Economía
Confirmado: segunda línea del metro de Bogotá será subterránea
Estos son los detalles de la segunda línea del metro de la Capital. El segundo tramo será subterráneo, tendrá una longitud de 15,8 kilómetros e irá de la calle 72 a Suba. SEMANA le cuenta dónde quedarán las 11 estaciones.
La alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López y el presidente de la República, Iván Duque volvieron a encontrar en público, luego de meses de distanciamiento.
Aunque en la primera línea no han iniciado las obras principales, se espera que el patio talles arranque en agosto y el deprimido de la calle 72 en septiembre, el Gobierno Nacional quiere dejar muy avanzada la segunda línea de metro para la ciudad.
Bogotá no puede esperar otros 50 años para iniciar la construcción de una segunda línea de metro y por esto es que el primer paso ya se dio con los estudios preliminares que concluyeron el pasado 19 de mayo con una activa participación de la Financiera de Desarrollo Nacional.
El segundo avance será aterrizar la propuesta, trazado y presupuesto inicial (cercano a los 15 billones de pesos) en un documento que permita iniciar la licitación de la obra en cerca de un año.
El gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, dijo a Dinero que el trazado previsto es de 15,8 kilómetros subterráneos entre la calle 72, donde termina la primera línea, hasta Fontanar del Río, en Suba, el sitio donde el Presidente Duque y la alcaldesa realizan el evento público hoy.
Narváez le dijo a Dinero la semana pasada que la otra propuesta de la Alcaldesa Claudia López, la de extender la primera línea desde la calle 72 hasta calle 127, aún no cuenta con el dinero siquiera para los estudios.
El Distrito tiene claro que la primera línea de metro termina en un punto sin conexión, pues los trenes darán la vuelta en el Monumento de los Héroes.
La Administración de Claudia López y la Nación evalúan algún mecanismo que permita financiar y construir esa ampliación de la primera línea.
“Estamos mirando con la Fiscalía qué tipo de delitos se están configurando con la personas que entran a los predios que están listos para demoler y que serán fundamentales para las primeras estaciones”, dijo.
El directivo anunció que ya hay un plan para demoler manzanas completas en algunos barrios de Kennedy, y así evitar este tipo de hechos delictivos y vandálicos.
“Tenemos vigilancia privada, pero los delincuentes sobrepasan la capacidad. Por esto, en la segunda semana de julio adjudicaremos el contrato para la demolición de los predios”, dijo el gerente de la Empresa Metro.
El Distrito avanza a buen ritmo con la compra y expropiación de predios, pues en esta zona se construirán las estaciones 3, 4 y 5 de la primera línea.
En la Fiscalía ya hay 3 denuncias radicadas por estos hechos vandálicos.
Más detalles de la segunda línea
El proyecto priorizado por el Distrito Capital, con estudios a nivel de prefactibilidad, tiene las siguientes características: línea principalmente subterránea, tipo de conexión independiente (respecto a la PLMB), con una longitud: 15,8 Kilómetros.
Con la construcción de la segunda línea, más de 2,5 millones de bogotanos en cuatro localidades podrán beneficiarse del Metro de Bogotá.
La línea 2 del Metro de Bogotá atravesará las localidades de Chapinero, Barrios Unidos, Engativá y Suba, hasta llegar al sector de Fontanar del Río, en el extremo noroccidental de la ciudad, donde quedará el patio taller de esta nueva línea.
A lo largo del trazado se construirán 11 estaciones, ocho de ellas bajo tierra, ubicadas, las primeras cinco, sobre la calle 72: con carrera 11, NQS, avenida 68, avenida Boyacá y avenida Ciudad de Cali. Luego irán tres estaciones más sobre la avenida Cali: con calle 80, calle 90 y carrera 93.
Las estaciones 9 y 10 serán soterradas y estarán en la ALO, con las calles 130a y 143ª. Y la 11, la única elevada de este tramo, en la avenida Suba con carrera 145a.
El material rodante estará compuesto por 26 trenes, incluida reserva. La demanda máxima por línea será de 60.000 pasajeros/hora/sentido.
En términos operacionales, la Línea 2 del Metro de Bogotá tendrá una carga máxima de 45.000 pasajeros por hora por sentido (PPHS) en 2030, contará con 23 trenes en 2030 y 26 trenes en 2050 y los trenes contarán con 6 vagones que movilizarán alrededor de 1.800 pasajeros por tren.
La Nación podrá cofinanciar hasta un 70%, es decir, hasta $15,6 billones de pesos. El valor de la inversión puede variar con los resultados de los estudios a nivel de factibilidad que finalizaran previsiblemente en abril de 2022.
Cofinanciación del proyecto
Según el cronograma establecido por la Empresa Metro de Bogotá se planea que en julio de 2021 se inicien los estudios a nivel de factibilidad del proyecto, el cual hace parte de los requisitos establecidos en el artículo 2 de la Ley 310 de 1996, modificado por el artículo 100 de la Ley 1955 de 2019, para la cofinanciación de sistemas de transporte.
La fecha prevista para la finalización de los estudios de factibilidad es abril de 2022.
Una vez se tengan finalizados y aprobados por el Distrito los estudios de factibilidad (abril de 2022), se deberán presentar junto con los demás requisitos establecidos por la Ley, ante el Ministerio de Transporte, entidad que verificará su cumplimiento.
Las obras de la primera línea
En agosto próximo se tiene previsto el inicio a gran escala de las obras de la primera línea de metro. Estas intervenciones debían arrancar en este mes de junio, pero el Distrito tuvo problemas para entregar todos los predios, una obligación contractual que se tiene con el consorcio chino constructor.
“En el área donde quedará el patio taller (Corzo, Bosa) hay ya 32 hectáreas, solo nos queda faltando media hectárea donde están unas antenas de repetición. Esto está en proceso de compra y creemos que en mayo o junio de 2022 este espacio quedará liberado”, dijo el gerente de la Empresa Metro.
Para el deprimido de la calle 72 el traslado de las redes está listo. Sin embargo, los diseños a cargo del consorcio solo estarán listos en julio. “Una vez tengamos esos diseños definitivos sabremos con certeza si se necesitan más predios.
La pandemia desaceleró el proceso de compra de predios y el traslado de algunas redes complejas. Sin embargo, el proyecto sigue su marcha.
Una de las preocupaciones más importantes por estos días es el efecto que pueda tener la pérdida del grado de inversión y la escalada del dólar. Los dos hechos podrían encarecer el financiamiento de la primera y segunda línea del metro, justo cuando el espacio fiscal del Gobierno cada vez es más limitado.
Por todo lo anterior, es necesario encontrar nuevas fuentes de financiamiento como la plusvalía, desarrollos inmobiliarios que ayuden a financiar las obras, entre otros esquemas.
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