Economía
Importante anuncio sobre licencias de conducción: dará respiro a muchos conductores en Colombia
Recientemente, se firmó un acuerdo con una nación vecina, lo que facilitará la movilización de miles.
Con el propósito de darle fuerza a las relaciones de Colombia con otros países, el Ministerio de Transporte ha firmado diferentes alianzas con países para que los extranjeros entrantes a la Nación tengan mejores posibilidades.
Una de las más recientes es la firma para tener una licencia de conducción reciproca con Paraguay. Luego del cierre del acuerdo, el mismo Gobierno aseguró que están trabajando en la negociación del trámite para Italia, Francia, Hungría y Emiratos Árabes.
¿De qué se trata el nuevo acuerdo para las licencias?
Recientemente, un nuevo acuerdo que se hizo entre el Gobierno de Colombia y el de Paraguay beneficiaría a los conductores de ambas naciones, que llegan a esos territorios y no pueden conducir con su licencia.
Precisamente, en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados de Paraguay se aprobó el nuevo proyecto de ley que permite que ambas naciones reconozcan licencias de conducir del otro sin necesidad de practicar pruebas adicionales a los conductores.
Tendencias
Ese reconocimiento reciproco abre nuevas posibilidades para conductores del país, sobre todo para el ámbito laboral. Además, según el portal Terra, abre una nueva posibilidad para el tránsito de ciudadanos extranjeros por las carreteras, lo que permitiría también un aumento en el turismo de ambas naciones.
Se espera que el Ministerio de Transporte de Colombia coordine con la autoridad competente de Paraguay, Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, los lineamientos del reconocimiento.
En qué casos no se aplica el reconocimiento:
- Cuando el solicitante no es nacional de los Estados parte de los acuerdos.
- Cuando la licencia de conducir haya sido expedida u otorgada por reconocimiento o canje con un tercer Estado.
- Cuando el formato de la licencia de conducir no corresponda al último establecido por el país de origen y/o cuando la licencia de conducir no se encuentra vigente en la categoría que solicita para el reconocimiento.
Cuánto hay que pagar si no renovó la licencia antes del 20 de junio: evite que le saquen multas
Hasta el pasado 20 de junio tenían plazo un poco menos de 4 millones de conductores del país para renovar su licencia de conducir, un documento clave en Colombia a la hora de manejar un automotor.
De acuerdo con la legislación colombiana, cualquier persona que desee sentarse frente a un volante para manejar deberá aprobar una serie de pruebas y exámenes para, finalmente, obtener una licencia.
La ley 2161 del 2021 benefició a miles de conductores que no tenían fecha de vencimiento en sus licencias, aparecían como indefinidas o con fecha de vencimiento entre el 1 y 31 de enero de 2022, otorgándoles más plazo para hacer el trámite.
De acuerdo con lo dicho por el Ministerio de Transporte, actualmente faltan por renovar unas 3.712.562 licencias de conducir. De estas, el 7 % son categoría A1 y A2. El 23 % es B1, B2 y B3, y el 1 % son C1, C2, y C3.
Solo el 12 % de estas personas tienen pendientes multas por normas de tránsito.
El Ministerio de Transporte recalca que, aunque se venció el plazo conocido para hacerlo, los conductores aún pueden hacer el trámite sin tener que pagar ninguna multa por pasar la fecha límite, es decir, no tendrán un sobrecosto al solicitar el pase con nueva vigencia.
Tenga en cuenta que el costo de renovación para automóvil es de 106.700 pesos y para moto de 182.800 pesos.
Si no hizo el cambio de la licencia, es mejor que evite conducir sin esta vigente, pues se expone a una multa de 309.336 pesos y la posibilidad de que el vehículo sea inmovilizado.
Si conduce sin haber obtenido una licencia previamente, se expone a una multa mayor que implica 30 días de salario mínimo, que equivale actualmente a 1.160.000 pesos.
Así funcionará la restricción para vehículos particulares en las horas pico. Esta es la explicación del MinTransporte
Hace unas semanas, el ministro de Transporte, William Camargo, lanzó una polémica propuesta: restringir el uso de vehículos particulares en las horas pico para mejorar la movilidad en las ciudades y priorizar el servicio público.
Advierte que el parque automotor de transporte público -taxis e, inclusive, buses- está prácticamente congelado y no crece con la misma velocidad con la que lo hacen los vehículos particulares –carros y motos-, que no tienen restricciones diferentes a los pico y placa que funcionan en algunas ciudades.
“La congestión no disminuye nuestros sistemas estratégicos de transporte público cada vez son deficitarios; es decir, no cubren los costos de operación y, en algunos casos, no alcanzan a cubrir los de implementación y renovación de flota”, dijo el ministro Camargo a SEMANA.
Señaló que el Estado ha hecho una inversión importante, de casi 100 billones de pesos en los sistemas integrados de transporte masivo, pero son sistemas que cada vez pierden más usuarios ¿Por qué? “Porque la malla vial es la misma y cada vez llegan más vehículos particulares, llegan más motos, y en la medida que hay más vehículos particulares utilizando el mismo espacio, los tiempos de ciclo de estas flotas son más largos, el tiempo de espera de los usuarios es mayor y la calidad que perciben es menor. Y eso genera un efecto de traslado hacia sistemas más autónomos, vehículos particulares y motos, pero que se suman a la congestión”, explicó.
