Gas
Solución al déficit del gas, en bandeja de plata, con propuesta de TGI, del Grupo GEB. El balón queda en la cancha del Gobierno
El sí tendría que venir de Ecopetrol. La alternativa sería rápida, promovería menores precios y garantizaría la seguridad energética y el abastecimiento.
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Una solución pronta para el creciente déficit de gas en Colombia es innegablemente necesaria y el Gobierno lo sabe, como lo manifestó el ministro de Minas, Edwin Palma, tras escuchar la propuesta presentada con lujo de detalles por el Grupo Energía Bogotá (GEB), liderado por Juan Ricardo Ortega, y su filial TGI, gerenciada por Jorge Henao.
“Somos conscientes del problema con el gas y tenemos interés en una solución”, indicó y, además de reconocer los avances adelantados para sacar adelante el proyecto de TGI, dijo que espera que Ecopetrol manifieste voluntad política para poder avanzar con esta alternativa, que nos garantice seguridad, abastecimiento y menores precios.
Y es que, prácticamente, la única alternativa a la mano, en el corto plazo, como se requiere en medio de la disponibilidad deficitaria de gas, sería la planteada por TGI ante distintos actores del sector energético. Se habla de pozos y de importar gas de Venezuela, pero nada de ello estaría con la rapidez que amerita la situación. El pozo Sirius, por ejemplo, que borraría de tajo las preocupaciones de Colombia en términos de abastecimiento de gas, no estaría produciendo antes de 2031, según manifestaron los voceros de GEB y TGI.
Además, el camino ya está abonado, porque se ha venido preparando desde hace 4 años, según comentaron los directivos de las dos empresas.
La exclusividad del barco (FSRU), es decir, una unidad flotante de almacenamiento y regasificación de gas, de las que en el mundo solo hay 53, sería uno de los plus de la propuesta. De acuerdo con los argumentos de Henao, ya se tiene la garantía de tenerlo, solo para Colombia, suministrado con una empresa noruega, que garantiza ponerlo a disposición del país en la primera mitad de este año.
Como se recuerda, el gas que se trae importado viene en estado líquido y requiere ser pasado de nuevo a estado gaseoso para que pueda entrar a ser parte del sistema de distribución que garantiza el servicio que llega a los usuarios. Esa operación, generalmente, se hace costa afuera, lo que explica la necesidad del FSRU.
En la propuesta de GEB y TGI, la entrada del gas para ser distribuido, posteriormente, se haría a través de la infraestructura del complejo Ballenas, ubicado en La Guajira, único departamento de Colombia en el que se realiza producción de gas costa afuera.
Y es ahí donde entra a jugar Ecopetrol, empresa estatal de la que se necesitaría tener un sí para que se haga efectiva la solución planteada. Todo, porque dicho complejo es operado por Hocol, una filial de la petrolera estatal.

Teniendo en cuenta que el déficit de gas en Colombia es creciente e implacable, el país requiere algo que ya esté listo y que solo dependa de algunos ajustes, pues, si bien se habla de varias alternativas, todas ellas no tendrían frutos en el corto plazo.
“No hay otra manera de tener gas para 2027″, señala Henao.
El efecto de no tener gas
Para el primer trimestre del próximo año, el déficit de gas pasaría a ser de 8 % y al cerrar el año se ubicaría en 16 %.
Los ciudadanos no serían los primeros afectados en forma directa, pues la cadena de suministros establecida en el país, prioriza el uso residencial. Por temas de seguridad energética, siguen las térmicas, que producen energía en épocas en las que la energía hidráulica no se puede producir, como en periodos de lluvia. Luego siguen los vehículos que funcionan con gas dentro del orden de prioridades para el uso del combustible. Finalmente, está la industria que, entre otras, es la que más demanda gas.
Apagar la industria, por la escasez de gas, tendría efectos indirectos para todos los ciudadanos, y las estadísticas estimadas indican que, para 2026, si no se hace nada pronto, se impactarían 3.500 industrias y se pondrían en riesgo 340.000 empleos.

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