A pesar de la baja en la inflación, el galón de gasolina continúa subiendo

Según la más reciente actualización sobre los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la inflación en Colombia comenzó a bajar.

Mayo del 2023 cerró con el 12,36 %, destacando la reducción en los precios de los alimentos, pero los combustibles estarían frenando la tendencia reduccionista.

Si bien hay un alivio porque los colombianos por fin están viendo que los productos y servicios bajarán de precio, hay uno muy importante que no cede; por el contrario, cada mes se encarece. La gasolina es uno de los problemas que tiene Colombia, el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) ha obligado que mensualmente se incremente el galón, y las subidas ya estarían impactando considerablemente en los bolsillos.

El último incremento fue de 600 pesos, anuncio hecho por la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, y que ratificó la directriz de mantener los aumentos al menos hasta finalizar el 2023.

Si revisamos cómo se han presentado las subidas, se empezó por alzas de 200 pesos. Los incrementos ya van en $ 600 y, al parecer este sería el número mágico, por decir de alguna forma, para lograr acabar con el déficit en el Fepc, según lo que declaró el ministro de hacienda, Ricardo Bonilla González.

El cálculo del Gobierno es que el galón de gasolina llegue a los 16 mil pesos, más o menos ese es el promedio a nivel internacional en el que se vende el galón en otros países. En Colombia, el precio promedio fue de $ 12.364 y, aunque esta tarifa no entró a una implicación directa con las últimas cifras del Dane, los incrementos de mayo.

Dentro de los precios del transporte se incluye la gasolina, estos costos fueron los principales en la actualización del IPC en mayo, con una participación del 1,19 % y siendo uno de los de la mayor variación.

Gasolina y diésel podrían cambiar la tendencia de la inflación

Dentro de los combustibles hay uno que no se ha modificado y que, de hecho, el gobierno no ha querido tocar porque teme a que se revierta la tendencia a la reducción de los precios. Hablamos del diésel o Acpm, que es el que mueve los vehículos de carga, que básicamente son los transportadores de la mercancía a nivel nacional.

Mantener las tarifas del diésel congeladas estaría trayendo efectos adversos. Si bien el aumento de la gasolina ha traído consigo incrementos en algunos productos y servicios, al no grabar el Acpm se estaría agudizando el problema con el fondo de estabilización de precios de los combustibles.

El dilema en el que está el Gobierno es que si aumenta el precio de la Acpm controlaría el déficit, pero podría ser que nuevamente se dispare la inflación en Colombia.

“Logramos sostener el valor del diésel para el mes de junio, en las mismas reuniones con el sector de transporte de carga hemos insistido en que la disposición del Gobierno nacional es revisar la fórmula y tomar determinaciones a final de mes. Por eso estamos haciendo mesas técnicas con todos los sectores; el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Minas tomarán la decisión final para un posible incremento en los próximos meses”, manifestó el viceministro de transporte, Eduardo Enríquez Caicedo.

No obstante, el exministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo, asegura que el déficit del Fepc asciende a los 44 billones de pesos, de los cuales el 60 % de esos recursos corresponde a las tarifas del diésel.

El presidente de Fedetranscarga, Henry Cárdenas, asegura que, por cada mil pesos que se le suban al galón de diésel, se incrementará un 4 % el precio de la canasta familiar.