Monedas
La pelea con EE. UU. le pasa factura al precio del dólar. Tras el sacudón inicial, este 21 de octubre la divisa retrocede 12 pesos
El mercado cambiario también está afectado por el precio del petróleo, los resultados del ISE y de la inflación.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

La agitación diplomática entre Estados Unidos y Colombia se siente en el mercado cambiario local, que además se ve presionado por un precio del petróleo a la baja y una inflación local persistente. Así, tras un comportamiento alcista el lunes 20 de octubre, este martes 21 inició de nuevo con una tendencia hacia la corrección.
La tasa de cambio inició las negociaciones en un nivel de 3.880 pesos. En la primera hora, la divisa tocó una cotización mínima de 3.868 y una máxima de 3.880, promediando en 3.865,25, esto implica una rebaja de 12 pesos frente a la tasa oficial del día, que es 3.877,26.

En el bróker global Pepperstone explicaron que tras la amenaza del presidente Trump de imponer nuevos aranceles a los productos colombianos, así como de recortar la ayuda estadounidense —un lenguaje que Bogotá condenó y al que respondió retirando a su embajador—, también impactó la prima de riesgo de Colombia. “Este tipo de riesgo mediático tiende a afectar primero a las divisas de alto beta, y el peso colombiano no fue una excepción”, aseguró Felipe Barragán, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone. Las monedas de alto beta son las que tienen mayor sensibilidad al apetito o aversión global por el riesgo.
La preocupación por las amenazas arancelarias de Trump radica en el hecho de que Colombia recibiría menos divisas. En Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá tomaron información histórica de los últimos 55 años para estimar qué sucedería ante un incremento del 50 % de los aranceles. Calculan que podría representar una caída de alrededor del 20 % en el volumen de las mercancías exportadas a Estados Unidos.
Bajo el supuesto de que los precios internacionales de los productos exportados se mantengan estables, en un horizonte de doce meses se podría materializar un descenso de los ingresos por exportaciones de 2.450 millones de dólares. “Este efecto sería por una única vez y se prolongaría por un año, generando una reducción equivalente a 2,6 % de los ingresos de la cuenta corriente registrados en 2024 (de 95.953 millones de dólares), lo cual presionaría al alza el déficit de esta y una devaluación de la tasa de cambio dólar/peso”, indican los expertos de la entidad financiera.
Paralelamente, el petróleo, que este año viene ayudando a la tasa de cambio, está actualmente a la baja debido a la idea de que actualmente existe un exceso de oferta a corto plazo y menor demanda. “Para un exportador vinculado al petróleo como Colombia, eso debilita los términos de intercambio y reduce el colchón de la cuenta corriente, otra razón para que los inversionistas exijan más carry para mantener pesos”, agregó Barragán.
Otro factor que está presionando la cotización de la divisa se refiere a los más recientes datos macroeconómicos de Colombia. Según el DANE, la actividad se está enfriando de nuevo: el Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE), el cual sirve como predictor del PIB, solo subió un 1,98 % interanual en agosto, una notable desaceleración desde el 4,33 % de julio. A eso se suma un nivel de inflación que completó tres meses consecutivos con leves alzas para quedar en septiembre en 5,18 % interanual. La lenta desinflación complica el camino del Banco de la República para flexibilizar sus tasas de interés, que se mantienen en un 9,25 % desde mayo pasado. “Una economía más lenta con una inflación persistente no es el escenario ideal para el apetito de riesgo por la moneda local”, insistió el analista de Pepperstone.

A todo lo anterior, se suman unas perspectivas fiscales complicadas, pues pese a que el Congreso acaba de aprobar el presupuesto para 2026 y ha llevado a cabo una millonaria estrategia de deuda interna y externa, que busca disminuir las cargas financieras de la Nación, sigue pendiente una reforma tributaria, con la que busca cubrir un déficit de 26,3 billones de pesos colombianos, pero que no tiene suficiente respaldo en el Congreso.