Ricardo Roa se defendió tras graves acusaciones que empañan su gestión: asegura que hay una campaña de desprestigio

Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, enfrenta desde hace algunas semanas una crisis institucional debido a múltiples investigaciones por presuntas irregularidades. El escándalo por estos días se centró en la realización de una auditoría interna, contratada sin aprobación de la junta directiva, y que busca evaluar el daño reputacional causado por su gestión anterior como gerente de campaña de Gustavo Petro.

La situación se agrava con señalamientos sobre la compra de un apartamento de lujo mediante una sociedad offshore y posibles conflictos de interés en contratos de la empresa. Además, la Procuraduría ha solicitado sanciones por supuestas violaciones de topes electorales, y la renuncia de una miembro de la junta directiva ha intensificado las tensiones internas.

La incertidumbre se ve exacerbada por la política gubernamental de no firmar nuevos contratos de exploración petrolera, generando preocupación sobre el futuro de los ingresos fiscales y las exportaciones del país.

Dada la situación, Roa publicó en las últimas horas un video en el que se defendió de las acusaciones que le han hecho en las últimas horas.

Roa aseguró que todo se ha dado por una campaña de desprestigio “sistemática” que tiene un objetivo político claro. Indicó que ha sido blanco de ataques, amenazas de muerte y hasta acoso por razones de género.

“La solidez del Grupo Ecopetrol no está en entredicho. Quiero aprovechar esta oportunidad para compartirles que hemos alcanzado logros destacables en la actividad exploratoria, aumentando la producción y las cargas de nuestras refinerías, fortaleciendo nuestras reservas y entregando transferencias históricas a la Nación”, precisó.

Indicó además que como presidente de la empresa, su función no es la de suscribir ni acordar contratos directamente, pues esa función ha sido delegada a los diferentes vicepresidentes.

Respecto al contrato que ha generado polémica, Roa indicó que no participó ni fue informado sobre su suscripción y tampoco tenía la facultad legal para hacerlo. Además fue uno de los empleados evaluados dentro del mismo proceso quien informó a la junta lo que venía sucediendo.

También se refirió a las interceptaciones que se han conocido hacia los funcionarios de Ecopetrol. “Yo no tengo la facultad para hacerlo, ni tampoco la tiene ningún funcionario de Ecopetrol. Como presidente de la empresa tengo el deber de proteger la seguridad de su información”.

Finalmente dijo que tras la fuga de los datos, la empresa activó un procedimiento de análisis digital dentro de sus protocolos, infiriendo que se trata de filtraciones internas que violan el código de ética y de gobierno corporativo, desestabilizando la administración y afectando la reputación de la empresa.

“Hasta el momento se han identificado 29 casos que pudieron haber infringido los protocolos de seguridad y el manejo de la información, los cuales ya han sido puestos en conocimiento de la Junta Directiva”, concluyó.