Polémica por limitaciones a las importaciones de papel. Empresarios difieren sobre los impactos de la medida

A mediados de mayo, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo impuso derechos antidumping definitivos a la importación de papel fotocopia procedente de Brasil por un periodo de cinco años. Como resultado, las compras que se hagan a ese país deberán pagar un gravamen ad valorem del 21,78 %, 22,62 % y 30,30 %.

El primer gravamen se aplicará al producto proveniente de la empresa Suzano S.A., el segundo al que llegue de las firmas Sylvamo Do Brasil y Sylvamo Expot Ltda., y el tercero para las demás empresas brasileñas que vendan el mencionado papel a Colombia.

“La decisión de imponer esos derechos antidumping se fundamentó en una investigación técnica en la que se comprobó que durante el segundo semestre de 2023 y el primero de 2024 hubo un incremento significativo de las importaciones del producto desde Brasil a precios de dumping”, sostuvo el Ministerio. El dumping es una práctica comercial desleal en la que una empresa exporta un producto a otro país a un precio inferior al que se vende en su mercado doméstico o incluso por debajo de su costo de producción.

Una de las primeras reacciones a esta medida fue la de la Organización Carvajal, que la recibió como positiva, dado que, desde el Gobierno se reconocieron los argumentos y pruebas suministradas durante el proceso. “Esta decisión va encaminada a permitir competir en condiciones de transparencia y justicia para todos los interesados”, aseguró en un comunicado la empresa vallecaucana.

Otra reacción a la medida fue la de un grupo de fabricantes de cuadernos y productos similares, quienes aseguran que Carvajal indujo al Gobierno a un error al imponer los derechos antidumping y que esa decisión “es el preámbulo de otro proceso que está en curso en el mismo Ministerio relacionado con el papel utilizado para fabricar cuadernos, empaques y agendas, entre otros útiles escolares”.

Según los fabricantes de cuadernos, entre quienes están Coimpresores Bogotá (cooperativa que agrupa 81 pymes del sector), ⁠Codipacsa, Grupo Papelero, Imapel, RS Cartones y Papeles y ⁠Soluciones MAF (Tauro), “existe el riesgo de que Carvajal acapare todo el mercado del papel en Colombia excluyendo del mercado a las compañías que utilizan este producto como materia prima en el país. Además, con su solicitud, Carvajal estaría cerrando las fuentes de suministro de esas compañías ya que se niega a venderles”, afirmaron en un comunicado conjunto.

Su argumento es que un monopolio en el papel tendrá impacto directo en los costos para la industria gráfica, empaques, impresores y artes gráficas, incluidos los cuadernos escolares, en donde el 75 % de ese mercado es el segmento socioeconómico de bajos recursos.

Sus cuentas indican que en Colombia se producen 120 millones de cuadernos, de los cuales 90 millones pertenece a la categoría económica (cuaderno cosido de 100 hojas). “Cualquier incremento que haya en el costo del papel es directamente proporcional al costo de este producto porque este insumo corresponde al 80 % del valor de su fabricación, lo que tendrá un impacto en la educación de las clases menos favorecidas en el país. Todo a costa de mayores beneficios para una sola empresa”, insistieron.

Ante las acusaciones, en Carvajal se remitieron a su respaldo a la decisión gubernamental e indicaron que actualmente cuentan con una planta ubicada en Guachené Norte del Cauca, la cual produce, entre otros, papel fotocopia (resmillas) que corresponde al objeto de la investigación con las empresas de Brasil.

Los papeleros enfatizaron en que la imposición de aranceles pondría en peligro más de 10.000 empleos directos que en Colombia se dedican a esta actividad, afectando especialmente a cooperativas y cientos de pymes.

Afirmaron, además, que en un mercado, quien pone el precio es el productor líder, que en Colombia es Carvajal, tanto en papel resmas como en cuadernos. “No obstante, esta compañía ofrece el producto a precios muy elevados a los competidores de sus propios distribuidores, obligándolos a importar papel desde Brasil para para poder subsistir”, subrayaron y agregaron que “Carvajal ha dejado desatendido el mercado colombiano, ya que tomó la decisión de exportar más del 50 % de su producción”.

De la misma manera, desde el pasado 11 de abril, Carvajal suspendió indefinidamente de su planta de producción de Propal en Yumbo (Valle del Cauca), debido a que estaba afectada por precios que consideraban artificialmente bajos de los productos importados, lo que para ellos eran prácticas anticompetitivas.