que tienen las compañías que llevaron, por ejemplo, a WOM a un proceso de reestructuración, y a ETB a replantear toda su estrategia, ante pérdidas diarias de 1.000 millones de pesos. Además, Telecall, firma brasileña que participó en el proceso de subasta de espectro de finales de 2023, ha tenido problemas financieros.

Con la movida se conformaría un jugador que le haría contrapeso a Claro: “Colombia obtendrá un segundo operador de gran escala y financieramente viable en un momento crucial”, aseguró en su momento Millicom.

De hecho, en Colombia persiste una situación de dominancia por parte de Claro que no ha sido corregida. Sin embargo, si se concreta la movida, algunos consideran que, debido al tamaño del nuevo competidor, la multinacional mexicana ya no debería estar sujeta a esas medidas.

La SIC tiene tres caminos frente a las compras de Millicom en Colombia: las aprueba, las condiciona o las objeta. Los condicionamientos pueden ser estructurales o de comportamiento.
La SIC tiene tres caminos frente a las compras de Millicom en Colombia: las aprueba, las condiciona o las objeta. Los condicionamientos pueden ser estructurales o de comportamiento. | Foto: Daniel Reina Semana

Una de las principales aprobaciones regulatorias para la operación de Millicom está relacionada con temas de competencia y participación de mercado, en la que la Superintendencia de Industria y Comercio debe validar si da o no vía libre a todo este proceso, o lo condiciona.

En un documento de más de 37 páginas, el MinTIC fijó su posición y expuso cómo podría quedar configurado el mercado. Según la entidad, el sector móvil en Colombia se convertiría en un duopolio técnico dominado por Claro y Tigo-Movistar, que concentrarían cerca del 90 por ciento del mercado, mientras que WOM quedaría como el único competidor de red de menor tamaño, con aproximadamente el 8 por ciento.

“Esta estructura de muy pocos participantes es inherentemente propicia para la coordinación tácita, pues es más sencillo para dos o tres empresas sostener un entendimiento que para cuatro o cinco. Como ha indicado la SIC en otros análisis, un aumento en la concentración por fusiones en mercados oligopólicos puede “recomponer” el mercado hacia menos competencia, elevando precios y reduciendo incentivos a innovar o mejorar calidad”, sostiene el documento.

Recuerda que hoy Claro tiene una clara ventaja de escala sobre Movistar y Tigo individualmente. Pero, después de la operación, se daría una situación de mayor simetría entre Claro y el nuevo ente integrado, en cuanto a tamaño, base de usuarios y portafolio de servicios.

El estudio del MinTIC sugiere que, en caso de que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) decida autorizar la operación, debería supeditarse al cumplimiento de medidas encaminadas a preservar un entorno competitivo saludable. Entre ellas, estabilidad de condiciones comerciales para los Operadores Móviles Virtuales (OMV), acceso mayorista a la red de acceso del ente integrado en favor de terceros operadores móviles y tarifas reguladas basadas en costos marginales para el acceso mayorista.

Tigo Movistar
La unión de Tigo y Movistar creará un nuevo gigante de las comunicaciones en el país. | Foto: Adobe Stock

También recomienda que la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) “continúe adelantando el proceso regulatorio de carácter general que extienda obligaciones diferenciales equivalentes al otro operador de red de gran escala en el mercado, es decir, a Claro”.

La cartera de telecomunicaciones también pide un seguimiento “estricto” de precios minoristas posintegración, al igual que una ventana de portabilidad en implementación de la integración. Además, considera que, durante los primeros cinco años contados a partir de la fecha efectiva de cierre de la integración entre Tigo y Movistar, la entidad integrada no podrá desmontar ni desactivar estaciones base móviles ubicadas en municipios clasificados como rurales o rurales dispersos.

Para el experto Felipe Serrano, socio de la firma Serrano Martínez CMA, tras la integración de Tigo y Movistar se podrían tener efectos tanto positivos como negativos. Entre los primeros, destaca la posibilidad de generar eficiencias operativas, como la optimización en el uso de infraestructura y espectro, la reducción de redundancias y mayores sinergias para la inversión en nuevas tecnologías, lo que podría traducirse en mejoras de cobertura, calidad del servicio y potencialmente menores costos operativos.

Sin embargo, los efectos negativos podrían darse con la reducción del número de competidores relevantes, “lo que aumentaría el riesgo de coordinación entre los dos grandes operadores, lo cual podría derivar en alzas de precios, menor innovación y reducción de la presión competitiva”, dice.

Además, considera que se debilitaría la posición de los operadores más pequeños y de los OMV, “quienes podrían enfrentar mayores barreras de acceso y condiciones menos favorables, limitando la diversidad de ofertas y la contestabilidad del mercado (facilidad con la que nuevas empresas pueden entrar y salir). Por tanto, sin medidas regulatorias adecuadas, según las autoridades, el duopolio podría consolidar prácticas menos competitivas y perjudicar la dinámica del sector a mediano y largo plazo”.

El mercado está a la expectativa de lo que podría ser uno de los negocios del año. Pero más allá de la operación, la atención está puesta en la transformación de las telecomunicaciones en Colombia y lo que representaría esta ‘pateada al tablero’.

1.000 millones de dólares es la inversión estimada para que Millicom consolide la operación de Movistar y Tigo.