Dijo que es una competencia de los municipios que varios han incorporado en sus textos de los planes de ordenamiento, pero no las han concretado en políticas públicas. Camargo agregó que están invitando a los municipios a que planteen alternativas de utilización más eficiente de ese espacio vial escaso y las pongan a consideración de los ciudadanos y, en los planes de desarrollo que están ad portas de formularse, las incorporen.
“Nosotros, desde el Ministerio, con los mecanismos de incentivos que tenemos de recursos, acompañamiento técnico y recursos de banca multilateral apoyaríamos a aquellos municipios que estén más alineados con estas iniciativas, que tienen varias vertientes; por ejemplo, disminución de siniestralidad, mejora de los tiempos de viaje, contención o aumento del reparto modal, es decir, que más usuarios utilicen transporte público, aplazamiento o adelantamiento de las horas de utilización de vehículos particulares en la malla vial, modificaciones de horarios, fortalecimiento de propuestas de integración, de redes de bicicletas en las redes urbanas, mejoramiento de espacios públicos, componentes asociados a logística urbana; es decir, que los temas de carga y descarga se organicen”, agregó el ministro.
Se trata de un ejercicio de incentivos que tiene un marco normativo porque los alcaldes en sus periodos tienen la competencia para incidir sobre la forma como se administran los bienes públicos, y la infraestructura vial es uno de ellos. El ministro señaló que hay ciudades con más taxis per cápita que, por ejemplo, Bogotá, y eso generó otro tipo de incentivos porque al congelar el parque de taxis se abrió el espacio para que otras alternativas que no están atadas a sistemas de utilización de espacio entraran: plataformas, mototaxismo, vehículos particulares prestando servicio colectivo e inclusive taxis prestando servicio colectivo.
“Si nosotros somos eficientes en el uso del espacio en estas ciudades ganamos tiempo y liberamos tres variables claves que a veces nos cuesta entender: espacio, tiempo y energía. Haciendo un uso eficiente de esos tres elementos, seguramente, mejoramos la movilidad”, señaló.
“Ese bien público tiene un deber constitucional: beneficio general sobre el particular y la pregunta que tendríamos que hacernos es en la malla vial cotidiana ¿quiénes son los usuarios que más utilizan la malla vial? ¿Cuáles son la mayor cantidad de viajes que debemos desplazar en las horas pico? Yo creería que la de la mayoría de ciudadanos que no son propietarios de vehículo particular”, dijo Camargo.
Explicó que desde hace tiempo se ha venido interviniendo, con lo que se denomina los impuestos pigouvianos ¿Qué es eso? “Es, por ejemplo, pagar por contaminar, pagar por usar el espacio, pagar por utilizar espacios públicos de manera privilegiada. Esos son cobros por congestión”.
¿Qué es lo que busca esta iniciativa? “Que efectivamente la prioridad que las entidades territoriales, los municipios, las áreas metropolitanas le den al transporte público sea la que corresponda al porcentaje de usuarios que están usando esa infraestructura; y no se trata de prohibir, es simplemente modificar horarios”, señaló el jefe de la cartera de Transporte.
La propuesta llega en un momento clave para los sistemas de transporte masivo por dos problemas que los aquejan: uno, los usuarios se lamentan de la calidad del servicio, y el otro es que muchos de los sistemas tienen problemas financieros y su sostenibilidad está en riesgo.
“Son dos vertientes que en últimas terminan en lo mismo. La crítica a la calidad del transporte público está asociada a la eficiencia, a los tiempos de viaje, a las esperas y a los transbordos. Y adicionalmente, en ingresos, porque con eso se disuade al usuario de que utilice esa alternativa porque lo estoy mandando a que utilice un vehículo particular o una moto. La discusión tiene que ver con que la capacidad de esa infraestructura vial liberada le va a permitir al sistema aumentar frecuencia; es decir, más vehículos y sillas disponibles en la hora pico y eso induce un mayor uso de la infraestructura porque habrá una mayor eficiencia en el traslado de los usuarios, los tiempos de espera van a disminuir”, dijo el ministro.
Puso como ejemplo las jornadas del día sin carro que se realizan en distintas ciudades del país. “El liberar de capacidad en esa hora pico es como tener la operación en el día sin carro y la evidencia es que, durante ese día, la ciudad se mueve sin ningún problema, los tiempos de viaje mejoran, la ocupación de los sistemas aumenta”, puntualiza Camargo.
De acuerdo con su posición, lo afortunado de esta discusión es que el país está ad portas de iniciar campañas de elección popular y los alcaldes plantearán sus estrategias de movilidad para sus ciudades.
“Tenemos que consumir mejor la movilidad, tenemos que generar menos emisiones, tenemos que usar más transporte público. Y eso no es algo que se ha inventado este ministerio, ni este presidente. Hace mucho tiempo nos lo están diciendo y no somos conscientes”, agregó.
Frente a los incentivos y al apoyo financiero, Camargo dijo que ya el Ministerio está tocando las puertas de las multilaterales. “Históricamente, el Ministerio ha hecho unas inversiones y el plan de desarrollo nos deja unos recursos. Estamos acotando esas cifras porque en últimas qué tan atractivo puede ser el programa depende de los recursos que tengamos para eso. Y los recursos están, lo que pasa es que los vamos a asignar de manera diferente. ¿Cómo? Pues con los incentivos. Esto no es un ejercicio dictatorial, lejos de nosotros. Esto es una discusión con el país, con los municipios y con los ciudadanos, porque es que el problema de la movilidad es un problema de todos”, puntualizó.