INSOLVENCIA
SuperSociedades decidió admitir a Oma y Presto en proceso de insolvencia empresarial, ¿se salvarán?
La entidad de vigilancia comprobó que están en las condiciones que argumentaron para pedir el salvavidas, lo que les permitirá parar por un tiempo a acreedores y negociar deudas.
Luego de haber pasado un mes desde que las sociedades Presto y Oma pidieran ante la Superintendencia de Sociedades la aprobación para entrar en proceso de reorganización empresarial, la entidad de vigilancia del sector anunció que decidió aceptar la solicitud.
Lo hizo, según informó la Superintendencia, luego de haber revisado las condiciones en las que se encuentran Restcafe S.A.S. y Franquicias y Concesiones ―Frayco S.A.S.―, propietarias de las marcas Café Oma y Presto.
Fue así como la SuperSociedades pudo corroborar que existen las condiciones que exigen las normas, para que las empresas puedan ser admitidas en proceso de reorganización empresarial, lo que les dará un respiro para poder continuar en el negocio y al mismo tiempo, entrar a negociar deudas con acreedores.
¿Qué sigue?
Según lo establecido por la SuperSociedades, lo que ahora viene es la coordinación de los procesos de las dos empresas, en los términos de las normas que incluye la Ley 1116 de 2006, que establece las reglas sobre los procesos de insolvencia.
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El Superintendente de Sociedades Billy Escobar Pérez señaló que, el compromiso de la entidad es con la recuperación de las empresas que atreviesen dificultades económicas, pero que apuestan a su salvamento y fortalecimiento a través de un acuerdo que permita regularizar sus relaciones crediticias y comerciales, salvaguardando así el empleo e impulsando la economía del país.
La reorganización empresarial implica para las empresas tener la oportunidad de normalizar sus relaciones comerciales y crediticias a través de una reestructuración operacional y administrativa de activos o pasivos.
No obstante, no deja de haber riesgos para la sobrevivencia de las compañías que entran en ese proceso. Principalmente, por el escenario que hay en la economía en general, que es de desaceleración por inflación, lo que llevó a que el Banco de la República, como rector de la política monetaria, tuviera que incrementar las tasas de interés de referencia a unos niveles que han frenado el consumo.
Justamente, estas dos empresas dependen de la disposición de los consumidores a continuar gastando en los servicios que ofrecen. No hay que olvidar que el precio del café, principal insumo de Oma, había estado elevado durante meses, tanto en el mercado interno como en el externo. Por el lado de Presto, entra a un proceso de reorganización empresarial en un segundo semestre que estará marcado por complejidades macroeconómicas. Además, en noviembre, empezarán a hacerse realidad los llamados impuestos saludables, que recaen sobre alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, lo que podría pegarle a estos negocios.
¿Qué dijeron las compañías sobre su situación?
Poco a poco, los colombianos fueron viendo señales de lo que estaba ocurriendo en Oma, por ejemplo. La línea de comida que ofrecían en algunos de los puntos de atención fue desapareciendo. Parecían dar a entender que avanzaban hacia quedarse solo con el negocio del café y la oferta de productos para la media mañana o la media tarde, o para desayunar.
Posteriormente, cuando divulgaron la intención de acogerse al proceso de insolvencia, emitieron un comunicado en el que expresaron que tienen compromisos y responsabilidades con diferentes proveedores, colaboradores y empresas del sector financiero, por lo que este proceso es la alternativa más viable para estas empresas.
“Es un recurso legal que se adopta para proteger la continuidad del negocio y el empleo, y de esta forma seguir apostándole al país, como lo hemos hecho durante las últimas cuatro décadas”, aseguraban en el comunicado.
Entre las razones que llevaron a la compañía a tomar la decisión están las variables macroeconómicas del país: inflación, alto costo de los insumos, tasas de interés, todo lo que ha venido frenando el consumo.
“Con esta decisión legal, las empresas buscan cumplir las obligaciones con sus proveedores, acreedores y arrendadores para mantenerse como aliados estratégicos de confianza y, de esta manera, continuar llevando productos de calidad y el mejor servicio a sus clientes a nivel nacional”, dijeron en su momento.
Ahora, la expectativa está en que logren reorganizarse.